Podemos aviva la polémica y justifica a Torra por la 'intromisión política' de Felipe VI

El secretario de Sociedad Civil de Podemos, Rafa Mayoral, ha señalado que la actitud del presidente de la Generalitat, Quim Torra, durante la inauguración de los Juegos Mediterráneos es "la consecuencia de que un institución no electa se meta en política como ocurrió el 3 de octubre" con el discurso del Rey tras el referéndum ilegal celebrado dos días antes.

En declaraciones a los periodistas durante su asistencia a una manifestación de apoyo a los vecinos del poblado minero de La Camocha (Gijón) en riesgo de desahucio, Mayoral ha abogado por "distender" la situación en Cataluña abriendo "cuanto antes" una mesa de diálogo "para empezar a solucionar las cosas en el ámbito de lo político".

"Hace falta entender que los problemas políticos deben tener soluciones políticas y que no tendrán soluciones judiciales", ha subrayado el dirigente morado tras lamentar que, tras la consulta del 1 de octubre, se optara por tomar "un callejón sin salida".

A su juicio, ahora hay que buscar salidas "contando con la opinión de los catalanes que sean capaces de recomponer la situación" dado que desde ninguna "concepción nacional ni en un sentido ni en otro" va a poder encontrarse una salida.

Para Mayoral, la solución pasa por el reconocimiento de una realidad plurinacional y de que la gente "tiene diversas identidades", lo que requiere "construir marcos de convivencia democrática decididos por la gente".

Ruptura

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, escenificó este viernes en la ceremonia de inauguración de los Juegos Mediterráneos de Tarragona la ruptura con el Rey, ya que no le ha recibido a su llegada pero sí le ha entregado después un libro de fotos sobre el 1-O y un informe del defensor del pueblo catalán sobre esa jornada.

Torra, que había mantenido el suspense hasta el mediodía sobre su asistencia a la inauguración, decidió finalmente estar presente, aunque aclaró en una declaración institucional que en lo sucesivo el Govern eludirá los actos organizados "por la monarquía" y tampoco invitará a Felipe VI a los de la Generalitat.