Los socialistas continúan aferrados a una especie de ley seca. Secretismo total, cerrojazo informativo, para no adelantar su estrategia política y no dar bazas a su directo adversario, al PP. En la cúpula aseguran que ya escarmentaron con la campaña de las autonómicas y municipales del 28 de mayo, en la que mostraron sus cartas por anticipado, y que se corrigieron de cara a las generales del 23 de julio, donde guardaron con celo cada uno de sus movimientos. Reserva que aplicaron en la negociación de la Mesa del Congreso, con cuyo control finalmente se hicieron, y que siguen estirando ahora que siguen los contactos bajo el radar con Junts y ERC. Y secreto que extienden de cara al debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo. Ni en la Moncloa ni en Ferraz quieren desvelar si será el propio presidente en funciones, Pedro Sánchez, quien dará la réplica al líder de los populares, aunque distintas fuentes del Ejecutivo apuntan a que esa es la previsión. Tampoco adelantan las líneas maestras del contenido de su discurso, con el argumento de que primero partido y Gobierno quieren escuchar el programa que el dirigente gallego presente a la Cámara baja.

El debate de investidura de Feijóo arranca este 27 de septiembre, martes, en el Congreso de los Diputados, 35 días después de recibir formalmente el encargo del Rey. 35 días que concluyen con los mismos apoyos con los que arrancó su andadura: 172. Los de su partido (137), Vox (33), Unión del Pueblo Navarro (1) y Coalición Canaria (1). A cuatro de la mayoría absoluta. Salvo sorpresa mayúscula, el jefe de los conservadores no logrará su elección como presidente ni en primera vuelta, el miércoles, cuando se requiere mayoría absoluta (176), ni en segunda ronda, el viernes, a las 48 horas, cuando se exige mayoría simple (más síes que noes). Enfrente se topará con un muro infranqueable de 178 votos: PSOE (121), Sumar (31), ERC (7), EH Bildu (6), PNV (5), BNG (1) y también Junts (7).

Si Sánchez interviene en lugar de Patxi López, tendría un tiempo de 30 minutos y una réplica de otros diez, como ocurre con el resto de grupos. Si lo hace como Gobierno, no tendría límites

La sesión arranca a las 12 de la mañana, y está previsto que Feijóo hile un discurso de aproximadamente hora y media. Después, la presidenta de la Cámara baja, la socialista Francina Armengol, ordenará un receso, para retomar el debate por la tarde, en principio a las 15 horas, aunque podría llevar la reanudación a las 16 horas si el jefe del PP se alarga más de lo previsto. Entonces, le tocaría el turno al Grupo Socialista, y en su nombre podría tomar la palabra su líder, Pedro Sánchez. En este caso, dispondría de un tiempo limitado, el que tienen todos los portavoces de los grupos, de 30 minutos en la primera intervención y de 10 minutos en la réplica. La presidenta podrá conceder un tiempo extra de dúplica de tres minutos. De optar por este modelo, Sánchez seguiría el precedente de Mariano Rajoy en marzo de 2016. En ese momento, el líder socialista era candidato a la investidura —compareció con un acuerdo firmado ya con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera—, y Rajoy estaba al frente del Ejecutivo en funciones. Sánchez fracasó en los dos intentos y España se dirigió a las urnas el 26 de junio de 2016.

Fuentes del Ejecutivo indicaban a este diario que el patrón de hace siete años es el que se emplearía ahora, este martes. Otra alternativa es que Sánchez intervenga como presidente, y en ese caso no tendría limitación de tiempo —tampoco la tiene el candidato a la investidura—, ya que el Gobierno puede tomar la palabra en cualquier momento, siempre que lo solicite, facultad que le confiere el artículo 70.5 del reglamento del Congreso. En 2016, por ejemplo, lo hicieron los titulares de Exteriores y del Interior en funciones, José Manuel García-Margallo y Jorge Fernández Díaz, por sendas alusiones del candidato Sánchez.

