A Javier de Andrés (Vitoria, 1967) le ha caído un reto no menor, esto es, intentar revitalizar electoralmente al Partido Popular en el País Vasco. Elegido a finales del año pasado nuevo líder territorial en sustitución de Carlos Iturgáiz, sabe que más pronto que tarde le tocará ir a autonómicas donde aspira a "ser determinante para dar o quitar mayorías" en Euskadi "y eso nos sirva para centrar la política vasca".

Además, tras la moción de censura en Pamplona, que desalojará el próximo día 28 a UPN de la alcaldía de la capital navarra para permitir el paso a EH-Bildu, indica que ahora hubieran sido "mucho más exigentes" con el PSE a la hora de darle el ayuntamiento de Vitoria o la diputación de Guipúzcoa, dado que tanto socialistas como PNV "nos han dicho que no tienen un valor moral superior" al partido de Arnaldo Otegi.

Pregunta. -¿Qué balance hace la reunión entre Sánchez y Feijóo?

Respuesta. -Imagino que Sánchez quiere transmitir una imagen de equilibrio después de su sucesión de fotografías, de firmas y de acuerdos con la izquierda radical y con los prófugos. Busca una posición de equilibrio contando con que la figura de Feijóo tiene una imagen muy distinta a la de sus socios habituales. Sánchez necesita también acuerdos con el PP y eso ha facilitado que tenga que ceder en algo. Además, se ha demostrado la importancia de la posición del PP sobre el Poder Judicial. Demuestra que había una alternativa en la cual la independencia puede prevalecer. Un futuro sistema que dé autonomía e independencia a los jueces.

No voy a decir que España no sea una democracia, pero hay una pérdida de calidad democrática"

P. -¿Esto del supervisor europeo no suena muy parecido al del verificador internacional que tanto criticó su partido?

R. -Es diferente una institución europea, que tiene mucho que decir a este respecto, que un tipo que se había dedicado a la mediación con bandas terroristas. No voy a decir que España no sea una democracia, pero cuando políticos indultan a políticos o deciden que dejan de ser delitos determinadas actuaciones porque conviene, hay una pérdida de calidad democrática.

P. -Va a ser el candidato a lendakari por el PP. ¿Qué calendario de elecciones vascas maneja?

R. -Previsiblemente entraremos en precampaña a la vuelta de las Navidades, pero la fecha concreta la decidirá el lendakari, que parece que quiere prolongarlo algo más de lo inicialmente previsto. Serán en marzo o abril.

P. -¿Qué se ha llevado a Íñigo Urkullu por delante? ¿Quizá una mayor sintonía con el PP?

R. -Siempre ha habido broncas entre la presidencia del partido y del gobierno. Las hubo entre Arzallus y Garaicoetxea, las hubo con Ibarretxe, con Imaz, que también dimitió… es lo habitual en el PNV.

P. -¿Quiere decir que, de ninguna de las maneras, el PNV hubiera votado una investidura de Feijóo?

Las grandes decisiones del PNV se adoptan en Madrid y las adopta Pedro Sánchez"

R. -El PNV está entregado a una estrategia que le condiciona todos sus apoyos al PSOE. Lo hemos visto con el caso de Pamplona, en el que el PNV acaba nombrando a uno de Bildu para la alcaldía y esto va en contra de todos los intereses políticos del nacionalismo vasco. Lo hace porque el PSOE le ha dicho que lo tiene que hacer. Las grandes decisiones del PNV se adoptan en Madrid y las adopta Pedro Sánchez.

P. -¿El pacto alcanzado en Pamplona es exportable al Gobierno vasco?

R. -Hay muchas ganas por parte del PSOE de ir cerrando acuerdos de todo tipo con Bildu. Se siente cómodo. Se lo hemos oído a Óscar Puente, que ha sido el más explícito. No obstante, en estos momentos quien le otorga más cuota de poder al PSOE es el PNV. Además, en el Congreso es más fácil tener contento a Bildu que al PNV. Si dejas a Bildu fuera del gobierno vasco va a seguir estando a tu disposición porque no va a pactar con el PP, pero si echas al PNV, lo sacas de su órbita, le hará perder al Gobierno posibilidades de estabilidad en el Congreso.

P. -¿Un PNV enfadado podrá facilitar una moción de censura a favor de Feijóo?

R. -No, no lo veo posible, pero sí que podría tener más libertad a la hora de decidir su posición en leyes, en proposiciones de ley… si lo sacan del gobierno vasco tendría muchas más libertad y más irritación.

El PNV vive una época de declive electoral e ideológico. Está muy entregado a la izquierda"

P. -¿Hay posibilidades reales de que Bildu gane las autonómicas?

R. -El PNV vive una época de declive electoral e ideológico. Ha perdido su identidad de partido centrado, está muy entregado a la izquierda y eso a la gente le hace siempre escoger la versión original. Vemos al PNV tomando decisiones y haciendo un discurso que es muy difícil de distinguir del del Bildu. En esta situación el electorado gira al original, al más genuino.

P. -¿Y de ese votante de un PNV virado a la izquierda, cuanto espera usted recoger en las elecciones?

R. -Vamos teniendo malos datos económicos y un declive que está muy relacionado con la pérdida de la centralidad en muchos temas. Hemos dejado de ser atractivos y nos estamos dedicando, como hace la izquierda, a penalizar al inversor en lugar de estimularlo y eso va a tener consecuencias. Nosotros estamos ahí para explicar que hay otra alternativa a todo esto.

P. -¿Ese será el eje de su discurso?

R. -Efectivamente. Las oportunidades para el País Vasco han venido del esfuerzo, de la inversión, del compromiso con el trabajo, con la industria, con la empresa... y es a lo que tenemos que volver, a nuestra tradición, a lo que hemos demostrado que sabemos hacer. El País Vasco suma más de la mitad de las huelgas de España siendo menos del 5 por ciento de la población. Eso desalienta al inversor.

El País Vasco suma más de la mitad de las huelgas de España siendo menos del 5 por ciento de la población"

P. -¿Cuando habla de 'volver a nuestra tradición' habla del País Vasco o del PP vasco?

R. -Me refiero a los vascos. Tenemos que volver a tener confianza en lo que nos ha dado éxito. La política vasca es muy complicada. Hay un clima social muy adverso a todo lo que no sea la izquierda. Para quien no es de izquierdas, la política en el País Vasco es muy difícil. El PNV se ha visto absorbido por la izquierda y eso se debe a la presión que se vive. Nosotros nos tenemos que alejar de eso.

P. -¿Qué previsión electoral manejan?

R. -Tenemos cinco diputados porque el sexto escaño es de Ciudadanos. Tenemos que aspirar a superar las encuestas, que nos dan 7. Tenemos que crecer y crecer. Pero en estas elecciones puede haber un hecho cualitativo y es que seamos determinantes para muchas cosas, para dar o quitar mayorías, y eso nos sirva para centrar la política vasca.

P. -¿Y el pacto en Pamplona da o quita votos al PSE?

R. -Nosotros tomamos decisiones creyendo que PNV y PSOE tenían un valor moral superior a Bildu, pero ellos nos dicen que no es verdad, que no tienen un valor moral superior a Bildu, que son todos iguales. Eso nos hace reflexionar respecto a que si se vuelve a darse una circunstancia como la de la Diputación de Guipúzcoa o el ayuntamiento de Vitoria, deberemos pensar que, por razones morales, no merece la pena poner al PSOE. Ahora nos tendría que dar razones más justificadas porque vamos a ser más exigentes.

Puede que seamos determinantes para muchas cosas en el País Vasco, para dar o quitar mayorías"

P. -¿Se arrepienten de haber apoyado al PSE?

R. -No, creo que hicimos lo que teníamos que hacer pero ahora seríamos más exigentes. Para empezar, que nos tuvieran que pedir el voto, que nos dieran razones más justificadas, porque lo hicimos sin que nos pidieran el voto siqueira. Si ahora no nos lo pidieran, no estaría dispuesto a repetir aquello, tendrían que darnos, además, garantías de que no van a hacer la misma política que hace Bildu, porque para eso no perdemos nuestro crédito.

P. -¿Su capacidad de crecimiento se circunscribe a Álava?

R. -La remontada que podemos tener es transversal en el País Vasco y está relacionada con aquellos que son contribuyentes al sistema: profesionales, empresarios, comerciantes… Todo se soluciona con gasto público y es el momento de plantear otras cosas, es necesario hablar de cómo estimulamos la actividad económica, cómo conseguimos que la gente no quiera marcharse del País Vasco porque se están marchando las empresas y los profesionales, en lo que supone descapitalización económica y humana.