La inflación volvió a subir en el mes de agosto, impulsada por unos alimentos que vuelven a incrementarse de precio tras cuatro caídas consecutivas (10,8%). El índice de precios al consumo (IPC) aumentó un 2,6% este agosto en comparación con la cesta que los españoles compraron el mismo mes del año pasado. Se trata de un repunte en la tendencia, puesto que en desde el verano pasado hasta la diciembre el índice venía marcando cada mes una cifra más baja que el mes anterior, cosa que volvió a repetirse de febrero a junio con sola una excepción.

Un repunte que viene repitiéndose desde junio, cuando los precios registraron su menor incremento desde marzo de 2021 (+1,9%) y que tiene que ver con el efecto base, relacionado con los precios que se toman de referencia para el cálculo del IPC. Por ejemplo, la inflación de agosto toma como referencia los precios de agosto de 2023. Así, si este agosto el IPC marca una cifra más o menos baja, puede tener que ver con que los precios no hayan subido demasiado este mes… o con que el mismo mes del año pasado sí que lo hicieran con fuerza, lo que deja un margen "menor" para incrementos elevados.

Con este nuevo, aunque pequeño, pico, España se aleja del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) de inflación (2% para el euro), logrado desde abril. Aun así, España continúa siendo uno de los países con incrementos de precios más bajos de toda la zona euro, de lo que se congratula el Ministerio de Asuntos Económicos. "España se consolida como la economía europea con mayor crecimiento y menor inflación, lo cual beneficia a la competitividad de nuestras empresas y también el poder adquisitivo de los salarios. Nuestra política económica funciona porque nos ha permitido bajar la inflación ocho puntos en el último año en un contexto inflacionario en toda Europa", ha indicado la vicepresidenta primera y ministra del ramo en funciones, Nadia Calviño.

Por su parte, la inflación subyacente, que realmente es la que más preocupa a los bancos centrales para las subidas de tipos de interés, volvió a moderarse y alcanzó el 6,1% interanual, una décima menos que en julio, mes en el que repuntó. Con todo, es su segunda marca más baja en un año. Según el panel de analistas de Funcas, que elabora una media con todas las previsiones macroeconómicas más relevantes, el IPC subyacente terminará el año con una media del 5,7%, lo que implica que durante los próximos meses deberá relajarse algo más frente a los últimos datos, pero no demasiado.

Uno de los responsables del repunte del IPC son los alimentos, que continúan encareciéndose muy por encima del nivel del resto de la cesta. Según el dato revisado del Instituto Nacional de Estadística (INE), los alimentos y las bebidas no alcohólicas subieron un 10,5% en agosto, tres décimas menos que el mes anterior (10,5%). "En este comportamiento influye la estabilidad de la leche, queso y huevos, frente a la subida del año anterior, el descenso de los precios de las frutas y una menor subida de los precios de la carne y del pan y cereales respecto agosto de 2022", recoge Estadística en su nota de prensa.

Los precios suben un 0,5% en un mes; los alimentos, un 0,2%

Respecto al mes pasado, los alimentos y bebidas no alcohólicas se han encarecido un 0,2%, algo menos que la cesta general, que lo ha hecho un 0,5%. Así, frente a julio el transporte ha sido lo que más se ha encarecido (2,9%) sobre todo por culpa del precio de los carburantes, al mismo tiempo que la vivienda (-0,2%) y la ropa y calzado (-0,6%) se han abaratado, la primera por la bajada del precio del gas y las prendas y zapatos por las rebajas de verano.

Para el conjunto del año, la media recogida en el panel de Funcas apunta a que los precios registrarán un incremento medio del 2,9%. Se trata de un dato que, de cumplirse la predicción, estará muy por debajo del 8,5% registrado en 2022, pero que no aliviará la presión sobre los bolsillos del españoles puesto que cada subida de precios se sitúa por encima de la del año anterior. Por otro lado, hay que tener en cuenta que en este momento continúa vigente la supresión del IVA de los alimentos más básicos, así como la reducción del IVA de los aceites y las pastas, lo que hace a los expertos apuntar que el próximo año, cuando se retiren estas ayudas, los precios volverán a repuntar.