La nube ha adquirido en los últimos años un significado nuevo. Ya no surca los cielos, sino que es un sitio intangible donde guardamos todo tipo de datos y al que se puede acceder desde cualquier lugar. Sin embargo, los datos sí se encuentran realmente en un lugar físico. Los centros de datos se han convertido en la columna vertebral de Internet, pero también en un verdadero quebradero de cabeza para las empresas en materia de eficiencia energética.
Es por ello que las empresas buscan innovadoras formas para dar un mejor servicio, con mejoras en los costes y que a la vez sigan un modelo sostenible que cumpla entre otros con el punto 12 del Objetivo de Desarrollo Sostenible, que trata de garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles. Compañías como Apple, Google o Microsoft y diversas empresas de hosting de centros de datos instalan desde hace unos años sus data centers en lugares como el océano Pacífico (caso de Google) utilizando técnicas de enfriamiento por vaporización que consiguen consumir la mitad de la energía que un centro de datos convencional. Además, estos centros de datos más sostenibles utilizan otras fuentes de energías para reducir su huella de carbono (como por ejemplo Verne Global, que cuenta con un centro de datos neutral en carbono en Islandia alimentado con energía hidroeléctrica y geotermal).
Estas revolucionarias fórmulas pasan por buscar tanto nuevas formas de generación de energía como nuevos lugares de ubicación de estos centros. Según el proyecto del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) que se presentó en la 10º edición de congreso DCD>España, es posible aprovechar la energía geotérmica de baja entalpía para producir energía con la que alimentar los data center. Esto se realizaría a través de una bomba de calor geotérmica renovable.
Los datos de Microsoft
Otro de los proyectos que ha visto la luz recientemente es el Proyecto Natick de Microsoft. Éste consiste en un centro de datos subacuático con 864 servidores que utilizan energía renovable para su funcionamiento. Sin embargo, este proyecto no sólo cuenta con bondades medioambientales y económicas, sino que tiene la virtud de poder implementarse este sistema en cualquier lugar del planeta según lo necesiten los clientes. "Este matrimonio de los centros de datos y la generación de energía puede simplificar y acelerar la construcción de la infraestructura de computación en sitios donde puede fallar la generación de energía o la electricidad es poco fiable”, según señalaba Christian Belady, gerente general de arquitectura y estrategia de infraestructura en la nube en la división empresarial y en la nube de Microsoft, el día en que el centro de datos del Proyecto Natick era instalado en el fondo marino cerca de las Islas Orcadas de Escocia.
El calor que generan estos centros y la energía que consumen son uno de los principales problemas pues llegan a provocar que los servidores se cuelguen y tanto las páginas de internet como aplicaciones y datos alojados en ellos dejen de ser accesibles para el público. Desde Microsoft consideran, tras haber probado el modelo durante un año, que los servidores subacuáticos ayudarían a solucionar estos problemas y a que los servicios web funcionen más rápido pues la mayoría de la población mundial vive en urbes cercanas a los océanos y el poder ubicar estos centros de datos cerca de los núcleos poblacionales reducen el tiempo de acceso a la información.
Este novedoso concepto de centro de datos subacuático ya ha pasado la fase 1 en el que se demostró que era factible. Con su instalación en el suelo marino de las Islas Orcadas, que estará en funcionamiento sin mantenimiento por cinco años, comienza la fase 2, en la que se va a investigar si el concepto es logístico, ambiental y económicamente práctico.
Este centro de datos aprovecha el frío del océano para lograr un acceso rápido y gratuito a la refrigeración y se alimenta de la energía renovable marina, por lo que desde la empresa fabricante de software y hardware no descartan que estos centros puedan también servir como arrendatarios-ancla de esa energía renovable marina, o como parques eólicos marinos o bancos de turbinas mareomotrices. Sin embargo, según explican desde la compañía, el Projecto Natick es un proyecto de investigación aplicada, enfocado en determinar la viabilidad económica de operar centros de datos en contenedores offshore cerca de los principales centros de población para proporcionar computación en la nube para un mundo cada vez más dependiente de la conectividad a Internet.
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