Un alto funcionario de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Craig Mokhiber, ha presentado este martes su dimisión en protesta por "el fracaso de la ONU en Palestina" para detener lo que ha calificado de "un genocidio de manual", ha cnfirmao el portavoz de la secretaría general, Stéphane Dujarric.

El ya ex funcionario acusa a Estados Unidos, Reino Unido y gran parte de Europa de ser "totalmente cómplices del horrible ataque". A su juicio, la ONU está "fracasando" en su deber de prevenir lo que él califica de genocidio de civiles palestinos en Gaza bajo los bombardeos israelíes.

Mokhiber escribió el 28 de octubre al alto comisionado de la ONU en Ginebra, Volker Turk advirtiéndole de que sería "su última comunicación con usted" en su cargo en Nueva York. Mokhiber, que dejaba el cargo al haber alcanzado la edad de jubilación, escribió: "Una vez más estamos viendo cómo se desarrolla un genocidio ante nuestros ojos y la organización a la que servimos parece impotente para detenerlo".

EEUU y Europa, cómplices

Ha recordado, además, que la ONU no había impedido genocidios anteriores contra los tutsis en Ruanda, los musulmanes en Bosnia, los yazidíes en el Kurdistán iraquí y los rohingya en Myanmar, y escribió: "Alto Comisionado, estamos fracasando de nuevo". "La actual matanza masiva del pueblo palestino, enraizada en una ideología colonial etnonacionalista de colonos, como continuación de décadas de su persecución y purga sistemáticas, basadas enteramente en su condición de árabes… no deja lugar a dudas".

"Estamos ante un caso de genocidio de manual", alerto. Afirmó, asimismo, que Estados Unidos, Reino Unido y gran parte de Europa no sólo "se niegan a cumplir las obligaciones que les impone el tratado" de las Convenciones de Ginebra, sino que además arman el asalto israelí y le dan cobertura política y diplomática.

En la misiva, Mokhiber dice que la ONU recibe "enormes presiones para transigir sus principios humanitarios" y que "algunas partes en la ONU, incluso al más alto nivel, han agachado vergonzosamente la cabeza con el poder" al tratarse de los derechos de los palestinos, aunque también dice que hay muchos en la organización que se niegan a transigir.

Mokhiber asegura que Israel practica una potente "propaganda" para presentarse como equivalente del pueblo judío y presenta así toda crítica como antisemitismo, algo que no sucede, por ejemplo, con las críticas a Arabia Saudí o Birmania, que no son vistas como islamofobia o antibudismo, respectivamente.

El ya dimitido funcionario, con una carrera en la ONU de varias décadas, anima a la oficina que acaba de abandonar a "unirse orgullosa al movimiento anti-apartheid que está creciendo en todo el mundo (…) por los derechos del pueblo palestino".

Hace dos semanas, también un alto funcionario del Departamento de Estado de EEUU presentó su dimisión por las mismas razones: Josh Paul, encargado de Asuntos Parlamentarios de la Oficina Político Militar del departamento, opinó que el apoyo "ciego" de la Administración de Joe Biden a Israel está llevando a decisiones "cortas de miras, destructivas y contradictorias con los valores" de los que presume.