El gobierno de España en funciones, presidido por Pedro Sánchez, considera un éxito que en el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea ningún país haya vetado la propuesta de hacer oficiales el catalán, el euskera y el gallego. Para impulsar la medida, el ministro español de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, ha dicho que el proceso se iniciará con el catalán, "una lengua que hablan más de diez millones de personas, entre los 15en número de hablantes de la UE". Bon dia, sobre todo, bon dia.

"La presidencia ha podido constatar que nadie ha manifestado un veto contra nuestra protesta. Ningún Estado miembro ha ejercido su veto. Algunos han pedido más tiempo para analizarla. Hemos acordado seguir trabajando para dar respuesta a los Estados a esta propuesta española", ha dicho Albares, tras la reunión que apenas ha durado 45 minutos.

El líder de facto de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, fugado de la Justicia española, ha exigido que el catalán sea idioma oficial en la UE para dar los siete votos de su partido a la investidura de Sánchez. Sin ellos la coalición progresista no tiene mayoría.

El gobierno sabe que añade dificultades a su demanda el hecho de que se sumen gallego y euskera, ya que serían tres idiomas oficiales más y ya son 24 los oficiales en la Unión Europea. En la reunión se ha planteado que la medida se introduzca de forma gradual y con periodo transitorios.

"Proponemos iniciar el despliegue con el catalán y seguidamente con las otras dos lenguas cooficiales", ha apuntado Albares. "El final es que el catalán, el euskera y el gallego formen parte del régimen lingüístico, pero algunos Estados miembros plantean que tres lenguas de una vez era más difícil, y nos abrimos a que el idioma cuyos representantes han mostrado mas insistencia y con más de 10 millones de hablantes sea el primero".

Para que sea oficial un nuevo idioma hay que modificar el reglamento 1/58 de la UE, algo que solo puede hacerse por unanimidad. Suecia y Finlandia expresaron sus reservas la semana pasada, aunque no han vetado la propuesta. Francia, reticente al reconocimiento de idiomas regionales en sus fronteras, se ha mostrado dispuesta "a ayudar" pero ha pedido tiempo. Eslovenia ha sido de los países más favorables.

"Nuestros socios europeos saben que son lenguas que ya se usan en el Parlamento español. Y he trasladado la especificidad del caso español. No se trata de lenguas minoritarias", ha subrayado el ministro. "Hace casi 20 años España viene reclamando este régimen lingüístico. En 2005 ya se alcanzaron acuerdos en varias instituciones".

Sobre el coste, España se ha comprometido a asumirlo, sin concretar a cuánto ascendería. También se ocupa España de los gastos que comparta el uso actual de las lenguas cooficiales en las instituciones. Cualquier ciudadano español puede dirigirse en su lengua y también le contestarán así, por ejemplo. La oficina de la UE en Cataluña ofrece sus servicios en español y catalán. Pero ahora se trataría de que hubiera intérpretes disponibles además de traducir todo el acervo comunitario.

Albares ha remarcado que se trata de "una propuesta buena para Europa, ya que el multilingüismo es un objetivo de la Unión y así lo recoge el artículo 3". La mayoría de los países han pedido tiempo y que se hagan informes jurídicos y económicos sobre la cuestión.

No ha concretado el ministro sobre los plazos, pero ha incidido en que el gobierno español "quiere avanzar lo más rápidamente posible". El Consejo de Asuntos Generales es el foro donde se va a debatir el tema, cuando estén listas las conclusiones del grupo de trabajo.

"Hoy hemos avanzado. Hoy se da un paso clave. España varias veces ha tanteado, per es la primera vez que lo plantea. Se ha puesto en marcha la reforma del reglamento 1/58. Hoy es un día muy importante para seguir avanzando en la reforma del régimen lingüístico", ha concluido el ministro, que no suele acudir a estas reuniones pero lo ha hecho para enfatizar la relevancia de la demanda.