Desde su creación en 1986 y su apertura en 1989, la fotografía ha sido uno de los pilares del Instituto Valenciano de Arte Moderno. En estos casi cuarenta años de trayectoria, el IVAM se ha labrado un justificado prestigio, representado por la mayoría de sus directores y directores artísticos –Tomás Llorens, Carmen Alborch, Vicente Todolí, Kosme de Barañano o Juan Manuel Bonet–. Y la reivindicación de la foto como práctica artística ha estado desde el principio y desde entonces entre sus principales inquietudes como institución. Dieciocho años después de revisar su colección fotográfica en una gran exposición, el centro ensaya una nueva aproximación en La fotografía en medio.

Comisariada por Enric Mira, la muestra juega con la polisemia de la palabra medio para reflexionar sobre el estatus artístico de la fotografía. Lo que comenzó como un soporte subalterno, un instrumento de mediación entre la realidad y el observador de la reproducción fotográfica con fines técnicos, periodísticos o sentimentales, terminó llenándose de sentido propio y establecido como un medio autónomo, sin perder su condición de artefacto que está siempre en medio. Hace mucho que la fotografía es un fin en sí mismo, pero hoy media más poderosamente que nunca entre quien la toma y quien la contempla.

"Intrusa de nuestras vidas"

En palabras de la directora del IVAM, Nuria Enguita, durante la presentación celebrada este miércoles en Valencia, el título de la muestra pone de relieve “ese carácter relacional de la fotografía, como una intrusa en nuestras vidas y en las artes, ese carácter permeable y versátil que tiene y su capacidad para crear nuevos significados”. Hoy, cuando nuestros smartphones son un servomecanismo del ser humano, una prolongación ineludible del cuerpo y los sentidos, “nuestras vidas son cada vez más fotográficas y las fotografías están ‘en medio’ de nuestros recuerdos, de nuestros conocimientos, de nuestras relaciones personales”.

Concebida inicialmente para la subsede del IVAM en Alcoy, donde se pudo ver entre noviembre de 2021 y abril de 2022, La fotografía en medio llega este jueves a la Galería 7 del Centro Julio González de Valencia, sede principal de la institución, incorporando respecto al montaje alcoyano la obra de primeros espadas del arte fotográfico como Andreas Gursky, Thomas Struth o Thomas Ruff.

La cata temporal de la exposición comienza en los años 50, y muestra cómo la fotografía, sobre todo a partir de los años, 60, supera su valor como espejo de la realidad y memoria del pasado para entrar de lleno en nuevos territorios. Deviene entonces en "construcción de la realidad", en "instrumento para armar nuevos modos de comunicación artística”, ha señalado el comisario Enric Mira.

Huella, narrativa y concepto

Para armar el discurso expositivo se ha jugado con tres nociones –huella, narrativa y concepto– para reflejar la pluralidad de lo fotográfico en relación con el arte. Como huella, "la fotografía es una inscripción material de la realidad capaz de generar un vínculo tangible con el mundo y con los otros", ha explicado Mira. "En tanto que narrativa, la fotografía posee la cualidad de representar el mundo por analogía para revelarlo o documentarlo, pero también para relatarlo y, en ocasiones, inventarlo. Y, por último, en tanto que concepto, la fotografía posee una dimensión cultural que sortea el ensueño subjetivo de las imágenes, estimulando el pensamiento crítico de quien las percibe".

Son 32 obras de 61 artistas –una muestra infinitesimal de las miles de piezas que conforman el fondo fotográfico del museo– que demuestran el potencial de la fotografía para profundizar en campos tan diversos como la arquitectura –Robert Rauschenberg, Bern y Hilla Becher, Thomas Struth, Gabriele Basilico o John Baldessari– y la construcción cultural del paisaje –Hamish Fulton, Bleda y Rosa, Andreas Gursky, Thomas Ruff o Mira Bernabeu–, la cuestión de género y la perspectiva feminista –Laurie Simmons, Carmen Navarrete, Eulàlia Valldosera, Rineke Djikstra y Valie Export–, el cuerpo y la identidad –Gillian Wearing, Douglas Gordon, Wolfang Tillmans y Thomas Ruff–, los medios de comunicación de masas –Sigmar Polke y Richard Prince–, el trabajo –Montserrat Soto y Allan Sekula– o los fenómenos migratorios –Bouchra Khalili, Pilar Beltrán y Rosell Meseguer–.