Los Veintisiete consideran urgente alcanzar un pacto sobre migración y asilo, una cuestión que quedó pendiente tras la crisis de 2015. "Tenemos que privar a los demagogos y populistas del argumento de que Europa no puede resolver nuestro problema migratorio", ha dicho el vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, comisario de Protección del Estilo de Vida Europeo que lleva en su cartera el pacto.

Sin embargo, son varios los puntos de fricción y los avances solo se dan poco a poco. En la reunión de este jueves en Bruselas, a la que ha asistido el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, se ha logrado que Alemania levantara sus reservas sobre la gestión de crisis, pero Italia ha pedido "más tiempo" para estudiar la propuesta desde el punto de vista jurídico. Los alemanes, sobre todo los Verdes, están preocupados de que se salvaguarde la defensa de los derechos humanos de los migrantes y por la acción de las ONG.

Repunte de la migración desde Túnez

Este debate de los ministros de Interior se produce en medio de un repunte de la migración irregular desde Túnez a Italia, aunque también hacia Samos y Lesbos, según la UE. "En lo que va de año, hemos recibido más de 250.000 llegadas irregulares a la UE. El principal aumento es hacia Italia y principalmente Lampedusa, que está realmente bajo presión, dijo Ylva Johansson, comisaria Europea de Asuntos de Interior, según cita The Guardian.

Según el último borrador, de 53 páginas, en situaciones de crisis, se permitiría a los países europeos detener a personas durante periodos más largos y daría a los gobiernos exenciones temporales de las normas que suelen aplicarse a los solicitantes de asilo.

El texto busca un equilibrio entre los que está preocupados por que haya normas más flexibles como los que consideran fundamental que se respeten los derechos humanos de los migrantes, según fuentes comunitarias. Si finalmente hay acuerdo, el plan final ha de negociarse con el Parlamento Europeo.

De todas formas, el ministro del Interior en funciones del gobierno de España ha sido optimista de que haya fumata blanca en los próximos días. Ya habría un apoyo mayoritario, pero es fundamental contar con Italia para que el pacto salga adelante, ya que es un país frontera de la UE.

Ha quedado fuera del pacto la exigencia de cuotas de acogida, a lo que se oponían tajantemente Hungría y Polonia. Es un obstáculo menos para el pacto, pero deja claro que es difícil combinar la solidaridad y la responsabilidad.

La idea era acoger a unos 30.000 refugiados y aportar 600 millones de euros anuales a la reserva de solidaridad. Si se rechazaba el traslado, había que aportar 20.000 euros, aunque se podría compensar con ayuda logística. Ha habido que hilar fino para elaborar una solidaridad a la carta.

El reparto había sido defendido por la Alemania de la canciller Angela Merkel, quien dijo aquella frase: wir shaffen das! (lo conseguiremos). Alemania aceptó entonces un millón de refugiados, en su mayoría procedentes de Siria y Afganistán. Pero hasta la revista Der Spiegel se preguntaba esta semana si lo volverían a conseguir.

En los primeros ocho meses del año, la Oficina Federal de Migración y Refugiados había registrado más de 200.000 solicitudes iniciales de asilo, un aumento del 77% con respecto al mismo periodo del año pasado. La ministra del Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser, ha establecido más controles fronterizos aleatorios en la frontera con Polonia y República Checa.

Entre Polonia y Alemania hubo fricciones esta semana, ya que el canciller federal alemán, Olaf Scholz, se refirió al escándalo de venta de visados en embajadas polacas de África y Asia. "No quiero que se deje pasar a la gente desde Polonia y que después se discuta sobre nuestra política de asilo", dijo Scholz. Polonia, inmersa en la campaña electoral, acusó al canciller alemán de inmiscuirse en asuntos internos.

El gobierno alemán observa con preocupación cómo sube el apoyo a Alternativa para Alemania, que debe en parte su entrada en el Parlamento federal precisamente a la política migratoria de Merkel, que criticaron de forma furibunda.

Más protección para los ucranianos

Los Veintisiete sí que han aprobado ampliar la protección temporal hasta marzo de 2025 a los ucranianos que huyen de la agresión rusa. "La UE apoyará al pueblo ucraniano todo el tiempo que sea necesario", ha dicho el ministro español del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska. "La prórroga del estatuto de protección ofrece certidumbre a los más de cuatro millones de refugiados que han encontrado un refugio seguro en la UE."

El Comité Internacional de Rescate (IRC) ha advertido de que algunos elementos del Pacto de Migración y Asilo propuesto por la UE "podrían situar la política de asilo y migración de la UE en la senda equivocada durante los próximos años". La IRC subraya que "cuando se produce una crisis tiene que haber más solidaridad, no una rebaja de las normas".

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