La portavoz del PP en la Eurocámara, Dolors Montserrat, y el presidente de los populares europeos, Manfred Weber, han ofrecido una rueda de prensa conjunta previa al debate de mañana en el pleno de Estrasburgo sobre la situación del Estado de Derecho en España a raíz de la proyectada ley de amnistía. "Nos preocupa la situación en España", ha comenzado confesando Weber para poner el acento a continuación en la "reacción de la sociedad española" y en la de estructuras independientes de sociedad civil o de "altas autoridades judiciales" en alusión al CGPJ.

Defiende Weber que estas alertas no pueden ser usadas "de forma partidista" por los socialistas europeos, a los que ha pedido que se sumen a la petición de explicaciones que, a su juicio, debería cursar la Comisión al gobierno español, independientemente de la reunión, la semana que viene del nuevo ministro de Justicia, Félix Bolaños, con el comisario Didier Reynders y la vicepresidenta de Valores y Transparencia, Věra Jourová, ante los que defenderá que la ley de amnistía "es un asunto interno" que no afecta a los grandes principios de la Unión.

El PPE pide a los socialistas europeos que se sumen también a la petición de explicaciones

"Me consterna que los socialistas no quisieran siquiera permitir que se celebrara un debate cuando hay millones de españoles protestando en las calles. Han perdido toda su credibilidad como guardianes del estado de Derecho en Europa y lo usan como un argumento partidista", ha dicho Weber para pasar a elogiar al carta que el propio Reynders remitió al Gobierno "haciendo las preguntas pertinentes, dando paso a una investigación. Mañana en el debate, la Comisión también estará presente y quedamos a la espera de su declaración".

Asimismo, y tras poner en valor que en la manifestación del pasado sábado en Madrid "ondeaba la bandera europea", ha apelado a un "debate serio" en el pleno, argumentando además que el cumplimiento del Estado de Derecho "no tiene nade que ver con países grandes o pequeños". Y tras rechazar los episodios de violencia que ha habido en algunas manifestaciones, ha arremetido contra Pedro Sánchez para reprocharle que "forme gobierno con separatistas y radicales que no respetan la Constitución de un estado miembro, radicales, rechazando la oferta de Feijóo para formar durante dos años una gran coalición" al estilo alemán, país del que procede.

Considera que "esto solo se puede resolver si los demócratas se sientan a la misma mesa, pero Sánchez rechazó esa mano tendida dispuesto a cooperar con los separatistas. No entiendo -ha insistido- porque los demócratas no se pueden poner de acuerdo y eso se debe al egoísmo que Sánchez, que se agarra al poder, es lo único que le interesa", ha concluido asumiendo las tesis del PP.

Montserrat ha puntualizado que el debate de mañana en Estrasburgo "no es para cuestionar la legitimidad de Pedro Sánchez"

Por su parte, la portavoz popular, Dolors Montserrat, ha querido puntualizar que el debate de mañana en el pleno de Estrasburgo "no es para cuestionar la legitimidad de Pedro Sánchez , que ha recibido el apoyo del parlamento", sino "hacer sonar la alarma para que la Comisión vigile de cerca lo que va a hacer su gobierno, que esté lista para actuar inmediatamente, porque este Ejecutivo es el fruto de una acuerdo político entre los socialistas y los separatistas catalanes a cambio de siete votos" y que desde el PP consideran un triple ataque, esto es, contra el estado de derecho, la independencia judicial y la igualdad.

Además, "otra cosa, más grave es la introducción del concepto de lawfre que da primacía a las decisiones del poder legislativo sobre el judicial, La materialización de que una mayoría parlamentaria puede interferir, controlar, investigar el trabajo de los jueces ya lo hemos escuchado en la UE, ya sea una rapsodia húngara o un vals polaco". Y una prueba de esos temores, es, a su juicio, la designación de Bolaños como ministro de Justicia, el mismo que redactó una ley que "desdibuja la línea de la separación de poderes.

Con el respaldo cerrado del PPE, Génova ha puesto el foco en el frente europeo ante las cesiones al fugado de Waterloo, Carles Puigdemont, que pasa por olvidar los delitos que protagonizó en septiembre de 2017 con la declaración de independencia de Cataluña, las leyes de desconexión y el referéndum ilegal del 1-O de ese año.