Desde Sumar tampoco confirman quién tomará la palabra para contestar a Feijóo. Podría ser la propia Yolanda Díaz. De ser así, los dos líderes del Ejecutivo saldrían al combate de la derecha, como hicieron frente a Ramón Tamames

Si el turno del Grupo Socialista lo consume el jefe del Ejecutivo y no su portavoz en el Congreso, Patxi López, una posibilidad obvia es que haga lo mismo en Sumar su líder, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en lugar de su portavoz en la Cámara baja, Marta Lois. Fuentes del grupo recordaban este lunes, de hecho, que no han confirmado quién intervendrá para responder a Feijóo. Si finalmente salieran a la tribuna de oradores Sánchez y Díaz, sucesivamente, ambos estarían reproduciendo el esquema de la última moción de censura, defendida por Ramón Tamames, aspirante de Vox, aunque entonces los dos lo hicieron como representantes del Gobierno y sin límite de tiempo. Fue el momento en que el presidente y la líder de Sumar se proyectaron como tique electoral, como tándem en unas generales que se preveían para finales de año pero que finalmente se celebraron el 23 de julio. En la Moncloa celebraron ese doble golpe por sorpresa en el debate. Ahora, la alternativa de que los dos, Sánchez y Díaz, combatan coordinadamente a Feijóo, está sobre la mesa.

"Respetuoso con el procedimiento de investidura"

Este lunes, ni la portavoz del PSOE, Pilar Alegría —en su caso, en La hora de La 1 (TVE)—, ni la del Gobierno, Isabel Rodríguez —en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, adelantado un día precisamente por la sesión de investidura—, quisieron anticipar siquiera si Sánchez tomará la palabra. Lo único seguro es que todo el Gobierno asistirá a la larga jornada en el Congreso. Rodríguez subrayó que el "protagonismo" le corresponde al candidato, a Feijóo, y que el Ejecutivo "se ha mostrado en todo momento respetuoso con el procedimiento de investidura".

A Feijóo, dice Rodríguez, le gustaría "cerrar los ojos y que amaneciera siendo 30 de septiembre", pero tiene que "cumplir con el mandato del Rey y certificar que no tiene mayoría suficiente"

La portavoz del Gabinete sostuvo, no sin cierta sorna, que la coalición está "deseando escuchar" la propuesta que el jefe del PP dirija a la Cámara, aunque seguramente a él "le gustaría cerrar los ojos y que amaneciera siendo 30 de septiembre", con el debate ya rematado, pero tiene que pasar por el trago de una sesión fallida, "cumplir con el mandato del Rey y certificar que no tiene mayoría suficiente para gobernar el país".

El propio Sánchez no quiso desvelar la semana en Nueva York, en una conversación informal con los periodistas en el marco de la Asamblea General de la ONU, si sería él quien daría la réplica a Feijóo. "Ya lo veréis", les dijo, informa EFE. En las últimas horas, el hermetismo se ha mantenido. Fuentes de Ferraz insisten en que la estrategia no se romperá: reserva hasta el final para pillar por sorpresa a Feijóo.

Lo que sí hizo el Gobierno fue, como ya relataba este diario ayer, minimizar el impacto del acto multitudinario que el PP convocó el domingo en el corazón del distrito de Salamanca en protesta por la hipotética ley de amnistía. "La cifra importante no son 30.000, 40.000 o 60.000 [personas], si no es haber sido capaz de forjar una mayoría parlamentaria que diera viabilidad a esa investidura, es decir más de 176 escaños, y a día de hoy el señor Feijóo, que es el candidato a esa investidura, cuenta solo con 172", señaló Rodríguez.

La portavoz recalca que no importa que se concentraran 40.000 o 60.000 personas, porque lo "relevante" es "la cita constitucional". Alegría vuelve a condenar la apelación al transfuguismo por parte de los populares

La Delegación del Gobierno cifró la asistencia al mitin del PP en 40.000 personas, y el propio partido, en 60.000, y remarcó que el acto desbordó las expectativas iniciales. Rodríguez hizo hincapié en que "en este momento lo relevante" es "la cita constitucional", la sesión de investidura, a la que Feijóo llega con "los mismos escaños" con los que inició el trayecto, 172. "De lo único que tendría que hablarnos es de su proyecto de país, que a la vista de no haber sido capaz de presentarlo en estos últimos 30 días no lo tiene". Y añadió: "Lo importante es lo que la mayoría social de España escuchamos en las urnas con mucha rotundidad... que no quería una alianza del PP con Vox".

