En horario de máxima audiencia, desde el Despacho Oval, el presidente, Joe Biden, se ha dirigido a los estadounidenses en un discurso de 15 minutos porque América, y el mundo, está en "un punto de inflexión en el que las decisiones que tomemos determinarán el futuro en las próximas décadas".

Biden ha vinculado al líder ruso, Vladimir Putin, con Hamás porque "quieren aniquilar las democracias vecinas", de ahí que pida al Congreso una ayuda presupuestaria urgente para ayudar a Ucrania y a Israel. "Es una inversión inteligente que hará América y el mundo más seguro". EEUU es el mayor proveedor de ayuda a Kiev y aporta unos 3.800 millones de dólares anualmente a Israel, pero Biden pide más para estos países en guerra.

Son dos guerras que tienen al mundo al borde del abismo: en Ucrania llevan ya más de 600 días combatiendo contra la agresión rusa, y los soldados israelíes se disponen a entrar en Gaza después de que Hamás perpetrara el 7 de octubre su mayor golpe: más de 1.400 israelíes muertos y unos 200 secuestrados. Israel declaró la guerra a Hamás.

"La historia nos enseña que cuando los terroristas no pagan un precio por su terror, cuando los dictadores no pagan un precio por su agresión, causan más caos y muerte y más destrucción", ha dicho Biden. "Siguen adelante. Y el coste y las amenazas para Estados Unidos y el mundo siguen aumentando".

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El presidente de EEUU ha explicado a los ciudadanos que si bien parecen lejos, Ucrania e Israel, lo que pase allí afecta a América y al mundo. "Si no detenemos el apetito de Putin por el poder y el control en Ucrania, no se limitará sólo a Ucrania. Putin ya ha amenazado con recordar a Polonia que su territorio occidental fue un regalo de Rusia. Uno de sus principales asesores, ex presidente de Rusia, ha llamado a Estonia, Letonia y Lituania provincias bálticas de Rusia".

Irán está apoyando a Rusia en Ucrania, y a Hamás y otros grupos terroristas en Oriente Próximo"

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Según Biden, si no se paran los pies a Putin, "los posibles agresores de todo el mundo se envalentonarían e intentarían hacer lo mismo". De ese modo, "el riesgo de conflicto y caos podría extenderse a otras partes del mundo: en el Indo-Pacífico, en Oriente Próximo, especialmente en Oriente Próximo". Ha destacado el papel de Irán porque "está apoyando a Rusia en Ucrania, y está apoyando a Hamás y a otros grupos terroristas en la región".

Ha querido dejar claro que el respaldo de EEUU a Israel, un pueblo al que ha visto "decidido, resistente y también conmocionado y muy dolido", no es incompatible con el compromiso con "el derecho del pueblo palestino a la dignidad y a la autodeterminación" porque "lo que ha hecho Hamás "no les quita ese derecho". Ha añadido: "No podemos ignorar la humanidad de palestinos inocentes que sólo quieren vivir en paz y tener una oportunidad".

Ha aludido a la "trágica pérdida de vidas palestinas, incluida la explosión en el hospital de Gaza", que ha insistido: "No fue obra de los israelíes". Estados Unidos comparte la versión de Israel que ha apuntado a la Yihad Islámica como responsable de la explosión, provocada por un cohete que se habría desviado de su objetivo. Según Hamás, fue un ataque de Israel que está bombardeando la Franja desde que sufrió el ataque del 7-o.

Biden acaba de regresar de Israel, donde se ha visto con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, a quien le ha dejado claro que Estados Unidos apoya a Israel, si bien ha recomendado a los israelíes que no se dejen llevar por la ira. Es decir, que no se precipiten y piensen en el día después.

Ha comparado reiteradas veces la masacre del 7 de octubre en Israel, a manos de Hamás, con el 11-S. Y por eso señala que han de aprender de los errores que cometió EEUU, en alusión implícita a la guerra en Irak y la invasión de Afganistán. Washington está preocupado por que no ve que Israel tenga un plan para el día después de la victoria sobre Hamás. Biden no es favorable a una nueva ocupación.

Justo antes de su discurso, Biden ha conversado con teléfono con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a quien ha asegurado que EEUU sigue comprometido con Kiev. Casi tres cuartas partes de los republicanos se oponen a una mayor financiación para Ucrania, mientras que el 62% de los demócratas la apoyan.

Este discurso se produce cuando la Cámara de Representantes continúa sin un líder, después de que los republicanos no hayan logrado encontrar un candidato de consenso. Están pendiente de aprobación los presupuestos para el año que viene, que contendrán partidas para Ucrania e Israel. Los demócratas se oponen a la ayuda a Israel y los republicanos recelan de dar más fondos a Ucrania. Se demandan unos 100.000 millones para Ucrania, Israel, Taiwán y la frontera con México.

"No podemos permitir que la mezquina política partidista y airada se interponga en el camino de nuestras responsabilidades como gran nación. No podemos dejar y no dejaremos que terroristas como Hamás y tiranos como Putin ganen. Me niego a que eso ocurra", ha remarcado.

El presidente, solemne en la segunda ocasión que utiliza el marco del Despacho Oval, se ha referido a cómo "el liderazgo estadounidense es lo que mantiene unido al mundo". Ha defendido que "las alianzas estadounidenses son las que nos mantienen seguros en Estados Unidos. Los valores estadounidenses son los que nos convierten en una nación socia con la que quieres trabajar". Y si se deja de lado a Ucrania o a Israel, "todo ello se pone en riesgo". Para Biden, apoyar estas dos guerras es "vital para la seguridad nacional de Estados Unidos".

Biden ha evocado a quien fuera jefa de la diplomacia estadounidense, Madeleine Albright, para quien EEUU es "la nación indispensable", especialmente en momentos decisivos. "Todavía somos el faro del mundo". Y ha concluido: "No hay nada, nada más allá de nuestra capacidad, si actuamos juntos".