Las relaciones entre Sumar y Podemos están en la cuerda floja. Y aunque internamente no está sobre la mesa salir del grupo parlamentario y fracturar el único nexo de unión ya con los de Yolanda Díaz, la reivindicación de "autonomía" respecto a los magenta en esta legislatura aboca a que el próximo mes de mayo haya dos papeletas de la izquierda para las elecciones europeas: la réplica de la confluencia parlamentaria para el Parlamento Europeo, y la de Podemos al margen. A ello se le une la dureza verbal que la secretaria general Ione Belarra y la secretaria de Acción de Gobierno, Irene Montero, están desplegando contra Díaz -y Pedro Sánchez- tras su salida de los ministerios de Derechos Sociales e Igualdad respectivamente.

Belarra ha remarcado que la salida de Podemos del Ejecutivo es "un gran error" porque el PSOE ha roto "el bloque democrático, en el que nos necesitamos todas" frente a PP y Vox. Desde el partido lo achacan a un repliegue "conservador" de los socialistas, que cuentan con el beneplácito de cinco ministros que no quieren distinguirse de los de Sánchez. "No quieren hacer ruido", y así "no se consiguen avances" señalan fuentes del partido morado. La premisa de la que parte Podemos es que ellos han sido el motor del progreso social en esta legislatura, situando "frente al espejo" a Sánchez y dejándolo sin escusas para no actuar. Se ejemplifica con la Ley de Vivienda. Por su parte, Montero ha acusado al PSOE y Sumar de fomentar "una guerra permanente" contra ellos, acusándolos de "soberbios" y de "hace un flaco favor" al espacio progresista.

La puesta en escena conflictiva con el presidente y la vicepresidenta segunda del Gobierno, así como la reivindicación de Podemos como la única "izquierda transformadora", puede leerse como el primer acto de un nuevo deseo de caminar en solitario de cara a los próximos comicios europeos. Lo que podría 'comercializarse' como un reinicio, una vuelta al Podemos original. Belarra, este miércoles, aseguraba en una entrevista en TVE que "aún es pronto para tomar esa decisión". No obstante, mencionaba que los inscritos, en una votación a principios de mes para asentar su estrategia, habían dado el mandato de "no elegir entre lo malo y lo peor" y de actuar con esa "autonomía política". A ello se añade pactos previo paso de primarias. Declaraciones más perfiladas fueron las de su antecesor, Pablo Iglesias, la semana pasada desde un editorial de Diario Red, acreditando que las siglas no volverán a concurrir en ningún proceso bajo el paraguas político de Díaz.

Preguntado por ello, fuentes de la confluencia de Sumar aseguran que "nada es descartable" ante esta situación de disconformidad de los morados. Incluso que Montero sea la candidata propuesta para ello. Ello, frente a un silencio casi unánime de costado a costado en el grupo plurinacional, desde el propio Movimiento Sumar, IU, y los comunes, hasta socios como Compromís, Chunta Aragonesista y Més per Mallorca. Esta idea empieza a extenderse. Y aunque se afirma que "todo dependerá de ellos", en referencia a la organización de Belarra, se espera que no se bifurquen los caminos próximamente. De momento, Podemos ha dado un primer paso discreto, pero una clara declaración de intenciones: ha firmado un acuerdo de colaboración con otros cinco partidos de izquierdas para hacer campaña de cara a las europeas. Entre ellas, la reconocida Francia Insumisa.

Belarra seguirá como diputada en el Congreso, pero Montero pierde todo cargo institucional, lo que le deja vía libre para una hipotética candidatura europea"

La candidatura de Montero sería el movimiento más lógico dado los antecedentes y la defensa acérrima que tanto Belarra como las capas inferiores de la entidad llevan haciendo de la 'dos' del partido. Desde el proceso de listas electorales, en la que quedó fuera por "vetos" con dirigentes como Pablo Echenique, hasta su salida definitiva de Igualdad. También su nombre era la exigencia incondicional e irrenunciable a Díaz para dar cabida a Podemos en el Gobierno. Por encima de nombres importantes como Nacho Álvarez, negociador clave para el pacto de coalición. En Podemos se defiende la acción de Montero estos casi cuatro años al frente de Igualdad como la etapa más "transformadora". Casi más que la de Belarra, quien ha hablado de altura de miras por postular a Montero en lugar de ella misma.

"Es incuestionable que Montero ha sido una excepcional ministra, que ha creado una nueva generación de derechos feministas y realizado una labor encomiable y magnífica", expresó, entre otros, el portavoz nacional y procurador en Castilla y León, Pablo Fernández. Echenique, secretario de Programa, ha reaccionado también a las críticas vertidas hacia Montero tras su discurso contra Sánchez desde el Ministerio. "Cuando te vetan, te expulsan e intentan acabar contigo, lo que tienes que hacer es callar, dar las gracias elegantemente y hacer autocrítica por tus muchos errores y por tu gran culpa en todo esto", esgrimió preguntándose si esto es un "¿manual del perfecto maltratador o guion y escaleta de la progresía mediática?".

Además de lo político, la candidatura europea podría permitir a Podemos contar con otra fuente de ingresos alternativa a la del propio grupo Sumar. Es más, la papeleta morada es una apuesta segura dado el peso político de la marca en comparación con los comicios de 2014 a la Eurocámara -entonces logró cinco eurodiputados- y el sistema electoral, de circunscripción única. De ser Montero u cualquier otro candidato, su escaño estaría garantizado. Ciudadanos, por ejemplo, apostará todos sus recursos económicos a esta campaña aprovechando esas 'facilidades'.

Consolidación de Sumar en Galicia y País Vasco

Mientras Podemos pierde sus dos máximas cuotas de poder, en los ministerios, Sumar aspira a seguir ganando poder territorial. Lo hacen enfocados la doble cita electoral autonómica de 2024 en Galicia y País Vasco, que adelantaron comicios en 2020, en plena pandemia. Este miércoles, el partido de Díaz, Movimiento Sumar, ha oficializado el registro de la marca en ambas regiones, convirtiéndose en sus dos primeras estructuras territoriales. Desde ambos aparatos se enfatiza el deseo de buscar alianzas globales de toda la izquierda a la izquierda del PSOE, especialmente con Podemos e IU. Algo que puede tornar a difícil si el ambiente sigue caldeándose hasta el agravio.

La idea gallega es la de volver a juntar a todo el espectro que en su día integró En Marea. Borja San Ramón, el coordinador de Podemos en la comunidad, abogó por la unión de la izquierda en los comicios generales y frente al criterio duro de la dirección estatal. Algo que también pidió el mes pasado para el ámbito autonómico. En el caso vasco, las conversaciones para la formulación de una propuesta unitaria lleva tiempo fraguándose. De momento, Podemos ya plantea -a falta de primarias- a Miren Gorrotxategi, portavoz en el Parlamento vasco dentro de la coalición Elkarrekin Podemos-IU como candidata.

Al plano territorial se une la tarea de construcción de su estructura orgánica que tiene por delante Sumar. Hay por delante una primera asamblea general para enero, aunque más enfocada al plano ideológico, la organización estatutaria o la afiliación.