Lo que no contemplan los socialistas bajo ningún concepto es que un diputado de sus filas pueda saltarse la disciplina de voto y acabar apoyando a Feijóo. La votación en las investiduras es siempre pública y por llamamiento, de forma que cada diputado contesta , no o abstención cuando la Mesa le pregunta si respalda la elección del candidato como presidente. No pulsa ningún botón. El PP, sin embargo, ha intensificado su apelación en los últimos días a los socialistas críticos con la línea oficial. Alegría tildó de "despropósito" y "absolutamente vergonzoso" que los populares hagan "llamamientos" al transfuguismo y la "traición". "Los socialistas somos gente seria, que se viste por los pies. Y sabemos muy bien lo que vamos a hacer mañana [por este martes]", decir "no a la investidura del señor Feijóo", precisó en otra entrevista, esta en La mirada crítica, en Telecinco. La hipótesis de un nuevo tamayazo está descartada en la cúpula del PSOE.

"Caminar hacia el referéndum"

A partir del viernes, cuando fracase la segunda votación de investidura, se abrirá un segundo capítulo. El Rey abrirá previsiblemente una segunda ronda de contactos con los líderes políticos, de la que Sánchez saldrá nominado como candidato. El Ejecutivo, dijo la portavoz, desea que "España deje de perder tiempo". Espera, pues, que "cuanto antes" haya un nuevo Gobierno, "no solamente en funciones que funciona, sino un Gobierno en plenas funciones".

Llevamos muchos años escuchando ese miedo, ese llamamiento a que viene el lobo, a que España se rompe", manifiesta Rodríguez, que vuelve a pedir "tranquilidad" y "confianza"

Las señales que lanzan los socialistas es que Sánchez pretende someterse a la confianza del Congreso en pocas semanas, quizá en octubre, pero también quiere dar tiempo a Junts para que abandone sus "posiciones de máximos". No hay concreciones sobre la fecha, como tampoco sobre esa hipotética ley de amnistía que no sale de los labios de sus portavoces. Alegría, en La 1 de TVE, volvió a tirar de los socorridos circunloquios de las últimas semanas: "Lo que nosotros haremos es darle continuidad a la política de reencuentro, de diálogo, que hemos hecho durante todo este tiempo". ¿Eso pasa por la amnistía a los encausados del procés?, le repreguntó la periodista Silvia Intxaurrondo. "Eso pasa por tomar decisiones que favorezcan el reencuentro, que favorezcan la convivencia". Rodríguez, por su parte, volvió a lanzar el mensaje de "confianza plena en las instituciones democráticas y los trámites democráticos", un mensaje de "tranquilidad" ante el "discurso del miedo", por los peligros en los que caería el país si se aprobara una amnistía. "Llevamos muchos años escuchando ese miedo, ese llamamiento a que viene el lobo, a que España se rompe".

Del mismo modo, ni Ferraz ni la Moncloa quisieron confirmar o desmentir las palabras de Raquel Sans, portavoz de Raquel Sans, que este lunes insistió en que "la parte política" de la futura ley de amnistía "está resuelta", por lo que la discusión con los socialistas se centra ya en las "cuestiones técnicas", razón por la cual ya "circulan documentos". La dirigente no entró en detalles sobre qué tipo de textos se han intercambiado ni entre qué partes de los distintos actores de las conversaciones, informa EFE. "Tenemos que abordar la negociación de verdad y tenemos que comenzar a caminar en relación con el referéndum", agregó. El propio presidente ha insistido en que no desbordará el marco constitucional y en su partido repiten que el referéndum no es de ningún modo posible.

Aunque Sánchez finalmente se dirija a sus señorías durante el debate de investidura de Feijóo, es probable que tampoco avance el siguiente escenario, sus negociaciones para su propia investidura. El presidente no quiere dar pasos en falso ni hablar antes de tiempo.