El presidente Sánchez tiene previsto celebrar su primer Consejo de Ministros el próximo viernes. Con la vista puesta en esa fecha, el líder socialista se ha encerrado a estudiar los decretos de estructura orgánica y competencias del actual Ejecutivo para decidir el número de ministerios que tendrá su gabinete. Mientras encaja ese puzle, los nombres de los futuros titulares de las carteras gubernamentales quedan en segundo plano. Lo que sí se da por hecho en su entorno es que será un "Gobierno de borrelles" y no de inexpertos socialistas.
El actual Ejecutivo está formado por trece ministerios, incluida la Vicepresidencia del Gobierno. Pedro Sánchez ya ha anunciado que su gabinete será paritario y con vocación de igualdad de género. Para lograrlo se baraja que disminuya el número de departamentos a una decena fusionando algunos para poder crear otros como el de Igualdad, que atendería las reclamaciones del revitalizado movimiento feminista.
Este ministerio, junto a los de Educación, Sanidad y Bienestar Social mostrarían el compromiso social anunciado por Pedro Sánchez frente a siete años de recortes del PP. La llegada de perfiles catalanes a ministerios como el de Administraciones Públicas también dejarían clara su voluntad negociadora para reconducir institucionalmente el conflicto con los independentistas.
Encabeza todas las quinielas Josep Borrell, ex ministro de Obras Públicas, ex presidente del Parlamento Europeo y primer candidato del PSOE elegido en unas primarias. El apoyo público de Borrell a Pedro Sánchez en su enfrentamiento con Susana Díaz por el liderazgo del partido y su lucha contra el independentismo catalán lo han devuelto a la primera línea política para convertirse en un referente de prestigio internacional que daría al Gobierno de Sánchez el lustre que persigue.
Junto a él, políticos experimentados y perfiles independientes formarán el núcleo duro del nuevo Ejecutivo, que prevé incluir guiños a Podemos para garantizarse su apoyo en lo que resta de legislatura. Esas incorporaciones podrían producirse en otros niveles del Gobierno a partir de las secretarías de Estado y de las direcciones generales, e incluir destinos internacionales. Permitirían establecer complicidades entre ambos partidos, además de iniciar e involucrar a los inexpertos dirigentes de Podemos en el ámbito de la gestión.
En esa línea, desde el entorno de Sánchez se apunta a diputados de Podemos como Pablo Bustinduy (Madrid, 1983), portavoz en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso y coordinador de la Secretaría Internacional del partido como el perfil idóneo. Se da la circunstancia de que Bustinduy es hijo de Ángeles Amador, ministra socialista de Sanidad entre 1993 y 1996.
Licenciado en Ciencias Políticas y Humanidades, completó su formación en el Instituto de Estudios Políticos de París y en la New School for Social Research de Nueva York. Ha trabajado como profesor de Filosofía en varias universidades norteamericanas y como ensayista, traductor y editor de obras relacionadas con la filosofía, la economía y el pensamiento político.
Su fichaje vendría a romper la brecha generacional entre PSOE y Podemos que en 2016 denunció el propio Borrell cuando los barones socialistas arremetían contra una negociación de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias para formar Gobierno. "Respeto a Podemos y a sus cinco millones de votantes, entre otras cosas... ¡porque muchos de nuestros hijos están ahí!", aseguró el ex ministro.
Otro de los nombres más sonados para el nuevo Ejecutivo es el de la portavoz socialista, Margarita Robles, independiente que podría ocupar la cartera de Justicia por ser magistrada o incluso la vicepresidencia del Gobierno en recompensa a la oposición de Estado que ha desarrollado. Carmen Calvo, ex ministra de Cultura y catedrática de Derecho Constitucional, también se sitúa como posible vicepresidenta tras haber negociado con el Gobierno del PP la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Con la misma fuerza suena el nombre de la presidenta del partido y ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, para dirigir la transición ecológica de la economía.
Las quinielas destacan a Beatriz Corredor, ex ministra de Vivienda y posible candidata a la Alcaldía de Madrid, que encontraría así una plataforma electoral para darse a conocer, e incluso a Ángel Gabilondo en el caso de que Sánchez quiera sacarlo de la Comunidad de Madrid. En el área económica se barajan los nombres de Jordi Sevilla, ex ministro y asesor de Sánchez durante su investidura de 2016, Manuel Escudero, responsable del área en la Ejecutiva. Magdalena Valerio, experta en Seguridad Social y persona cercana al presidente podría asumir la gestión de un asunto sensible como el sistema de pensiones.
Para entablar negociaciones con los independentistas se contemplan perfiles catalanes como el de Meritxell Batet e incluso Miquel Iceta, primer secretario del PSC y uno de los apoyos de Sánchez durante las primarias socialistas. De los miembros del 'gobierno del cambio' que propugnó Pedro Sánchez en 2016 también se barajan Teresa Ribera, especialista en sostenibilidad y Rafael Bengoa para Sanidad.
El Ejecutivo podría abrir hueco también a otro economista catalán que la semana pasada se cayó de la cúpula del Banco de España. El PSOE había acordado con el PP que la entidad contaría con un gobernador propuesto por el Gobierno y un subgobernador elegido por los socialistas, tal como dicta una tradición que sólo se ha quebrantado con el nombramiento de José María Viñals. El economista Pablo Hernández de Cos sería el número uno del supervisor de la banca sustituyendo a Luis María Linde y David Vegara ejercería como su número dos. El plan estaba trazado hasta que el viernes 25 de mayo Pedro Sánchez presentó una moción de censura que dinamitó el acuerdo.
Por otro lado, la entrada de Margarita Robles en el Gobierno dejaría vacante la portavocía en el Congreso, un puesto clave para un Gobierno en minoría que necesitará el consenso de nueve partidos para sacar sus reformas y leyes. El carácter negociador del nuevo portavoz resultará imprescindible para alcanzar esos acuerdos. Esos requisitos han llevado a situar a José Luis Ábalos como nuevo hombre de Sánchez en el Congreso, puesto que puede compatibilizar con la Secretaría de Organización. No obstante, su perfil personal también se ajustaría al del Ministerio del Interior, por lo que podría entrar en el Gobierno. En ese caso se menciona a Rafael Simancas como experimentado fajador interno.
El hecho de que Ábalos, junto al jefe de gabinete de Sánchez, Juanma Serrano, y la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, estén negociando el traspaso de poderes con el Gobierno hace que se disparen las especulaciones sobre su entrada en el Ejecutivo, a pesar de la inexperiencia en la gestión de ambos. La número 2 del PSOE podría debutar al frente de un nuevo Ministerio de Igualdad.
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