Alexia Putellas, la mejor jugadora del mundo, e Irene Paredes, una de las futbolistas con más peso en el vestuario de la Selección femenina, lideran las conversaciones con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que vuelva la paz al vestuario que hace poco más de dos meses pusieron la primera estrella en la camiseta al ganar el Mundial en Australia. Además, según ha podido saber este periódico, a las dos deportistas se ha unido María Dolores (Loli) Martínez Madrona, una de las árbitros más reconocidas en el panorama nacional que hace de intermediaria con la Federación.

Las últimas horas en el combinado femenino han sido convulsas, una vez que la Real Federación Española de Fútbol convocara a casi todas las jugadoras que tocaron el cielo este verano, después de que todas renunciaron a vestir la camiseta de España tras el escándalo del expresidente Luis Rubiales. Las 23 deportistas se han negado a volver a jugar si no se cumplen todas las exigencias que proponen y estas se siguen en unas discretas negociaciones que no cesan estos días.

En esta lista, sin embargo, no se encuentra Jenni Hermoso. La nueva seleccionadora, Montse Tomé, indicó que no era convocada para "protegerla" de la polémica. Una situación que ha criticado la propia futbolista. "¿Protegerme de qué?", se preguntaba ella.

La propia RFEF, una vez que Rubiales dimitió del cargo como presidente del organismo deportivo, realizó un comunicado en el que aseguraba que iban a tratar de arreglar la situación actual y estudiar las peticiones de las futbolistas. Pero, por el momento, el único destituido ha sido el exentrenador femenino Jorge Vilda.

Cruce de comunicados

“La RFEF quiere transmitir a las internacionales de la Selección el compromiso público adquirido por la nueva dirección de la institución que dirige el fútbol en España. El objetivo es expresar con claridad, y sin interpretaciones internas o externas, los ejes estratégicos en esta nueva etapa de la Federación que tanto el fútbol como la sociedad demandan. La propia Federación es consciente de la necesidad de realizar cambios estructurales, como ya ha anunciado el presidente de la Comisión Gestora, Pedro Rocha, y ha comenzado a materializar en las últimas fechas”, se leía en el texto.

“Estudiaremos las posibles consecuencias legales a las que nos expone la RFEF al ponernos en una lista de la que habíamos pedido no ser convocadas por razones ya explicadas públicamente y con más detalle a la RFEF”, zanjaron.

El desconcierto entre las futbolistas, que muchas de ellas no tenían ni billete comprado para viajar a España por parte de la RFEF, fue mayúsculo y en un primer momento no iban a acudir a la convocatoria para disputar los partidos de la Nation League. No obstante, el organismo deportivo amenazó a las jugadoras con sanciones que podían llevar a la inhabilitación y la retirada de fichas federativas.

Tras esto, el vestuario sostuvo que "nosotras como jugadoras profesionales de élite y tras todo lo acontecido en el día hoy, estudiaremos las posibles consecuencias legales a las que nos expone la RFEF al ponernos en una lista de la que habíamos pedido no ser convocadas por razones ya explicadas públicamente y con más detalle a la RFEF, y con ello tomar la mejor decisión para nuestro futuro y para nuestra salud".

Tras la polémica, las jugadoras han ido llegando a cuentagotas a la concentración, pero la paz no ha llegado y Alexia Putellas e Irene Paredes están manteniendo duras reuniones, según confirman fuentes conocedoras de las mismas, con representantes de la Federación para que se cumplan los puntos que piden las jugadoras.

Cabe recordar que Alexia Putellas fue la primera futbolista en romper el silencio del vestuario cuando se desató la polémica por el beso de Rubiales. “Esto es inaceptable. Se acabó. Contigo compañera", escribió en favor de su amiga y compañera Jenni Hermoso. Todo el mundo vio lo que pasó. La víctima eres tú. Estoy contigo amiga", dijo en X (antiguo Twitter), Irene Paredes, segunda jugadora en dar su opinión.