Este martes, a partir de las 12:00 horas, el Congreso de los Diputados abre su actividad parlamentaria oficial con el debate de la primera iniciativa de la legislatura y su inicio de tramitación por vía urgente: el uso de las lenguas cooficiales, así como del aragonés y el bable en la cámara baja. Algo para lo que se requiere una reforma del reglamento de las Cortes.

El abordamiento de la cuestión podrá hacerse ya, con el visto bueno de la Mesa del Congreso, en dichas lenguas. El catalán, el gallego y el euskera tendrán un servicio de traducción simultánea, a través de auriculares distribuidos en el pleno, que tendrá un coste máximo hasta diciembre, de implementación, de hasta 280.000 euros. En el caso del aragonés, del diputado de Chunta Aragonesista, Jorge Pueyo, único que lo hablará, deberá traducirse él mismo al castellano al quedar reservado solo a las lenguas cooficiales la medida. No obstante, esta será permisiva con el resto de lenguas.

El jueves, el pleno volverá a reunirse por la mañana para avalar de forma definitiva el cambio de reglamento. Esto permitirá el uso ampliado del idioma en toda la actividad parlamentaria, desde los plenos a las comisiones.

Esta reforma llega tras un compromiso de la propia presidenta del Congreso, Francina Armengol, algo que desde la derecha del PP se califica como un "pago" a los grupos nacionalistas e independentistas por el apoyo a su designación. Junto a ellos y los votos del PSOE y Sumar, la medida saldrá adelante.