"El pueblo de Gaza mira al abismo. Los ojos del mundo, y de la Historia, están mirando (hacia el Consejo). Es hora de actuar". Así de gráfico y contundente se ha expresado este viernes el secretario general de la ONU, António Guterres, ante el Consejo de Seguridad, en una sesión excepcional en la que le ha exigido detener la guerra en Gaza, que se ha cobrado ya vida de 17.000 palestinos.

"La ley humanitaria internacional no puede aplicarse de forma selectiva. Es vinculante para todos las partes igualmente y en todo momento y la obligación de respetarla no depende de la reciprocidad", ha insistido en esta sesión convocada por él mismo invocando de forma extraordinaria el artículo 99 de la carta de la ONU, que permite al secretario general dirigirse al Consejo en caso de amenaza grave para la seguridad. Se desconoce aún si finalmente se podrá votar una nueva resolución para pedir un alto al fuego ante la negativa a apoyar cualquier petición de alto el fuego por parte de Estados Unidos, con derecho a veto.

Más de 130 de mis colegas ya han sido asesinados, muchos de ellos con sus familias. Se trata de la mayor pérdida de vidas en la historia de nuestra Organización

Las "violaciones a la ley de la guerra" que cometió Hamás "no exoneran a Israel de sus propias violaciones", ha subrayado en un discurso en el que ha tratado de trasladar la urgencia de la situación en Gaza, con una desplazamiento masivo de su población y una ofensiva terrestre israelí que amenaza con borrar cualquier rastro de presencia civil en la Franja. "Escribí al Consejo de Seguridad invocando el Artículo 99 porque estamos en un punto de ruptura. Existe un alto riesgo de colapso total del sistema de apoyo humanitario en Gaza, lo que tendría consecuencias devastadoras", ha alertado.

En el punto de mira de Israel, que lleva semanas exigiendo su dimisión, Guterres ha vuelto a lamentar que las operaciones militares estén limitando la distribución de la ayuda y poniendo en riesgo al personal de la ONU. "La amenaza a la seguridad del personal de las Naciones Unidas en Gaza no tiene precedentes. Más de 130 de mis colegas ya han sido asesinados, muchos de ellos con sus familias. Se trata de la mayor pérdida de vidas en la historia de nuestra Organización", ha reconocido el portugués. "Algunos miembros de nuestro personal llevan a sus hijos al trabajo para que sepan que vivirán o morirán juntos", ha añadido.

Imposible entregar ayuda humanitaria

Guterres ha rendido homenaje "a los heroicos trabajadores de ayuda humanitaria que siguen comprometidos con su trabajo, a pesar de los enormes peligros para su salud y sus vidas". "Pero la situación simplemente se está volviendo insostenible. Este Consejo pidió en la Resolución 2712 'aumentar el suministro de dichos suministros para satisfacer las necesidades humanitarias de la población civil, especialmente los niños'. Lamento profundamente informar al Consejo que, en las condiciones actuales sobre el terreno, el cumplimiento de este mandato se ha vuelto imposible. Ya no existen las condiciones para la entrega efectiva de ayuda humanitaria", ha recalcado.

El máximo dirigente de la ONU ha advertido, además, de que "incluso si se permitiera la entrada de suficientes suministros a Gaza, los intensos bombardeos y hostilidades, las restricciones israelíes a la circulación, la escasez de combustible y las comunicaciones interrumpidas hacen imposible que las agencias de la ONU y sus socios lleguen a la mayoría de las personas necesitadas". "Los ataques desde aire, tierra y mar son intensos, continuos y generalizados. Hasta ahora, según se informa, han afectado a 339 centros educativos, 26 hospitales, 56 centros de atención sanitaria, 88 mezquitas y tres iglesias. Según se informa, más del 60 por ciento de las viviendas de Gaza han sido destruidas o dañadas: unas 300.000 casas y apartamentos. Alrededor del 85 por ciento de la población se ha visto obligada a abandonar sus hogares", ha detallado.

El desplazamiento masivo en una zona cada vez más pequeña está incrementado el hacinamiento crónico de Gaza. "A la población de Gaza se le está diciendo que se mueva como bolas de pinball humanas, rebotando entre franjas cada vez más pequeñas del sur, sin nada de lo básico para sobrevivir", ha denunciado Guterres. "El derecho internacional humanitario incluye el deber de proteger a los civiles y cumplir con los principios de distinción, proporcionalidad y precaución. Las leyes de la guerra también exigen que se satisfagan las necesidades esenciales de los civiles, incluso facilitando la entrega sin obstáculos de ayuda humanitaria. El derecho internacional humanitario no puede aplicarse de forma selectiva. Obliga a todas las partes por igual en todo momento y la obligación de observarlo no depende de la reciprocidad", ha agregado antes de reclamar "un alto el fuego inmediato".

Tras Guterres, ha tomado la palabra el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, que ha agradecido al secretario general sus palabras y su actitud en un momento en que su persona es atacada casi a diario por Israel, que pide una y otra vez su dimisión. El secretario general -ha dicgo Mansour- "está respetando su misión sagrada, que es defender la carta de la ONU. Ellos (Israel) está atacando a los estados que rehúsan ser cómplices de tales crímenes, aunque sean sus aliados. Atacan a funcionarios de la ONU, a agencias de la ONU y a organizaciones de derechos humanos que no hacen sino cumplir su obligación en las circunstancias más difíciles".