El Gobierno y el PSOE dosifican con cuentagotas sus mensajes. Mucho. Escudados en el mantra de este es "el momento" de Alberto Núñez Feijóo, de su investidura, han evitado precisar cuáles son sus condiciones para que Pedro Sánchez logre la reelección, cuál es su respuesta a las exigencias de Carles Puigdemont, qué líneas rojas impone. Pero con el paso de los días van despejando algunas dudas. La Moncloa ya trasladó hace una semana que rechazaba la reclamación de Junts del "cobro por adelantado", que primero haya ley de amnistía y luego investidura. Los socialistas no quieren prisas ni atarse de antemano. Tampoco aceptan la figura de un mediador internacional. Y ahora trasladan, como también hace Sumar, otro aviso clave: si el expresident catalán quiere negociar realmente una ley de olvido total del procés, primero tendrá que renunciar a la vía unilateral. El ho tornarem a fer —"lo volveremos a hacer"— debe quedar definitivamente enterrado, según defiende el Ejecutivo.
Esa línea roja ya emergía bastante clara tras la comparecencia de Puigdemont en Bruselas el pasado 5 de septiembre, pero los socialistas rehusaban ratificarla por completo con el argumento de que ya se pondrían las cartas sobre la mesa cuando llegara el momento, cuando Sánchez fuera designado candidato por el rey Felipe VI. Pero este domingo ese mensaje quedó diáfano por varías vías. A través de El País y La Vanguardia, y de forma más explícita aún en una entrevista de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en este último rotativo. Una entrevista prácticamente centrada en ese punto.
Donde hay un acuerdo no caben unilateralidades. Cuando una parte se sienta a negociar ya está renunciando a la unilateralidad", asegura la vicepresidenta Díaz
La titular de Trabajo y líder de Sumar subraya que la amnistía "no es una ley, sino que acaba en una ley", porque hay "un conflicto político que puede ser objeto de un acuerdo político y social". De un consenso amplio porque cree que en él "también deberían estar los empresarios y los sindicatos, la sociedad civil...", "un amplio acuerdo que culminaría con una ley orgánica". "Este es el proceso al que podemos ir", esgrime, recordando lo que pasó con los indultos, cuando hasta el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, acabó defendiéndolos en Barcelona. "El acuerdo debe ser amplio y me van a permitir que les diga que en ese acuerdo no cabe la unilateralidad [...]. Donde hay un acuerdo no caben unilateralidades. Cuando una parte se sienta a negociar ya está renunciando a la unilateralidad", sostiene en el diario catalán.
Fuentes del círculo más estrecho de confianza de Sánchez y también del PSC confirmaban este domingo a este periódico que el mensaje a Junts es claro: han de apartar la vía unilateral para que se pueda avanzar hacia la amnistía, porque si no sería "inasumible" para el PSOE, radicalmente incomprensible para sus cuadros y sus bases. El partido no se quiere arriesgar a dar vía libre a una medida tan gravosa, seguramente de mucho coste electoral y de elevadísimo riesgo, si la otra parte, el independentismo, el beneficiado de esa ley, sigue asegurando que reincidirá en cuanto tenga la ocasión. Para el PSOE abrazar la amnistía es un trago difícil de suyo, porque antes de las generales del 23-J, y aun después, toda la cúpula del partido y del Ejecutivo, empezando por Sánchez, advertía de que no cabía en la Carta Magna y por tanto era imposible. Ahora el presidente en funciones está dispuesto a ceder, pero con condiciones.
ERC sí ha renunciado a esa vía unilateral y ya solo apuesta por un sendero pactado, pero no ocurre lo mismo con Junts. Puigdemont afirmó en su comparecencia en Bruselas que no renunciaría a la unilateralidad. Esto es, a la activación de un segundo procés. Y el sábado, la portavoz del partido en el Congreso, Míriam Nogueras, una dirigente muy cercana al expresident, insistía en que no aflojarían, que no rebajarían demandas, "como parece que hacen algunos" —nuevo dardo a los republicanos—, que no cederían "ni un milímetro". Es decir, que JxCAT mantiene sus "posiciones de máximos", la expresión que hace una semana utilizó la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero.
