El Banco Central Europeo lleva algo más de un año subiendo los tipos de interés en todas las reuniones. El objetivo es claro, reducir el consumo y así bajar la inflación. Una de las principales consecuencias es que sube el precio de los créditos e hipotecas, por lo que su demanda cae. Según la encuesta de préstamos bancarios elaborada por el BCE del tercer trimestre, los bancos endurecieron sus criterios de crédito más de lo previsto. Sin embargo, Banco Santander asegura que no están endureciendo las condiciones al crédito, que el saldo cae porque hay más demanda. 

De hecho, Héctor Grisi, consejero delegado de la entidad, y José García Cantero, director financiero, apuntan a que el porcentaje de concesión de las hipotecas es el mismo que antes. “No hemos cerrado el grifo, ni hemos endurecido las condiciones”, aseguró García Cantero durante la presentación de los resultados del tercer trimestre. No obstante, matizó que baja el crédito vivo porque se presentan menos solicitudes. 

Estas declaraciones contrastan con la encuesta de préstamos que también ha realizado el Banco de España, que apunta a que la oferta de crédito mantuvo su ritmo de endurecimiento en el tercer trimestre. Tanto los criterios de concesión como las condiciones generales de los nuevos préstamos se endurecieron de forma generalizada por sexto trimestre consecutivo, en paralelo a la subida de tipos de interés acometida por el Banco Central Europeo (BCE).

Respecto a los criterios, el nivel de endurecimiento fue similar al trimestre anterior en el caso de las empresas, mientras que en el crédito a hogares fue algo más acusado. En el caso de las condiciones particulares, la evolución fue más moderada para empresas mientras que fue similar para hogares.

"La evolución restrictiva de la oferta de crédito respondería al aumento de los riesgos percibidos por las entidades financieras, a una menor tolerancia a los mismos, y, en menor medida, al deterioro de su liquidez", ha indica Banco de España, al tiempo que ha explicado que las solicitudes de crédito rechazadas aumentaron en todas las modalidades.

Según los datos de Banco Santander España, la nueva producción de hipotecas cayó un 20% en este periodo. A pesar de la caída, esta nueva producción supone un 16% del mercado. Los directivos del banco apuntan a que en el cierre del año, la tónica va a ser la misma, es decir, que la nueva producción de hipotecas va a seguir cayendo. 

Grisi también se ha referido a la caída del 2% en el volumen de créditos que se está registrando, que ha achacado a la subida de tipos de los bancos centrales para frenar la inflación. "Hemos visto una caída importante de la demanda de crédito", señala y matiza que es lo que la política monetaria busca, “apretar la economía”. Al subir los tipos de interés la demanda de crédito cae “porque el disponible de la gente no le da para pagar una hipoteca a un coche”, añade. 

El consejero delegado asegura que esa subida de tipos todavía no se ha trasladado en su totalidad a los créditos y añade que las hipotecas en España están más baratas que en el resto de países. No obstante, el margen de los clientes, es decir, lo que cobran por los créditos y lo que pagan por los depósitos, ha aumentado en este trimestre hasta al 3,37% (para todos los clientes, tanto empresas como particulares). Es decir, el coste de los depósitos está en el 0,9% en España y la rentabilidad del crédito en el 4,27%. 

A pesar de esta diferencia, Banco Santander insiste en que no se ha trasladado esa política monetaria a los créditos y asegura que la diferencia con el bono es muy amplia. “Una hipoteca tiene una duración de entre un 20 y un 30 años, si pides una hipoteca a tipo fijo el banco tiene que ofrecerte un tipo de interés que le salga rentable durante toda la vida del crédito, por eso nos comparamos con el bono y no con lo que se paga en ese momento por el depósito”, explica el consejero delegado. 

Mayor amortización hipotecaria

El banco también está registrando una mayor amortización de los créditos hipotecarios. Grisi señala que los clientes están utilizando el ahorro que tenían, sobre todo de la pandemia, para poder reducir su deuda. En los tres primeros trimestres, Santander ha registrado un volumen de 3.500 millones de amortización y prevé que en el cuarto trimestre se sumen otros 1.500 millones de euros.

Esta cifra supondría que la amortización mensual es de algo menos de 390 millones de euros mensuales, que están en la línea de los datos del trimestre anterior, cuando se amortizaban unos 300 millones de euros mensuales. Una cifra que prevén que se extienda hasta final de año.