Telefónica ha comunicado este lunes a los sindicatos que pondrá encima de la mesa un expediente de regulación de empleo (ERE) de 5.100 personas. Por tanto, será una de los mayores recortes de la compañía de telecomunicaciones.

Tal y como se venía apuntando desde hace varias semanas, las personas afectadas serán los mayores de 55 años y los que llevan en la empresa más de 15 años.

Según fuentes sindicales, la propuesta ha llegado esta misma mañana en la que se han sentado las bases para los despidos. Las filiales afectadas serán Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones.

"La empresa plantea un 'excedente funcional' ocasionado por los cambios tecnológicos, por necesidades de mercado y por otras causas que están recogidas en la preceptiva memoria que justificará su decisión y que analizaremos minuciosamente", ha dicho Comisiones Obreras en un comunicado oficial.

Según las fuentes consultadas, el grueso del ERE se lo llevará Telefónica España con 4.085 puestos de trabajo recortados. Otros 958 corresponden a Telefónica Móviles y, por último, 81 trabajadores saldrán de Telefónica Soluciones.

Por su parte, la operadora ha indicado que "hoy se han constituido formalmente mesas de negociación en Telefónica de España, Telefónica Móviles España y Telefónica Soluciones. En ese marco, la empresa ha comunicado a los distintos representantes de los trabajadores el ajuste correspondiente a cada una de estas sociedades para adecuarlas al exigente proceso de transformación y adaptación que requiere la nueva era digital".

Esta proposición llega en el marco de las reuniones que van a tener Telefónica y sindicatos durante las próximas semanas. En las mismas, las dos partes van a debatir el ERE y el nuevo convenio laboral, que ha caducado y que ha de ser revisado.

La intención de los empleados de Telefónica es que se renueve el que se mantiene en la actualidad hasta, como mínimo, 2026. En la renovación del actual se propuso la revisión salarial que permitan a los trabajadores no perder poder adquisitivo a consecuencia de la alta inflación que azota la economía europea.