"Esto va al revés"
Y las mantiene incluso después del mensaje rotundo de Díaz en La Vanguardia. Puigdemont advirtió a través de su cuenta en X (antes Twitter) que no son los independentistas quienes necesitan "apoyos para ir a la investidura". "A ver si nos entendemos: las condiciones no las pone quien te pide ayuda. Esto va al revés. Tienes todo el derecho a discutir las condiciones y a negociarlas, solo faltaría. Como cuando vas al banco a pedir un crédito: puedes negociar si existe un periodo de carencia y el tipo de interés que te proponen, por ejemplo. Pero no puedes ponerle condiciones y pedir que renuncie a cobrar intereses. Vamos, si es que quieres que te den el crédito, por supuesto".
En el PSOE reina la sensación de que Junts acabará cediendo porque se juega ver mermada su representación y dejar de ser la llave, pero tampoco hay garantías
El expresident no baja de la montaña. Al menos por ahora. Pero es cierto que en el PSOE (y en Sumar) reina la sensación de que Junts acabará girando, porque en una eventual repetición electoral se jugaría no solo ver menguada su representación —el 23-J obtuvo siete escaños, los mismos que ERC, aunque dos de ellos estuvieron a punto de escapársele a favor del PSC y del PP—, sino también no tener una mano tan favorable o, incluso, dar paso a un Ejecutivo de PP y Vox, que cerrarían todas las puertas al diálogo con el separatismo. Tanto en Ferraz como en los territorios recuerdan que resta un mes o quizá más hasta que Sánchez acuda a su propio debate de investidura, y en ese periodo las posiciones pueden cambiar. Y también será más posible, creen, cuando pase el sexto aniversario del referéndum ilegal del 1-O.
Em penso que algú es confon. No som nosaltres els qui necessitem suports per anar a la investidura. A veure si ens entenem: les condicions no les posa qui et demana ajuda. Això va al revés. Tens tot el dret a discutir les condicions i a negociar-les, només faltaria. Com quan vas…
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) September 17, 2023
Pero nada garantiza que finalmente eso ocurra. Y por eso desde el lunes pasado los socialistas vienen deslizando el mensaje de que no aceptarán un pacto a cualquier precio, que no sea razonable, y no descartan que la alianza sea imposible y España acuda a nuevos comicios el 14 de enero. No es ese, desde luego, el escenario preferido. La dirección del PSOE quiere amarrar el Gobierno ante el riesgo de que a la segunda la derecha sí sume 176 escaños, mayoría absoluta, o de que el tablero no cambie significativamente.
Sánchez se afanó este domingo, en la Fiesta de la Rosa del PSdeG en Sigüeiro-Oroso (A Coruña), en insistir en que habrá Gobierno progresista —no dijo cuándo—: "Habrá Gobierno socialista otros cuatro años". Y frente al "tremendismo de siempre, el ruido de siempre" y lo que "se oculta" es "el único punto del programa electoral del PP y Vox: que no gobierne el PSOE". El presidente en funciones recordó que en campaña electoral dijo que había buscado "votos hasta de debajo de las piedras" para aprobar medidas que favoreciesen a los ciudadanos.
Sánchez se compromete a buscar "votos de debajo de las piedras" para lograr su reelección. El líder del PSdeG le muestra su apoyo a la negociación: "Haz lo que tengas que hacer"
Y ahora hará lo mismo, prometió: "Y es lo que vamos a hacer. Me comprometí a que buscaría votos hasta debajo de las piedras para dignificar el salario mínimo interprofesional, para aumentar las becas, para comprometernos con la emancipación de los jóvenes, por la concordia entre los pueblos de España y por la convivencia. Y eso es lo que vamos a hacer a partir de que falle la investidura de Feijó0".
El presidente, frente a los ataques de la derecha y las críticas que se escuchan por parte de los históricos de su partido, también intentó llamar a la calma: no desbordará la Carta Magna. "Nosotros no damos carnés de constitucionalistas, la cumplimos de la A a la Z, de la pe a la pa, todos los días del año. Y ellos no lo hacen", aseguró, reprobando así a los populares por no renovar el Consejo General del Poder Judicial, que va a cumplir cinco años con el mandato caducado. Antes que él, intervinieron la presidenta del PSdeG, Carmela Silva, y el líder autonómico del partido, Valentín González Formoso. Ambos le mostraron su apoyo. "Haz lo que tengas que hacer", le confió sin titubeos el barón regional, también como claro contraste con la vieja guardia socialista.
