La clase política israelí cierra filas para hacer frente a Hamás, que ha planteado uno de los mayores desafíos al Estado hebreo desde su formación en 1948 con la llamada operación Inundación de Al Aqsa, que ya se ha cobrado más de 1.200 muertos en Israel. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el líder centrista de la oposición, Benny Gantz, han acordado formar un gobierno de unidad de emergencia, según un comunicado conjunto del partido de la oposición Unidad Nacional. Yoav Gallant seguirá siendo ministro de Defensa.

El gobierno de unidad se concentrará en los combates en curso con Hamás en Gaza. Según Haaretz, el ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Gadi Eizenkot, y el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, actuarán como observadores. Si quisiera unirse, reservan un puesto para el otro líder opositor Yair Lapid (Yesh Atid), ex primer ministro.

Los hasta ahora miembros de la coalición han dado la bienvenida a Gantz. El centrista Benny Gantz, de 64 años, está considerado como un político antitético de Netanyahu. "Es discreto y firme. Los israelíes le perciben como una persona íntegra", según dice David Makovsky, del Washington Institute for Near East Policy, en The Washington Post.

El líder del Shas, Aryeh Deri, se ha mostrado satisfecho de este paso. "Nuestros enemigos ven nuestra unidad y comprenden que no pueden vencernos. Todo el pueblo de Israel está unido y con la ayuda de Dios venceremos". El ministro de Energía, Yisrael Katz, ha escrito en su cuenta de la red social X: "Adelante. Hacia la victoria".

Durante los últimos meses, Israel se ha visto inmerso en una crisis política sin precedentes debido al intento de Netanyahu de aprobar una serie de reformas para controlar al poder judicial. Una amplia mayoría de la sociedad se rebeló en las calles contra lo que calificaron como "golpe judicial".

Son muchos en Israel los que relacionan esta crisis, por desmantelar los servicios de seguridad, y la deriva ultraderechista del gobierno, que ha atizado el conflicto con los palestinos, con los enormes fallos que han permitido que Hamás diera un golpe histórico a Israel. El editorial de Haaretz del domingo 8 era demoledor: "El culpable de este desastre es Netanyahu".

En respuesta al masivo lanzamiento de cohetes de Hamás el sábado, que precedió a la entrada de unos 2.000 terroristas en territorio israelí, Israel está bombardeando desde el aire y la Marina la Franja de Gaza, donde viven hacinados unos 2,3 millones de personas. La población de Gaza sufre ahora un bloqueo total, con corte de electricidad, agua y alimentos, tal y como anunció el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant.