La República Checa enfila la Navidad en estado de shock. Un tiroteo en el centro de la ciudad de Praga ha dejado al menos 15 muertos, incluido el autor de los disparos que se suicidó, y decenas de personas heridas, según ha informado este jueves la policía checa a través de un mensaje en X (antiguo Twitter). Nueve de los heridos están muy graves.

Es el suceso más trágico de la historia reciente de la República Checa y uno de los peores de los registrados en la Unión Europea. La policía indica que el tirador era un estudiante de 24 años de la Universidad Carolina de la capital checa y se habría inspirado en un acto similar en Rusia.

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"Un desconocido ha abierto fuego poco después de las 15.00 horas (14.00 GMT) en la Facultad de Filosofía de la Universidad Carolina de Praga, en la plaza Jan Palach", en pleno centro de la capital, ha informado Radio Praga Internacional.

"No hay ningún indicio de vinculación con el terrorismo internacional", declaró Rakusan en una rueda de prensa en Praga, junto al presidente del país, Petr Pavel, y al primer ministro, el conservador Petr Fiala, que suspendió un viaje al este del país.

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Esta es la conclusión que Praga ha trasladado también a sus socios comunitarios, después de una jornada dramática, en la que un estudiante de 24 años, David Kozak, se personó en la facultad con una maleta llena de armas de alta precisión y munición.

El sospechoso, que acabó quitándose la vida tras ser perseguido por la policía, mató al menos catorce personas, e hirió a otras 25, de las cuales nueve se encuentran en estado grave.

Más tarde, la Policía recibió otro aviso sobre un muerto en la localidad de Kladno. "Pronto descubrimos que era el padre del sospechoso", ha explicado, agregando que el autor del tiroteo, que habría actuado en solitario, es estudiante de la universidad.

Era un chico callado e introvertido. No se divertía mucho con nosotros", declaró al portal de investigación Seznam Zpravy una compañera de clase del joven, que había concluido con éxito el ciclo de bachillerato en Historia.

Escribía en cirílico en la red social Telegram, donde creó un perfil el 9 de diciembre y desde donde llegó a lanzar amenazas e incluso dijo que cometería un suicidio, algo que la policía ha confirmado.

En esa red el sospechoso escribió que se había inspirado en Alin Afanashikn, un joven de un liceo de Bryansk (Rusia), sospechoso de haber cometido un atentado el pasado día 7 en el que murieron dos personas.

La policía no ha comenzado aún la identificación de los cadáveres, entre los que hay algunos extranjeros.

"Estamos devastados", señaló el primer ministro, cuyo gobierno de coalición de centro de derecha ha decretado este sábado 23 de diciembre como día de luto nacional.

Los agentes fueron desplegados hacia la escuela en la Plaza Jan Palach en la capital de la República Checa tras el tiroteo.

En esa zona se encuentran la Facultad de Filosofía de la Universidad Carolina y la Academia de Artes, Arquitectura y Diseño.

Muchos estudiantes se habían atrincherado en las aulas o en sus habitaciones, incluso cuando ya sabían que el autor de los disparos ya estaba bajo el control de la policía.

La República Checa es el país de la Unión Europea donde el acceso a las armas es más fácil. Aún así, los delitos con armas de fuego son relativamente raros en la República Checa. En diciembre de 2019, un hombre armado de 42 años mató a seis personas en la sala de espera de un hospital en la ciudad oriental de Ostrava, mientras que en 2015 un hombre de 63 años mató a tiros a siete hombres y una mujer en la ciudad suroriental de Uhersky Brod.