Carles Puigdemont ha querido dejar claro este lunes la falta de confianza que le inspiran los diferente estamentos del Estado en su negociación de una amnistía a cambio de la investidura de Pedro Sánchez. En un mensaje en su perfil oficial de X, antes Twitter, el ex presidente catalán recuerda que Lluís Companys fue amnistiado por el Gobierno de Manuel Azaña, para ser fusilado cuatro años después.

Poco después de que el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, pusiera como ejemplo la amnistía de Azaña a Companys, Puigdemont advertía que "España amnistío al president Companys. Pero cuatro años después, España lo fusiló". Sin hacer distingos entre el Gobierno de la República y el tribunal franquista que sentenció a su antecesor, Puigdemont asegura que "el problema está en el corazón del Estado; son los poderes profundos los que convierten los esfuerzos y acuerdos políticos en papel de fumar".

Uno de los aspectos que ensombrecen las expectativas del independentismo sobre la amnistía es la posibilidad de que el Tribunal Supremo plantee una cuestión de inconstitucionalidad antes de aplicar la futura ley a Puigdemont, pendiente de juicio ante el alto tribunal por la organización del referéndum del 1-O.

"Por eso son necesarias todas las precauciones posibles, siempre" concluye el líder de Junts, que se ha convertido en interlocutor prácticamente único del PSOE en la negociación de la investidura.

Reivindicación de Companys

El expresident hacía esta advertencia un día después del aniversario del fusilamiento de Companys, una de las fechas señaladas del calendario independentista. Coincidiendo con esa fecha, Puigdemont reclamó este domingo a España que pida perdón al pueblo de Cataluña por el "asesinato a manos de fascistas" del expresidente de la Generalitat republicana.

Lluís Companys fue una "víctima formal del Estado español" y su ejecución "es un crimen que todavía resuena" advirtió el expresident desde Waterloo. Puigdemont sostiene que Companys no fue una víctima de un "comando de incontrolados", sino que fue una "víctima formal del Estado español. Y es este (el Estado español) quien tiene que pedir perdón al pueblo de Cataluña, porque le ejecutó por haber sido president".