El crecimiento del movimiento 'veggie', que agrupa a las personas que siguen dietas veganas, vegetarianas y flexitarianas parece estar perdiendo fuerza tras el auge registrado durante la pandemia. El informe The Green Revolution elaborado por la consultora especializada Lantern refleja un freno del desarrollo de esta tendencia, con una pérdida de 600.000 consumidores en los últimos dos años en España.

Y eso tiene un reflejo en el consumo de productos fabricados específicamente para aquellos que siguen estas modalidades de alimentación en las que se descarta la carne o se limita al máximo su consumo. Precisamente, las alternativas vegetales a la carne han sufrido una caída del 3,4% en valor y un 7,8% en volumen este último año, con 114 millones de euros y 8.848 toneladas vendidas respectivamente. Si de esa cifra se excluye un producto de referencia como el tofu (20 millones), la facturación se quedaría en apenas 95 millones en 2023.

Algunas subcategorías de productos caen en volumen de forma muy acusada: las alternativas vegetales a los embutidos (-42%) y las picadas (-37%). Las hamburguesas y los ’empanados’ también caen un 18% y un 24% respectivamente en volumen. Al contrario, las 'tiras' llevan creciendo dos años consecutivos a un ritmo del 48% en volumen y un 46% en valor, hasta los 17 millones en ventas. Las salchichas también bajan de 592 a 533 toneladas (-9,96%), aunque aumentan su facturación.

Las dos únicas categorías que logran seguir creciendo son las alternativas vegetales a la leche y a los yogures. El resto (alternativas a carne, pescado, quesos o helados) han caído en volumen de ventas, según los datos de la consultora Nielsen IQ hasta junio de 2023.

Los productos lácteos han sido una de las categorías que mayor incremento de precios ha registrado en los lineales de los supermercados en el último año. Y en ese contexto, las bebidas vegetales alternativas han conseguido seguir creciendo tanto en valor como en volumen. La facturación de la categoría ha subido un 7,4% (de 344,8 a 370,3 millones) mientras que el crecimiento en volumen es del 5,6% (de 272.903 a 288.703 millones de litros).

Las bebidas vegetales de avena son las que mayor peso tienen en la categoría, un 44% del valor, seguidas de las de soja, con un 22%, y de las elaboradas con almendras, con un 20%, según los datos de Nielsen IQ con datos anuales al mes de junio 2023.

Eso sí, en línea con lo ocurrido en otras muchas categorías como consecuencia de la inflación, el consumo de alternativas vegetales a la leche ha sufrido un traslado de la marca de fabricante a la marca de distribución. Hasta el año pasado, las marcas de fabricantes dominaban la categoría, pero en 2023 las tornas han cambiado, y la 'marca blanca' su pone el 56,2% del volumen total.

El informe de Lantern refleja también que las alternativas vegetales a los postres, al queso y a los helados también caen en el último año, "probablemente por el azote de la inflación". "La subida de los costes de las materias primas ha puesto todavía más presión a unos productos que ya
de por sí eran notablemente más caros que lo que intentan reemplazar", abunda el texto en referencia al conjunto de categorías.

4,5 millones de 'veggies'

Pese al retroceso general, si se elimina el efecto de la pandemia, el movimiento veggie ha aumentado desde el 9,9% de la población española en 2019 al 11,4% en 2023. Por perfiles, hay un total de 670.000 personas que se declaran vegetarianas, un 20% más que en 2021 y representan un 1,7% de la población adulta. Éstas comen algunos productos de origen animal como huevos y derivados lácteos.

Por contra, los más estrictos, los veganos apenas son 276.000 personas y suponen solo un 0,7% de la población adulta, lo que supone una décima menos respecto a 2021.

Aquellos que declaran seguir una dieta flexitariana -consumir la menor cantidad de proteína animal, aunque sin eliminarla por completo- representan 1,8 puntos menos que hace dos años, cuando llegaron a ser el 10,8% de la población. Actualmente, 3,5 millones de personas, de los 4,5 millones que se identifican como veggies.

"La pandemia y el confinamiento incrementaron la conciencia de la población sobre la salud, el entorno y los animales. El fin de estas circunstancias ‘excepcionales’ parece haber tenido un ‘efecto rebote’ en la población, ávida de placer y disfrute en todos los sentidos, incluida su dieta", explica el informe.

Por sexos, la población femenina representa al 59% de los veggies y al 74% de la población vegetariana y vegana. Asimismo, los datos de la consultora reflejan que la disminución de la práctica de las dietas plant-based se ha dado principalmente en los hombres, tanto en los veganos y vegetarianos, donde se ha producido un ligero descenso, como especialmente entre los flexitarianos.

Por edades, las mayores penetraciones se encuentran entre los jóvenes menores de 24 años, donde el 16% siguen dietas veggies. Asimismo, lideran la penetración de dietas vegetarianas y veganas, con un 4,8% y 1,9% respectivamente. La población de entre 55 y 64 años aglutina al 13% de veggies, principalmente flexitarianos, con tasas de veganos y vegetarianos más bajas.

El estudio refleja también el extremo totalmente opuesto, es decir, que declaran consumir carne todos los días y que suponen el 12% de los omnívoros. Y pese a no definirse como flexitarianos, un 44% de españoles que se declaran omnívoros (el 88,5% de la población) afirma que intenta reducir su consumo de carne, especialmente de carne roja. En concreto, un 27% que intenta reducir el consumo de carne roja frente a un 17% que reduce el consumo de todo tipo de carnes.

España, a la cola

Las cifras es España están en el pelotón de cola a nivel europeo. En Alemania, Austria y Países Bajos, los veggies ya son un tercio de la sociedad, con 34%, 32% y 30% de población veggie respectivamente. En Italia, Francia y España, la población veggie no es tan importante, situándose entre el 25% y 13% de la población. En Francia la tendencia se ha expandido desde el flexitarianismo, con un 24% practicando esta dieta frente al reducido número de dietas más estrictas, vegetarianas y veganas, que solo alcanzan el 1%.

Entre otras causas de la poca implantación que tienen toda´via, el estudio recuerda que "la respuesta del mercado se ha centrado en el desarrollo de imitaciones de alimentos de origen animal como hamburguesas, salchichas y nuggets" mientras que "la motivación del consumidor nunca ha sido la de comer imitaciones de carne, sino comer más vegetal".

"No olvidemos que los flexitarianos, el grueso del mercado, no tienen inconveniente en comer carne o pescado ocasionalmente" y además, los "nuevos productos, en estos primeros años, no han cumplido con las expectativas mínimas para que tuvieran éxito", abunda el texto.

Sabor mejorable

En este sentido, la consultora recalca que "el sabor y textura de los productos, a pesar de haber mejorado notablemente, todavía no es plenamente satisfactoria, sobre todo cuando se centran en categorías extremadamente indulgentes". Respecto a la calidad nutricional, dice que "prácticamente no existen productos que nutricionalmente mejoren, al menos, a los que intentan imitar y reemplazar".

Asimismo, el informe pone de manifiesto que "pocas marcas se han desarrollado adecuadamente". "Muy pocas han hecho una apuesta decidida para construir una notoriedad y posicionamiento. En España Heura y Sigma-Campofrío son las que han apostado más claramente por crear marcas fuertes y notorias", abunda.

Eso sí, destaca que en la categoría de las alternativas vegetales a los lácteos, Danone se ha posicionado como líder europeo con su marca Alpro, "a través de una propuesta desenfadada y enfocada en el sabor y la sostenibilidad con fuertes inversiones en comunicación".

Por otro lado, la consultora sostiene que los mensajes para incentivar el consumo de este tipo de productos alternativos se centran generalmente en el impacto en la sostenibilidad. "Para un consumidor medio no es fácil entender por qué un producto ultra-procesado de ingredientes desconocidos es más sostenible que comer carne", concluye el informe.