Este miércoles 29 de noviembre llega a Prime Video la nueva docuserie Pombo, que se presenta como la posibilidad de conocer "un lado nunca antes visto de los Pombo, una de las familias de creadores de contenido más influyentes de España" a lo largo de los cuatro episodios de 45 minutos de duración.

Como se grabó hace unos meses, muestra a María, embarazada de su segundo hijo; mientras que Marta necesita que todo le salga bien ahora que por fin ha encontrado al hombre de su vida y Lucía tiene que lidiar con la presión que siente por aplazar su fuerte deseo de ser madre.

Producida por Komodo Studio en colaboración con Mediaset España y distribuida por Mediterráneo Mediaset España Group, el primer capítulo de la docuserie deja a un lado las redes sociales y se centra en la parte más familiar de María Pombo, incluyendo varios vídeos de cuando las hermanas aún eran pequeñas.

Con las vacaciones de Semana santa como excusa, la influencer insiste en lo feliz que le hace el tiempo en familia, en que el 90% de lo que tiene en la actualidad es por el apoyo de los suyos o en que quiere continuar con las tradiciones y rituales propios de sus padres.

"El amor que siento por mis hijas es tan grande que debe ser divino. Tenemos una vida simple, pero feliz", comenta el patriarca de la familia, Víctor Pombo, al inicio. En esta entrega, que funciona como presentación, se retrata también el humor de Álvaro López Huerta, marido de la mayor de las hermanas, la piloto Lucía, que se muestra como la más distinta al clan.

"En casa me han llamado Lucifer, Ajopocho, Polucía..." comenta en una secuencia. Al respecto, se puede ver también cómo en un vídeo antiguo una pequeñísima María dice que su hermana es "antipática" o cómo el propio padre dice que su cara b es muy complicada.

Y este es precisamente uno de los protagonistas, al menos, del primer capítulo, que deja claro que es quien organiza a la familia (yernos incluidos) o quienes les hace rabiar. En esa línea, Marta Pombo bromea y dice que le llama Vitorris, resultado de mezclar Chuck Norris y Víctor.

Así se conocieron Víctor Pombo y Teresa Ribó

Es uno de los descubrimientos del programa, pero para los seguidores de la influencer Papín es un viejo conocido que se viralizó, entre otras cosas, por un vídeo en el que Marta dejaba hablaba del rechazo de su padre a las uñas de colores estridentes, algo que terminó convirtiéndose en una campaña publicitaria con Neonails.

Vituco, que no se corta al organizar a la familia para limpiar o defiende que "cada uno debe tener una misión", comenzó trabajando en el mundo de la publicidad, como su mujer, Teresa Ribó; y actualmente regenta su propio restaurante.

En uno de los momentos más tiernos del capítulo, Teresa Ribó, cuenta junto a Vïctor cómo se conocieron en una historia que parece sacada de una comedia romántica prototípica: la pareja coincidió en la universidad y Víctor no le quitaba ojo a Teresa, pero esta le rechazaba por ser "el delegado de la clase" y "un pijo".

Sin embargo, eso cambió cuando se vieron en una boda. Ya en el banquete, a los invitados les tocó echar una mano a los camareros cuando él le escribió en una servilleta a ella una declaración de lo más directa: "Te vas a casar conmigo y vas a ser la mujer más feliz del mundo".

"Tengo que aceptar que ya no puedo ser la de antes"

"Desplegué todas mis plumas, estuvimos cinco años de novios y después nos casamos", narró el empresario. Pero no todo es color de rosa en la vida de ambos por la enfermedad de Teresa, esclerosis múltiple, algo que hace que se ausente, por ejemplo, de los planes en barco, porque se "marea mucho" según explica Marta en una de las secuencias.

"El diagnóstico nos unió muchísimo. Tengo que aceptar que ya no puedo ser la de antes, pero hay que intentar disfrutar", dice la propia Teresa. Por su parte, María Pombo, que también tiene la enfermedad, recordó el diagnóstico tras unos días sufriendo hormigueos como uno de los más duros de su vida, aunque aprovechó para poner en valor el "todoterreno absoluto" que sigue siendo su madre y cómo siempre la ha ayudado "a brillar".

En una parte mucho más cómica, Papín advertía que no quería "ninguna repetición más" en referencia a Marta, que se casó por segunda vez con Luis Zamalloa, tras un fugaz matrimonio con Luis Giménez.

"Yo también puedo repetir, Pablo aún está a prueba, discutimos 15 veces al día, pero se nos suele olvidar el momento", bromeó María Pombo sobre su marido, Pablo Castellanos, que se plantea en varias ocasiones si merece la pena el "sacrificio" de dedicarse a la construcción.