"España bosteza ante la descomunal pérdida de tiempo de Feijóo"
En el partido creen que la renuncia a la unilateralidad es un paso imprescindible para negociar la amnistía. "En la doctrina jurídica, está teorizada la legitimidad de las llamadas amnistías de pacificación o de punto final —explica un responsable con muchos años de militancia y a la vez jurista—, pero el punto final, que es el elemento material que justifica la renuncia del Estado a la persecución penal de conductas ilícitas tiene que ser recíproco y bidireccional: punto final a la persecución penal, pero también al desafío unilateral al ordenamiento jurídico. Una amnistía sin ninguna contrapartida más que los siete votos, sin renuncia alguna al desafío antijurídico, es inviable. No se trata de que el nacionalismo catalán deje de ser independentista, sino de que acepte el Estado del derecho, como lo aceptaba hasta 2013 o como lo volvió a aceptar el PNV cuando fue tumbado el plan Ibarretxe".
Una amnistía sin ninguna contrapartida más que los siete votos, sin renuncia alguna al desafío antijurídico, es inviable", manifiesta un dirigente. Otra abunda: "Hay que intentar la investidura hasta la extenuación, pero o se hace con muchas garantías o a elecciones"
"La unilateralidad no cabe, y los catalanes lo saben. Pero tampoco ellos se pueden arriesgar a otras elecciones. Saldrían perdiendo", abunda una ministra. "O exigimos posiciones claras y contundentes o no podemos hacerlo, así de claro. Hay que intentar la investidura hasta la extenuación, claro, pero o se hace una amnistía con muchas garantías y finura política y jurídica o a elecciones. Pedro debería tener claro que quien manda es él", valora una dirigente que conoce bien al presidente en funciones y que ha trabajado con él.
Díaz también da pinceladas en La Vanguardia de cómo sería esa ley orgánica, que no buscaría "parangonar la actual situación con la de 1977". Hay amnistías, explica, para "facilitar un cambio de régimen político", como ocurrió entonces, para transitar de la dictadura a la democracia; hay "amnistías utilitarias", como el perdón fiscal que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 —y que el Tribunal Constitucional anuló en 2017 por haber empleado un instrumento incorrecto, el real decreto ley—, y hay "amnistías para intentar superar conflictos políticos", que es la que operaría en este caso. "No podemos comparar la situación actual con la de 1977. Se equivocan quienes quieren interpretarlo así", concluye.
.@sanchezcastejon da por sentada su investidura y @NunezFeijoo le recuerda que él es el ganador del 23J https://t.co/NfwjUICQJW pic.twitter.com/k6wqTzJDPA
— Europa Press TV (@europapress_tv) September 17, 2023
En el entorno de Díaz indican que el post de Puigdemont en X era una respuesta directa a Sánchez por dar por hecho que habrá Gobierno progresista otra vez, y no a ella misma. Dirigentes socialistas de primer nivel, sin embargo, tuercen el gesto, porque creen que "no toca" conceder entrevistas ahora. Hay que mantener la prudencia, alegan, esperar a que llegue el momento. Cuando Feijóo se estrelle. Y quedan ocho días aún. "España no se rompe, España no se hunde, España bosteza ante la descomunal pérdida de tiempo del señor Feijóo y sus mentiras", decía Sánchez en Sigüeiro-Oroso este domingo. El PSOE sigue queriendo desplazar el foco al PP.
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hace 1 año
Otros solo respetan la constitucion de P a P.
hace 1 año
La amnistía para PicoDelMonte (tan diferente de Pico de la Mirandola!) implica la amnistía para los violadores y acosadores que, al fin y al cabo, lo hacen por tener conexiones neuronales y hormonales DIFERENTES, un «nacionalismo individual». Hicieron su propio referendum en su alma y lo ganaron. Por tanto, se puede proponer una Ley de la Aministía Universal. ¿A que suena bien?. Como Dios no existe, todo está permitido y perdonado.