Pues esta es una auténtica enmienda a la totalidad -puesto que una proposición de ley no puede ser devuelta a los corrales- al contrario que una propuesta de ley, que sí lo puede hacer. Pero esta ley no enmienda a la otra ley pero sí es una enmienda absoluta a la totalidad de una ley que nos avergüenza a todos los que tenemos un poquito de esa lacha que no se ve que tengan los diputados socialistas, pero ninguno ¿eh? ni los de Castilla La Mancha.

Esperemos que esta sea la primera de muchas iniciativas legislativas que el PP tenga a bien presentar en el Congreso.

Porque la ley va a salir adelante, claro que sí. Pero de la manera en que está redactada, no de la manera en que desearía el Partido Popular, cuyos deseos están prescritos en la redacción del PP cuyo añadido, el artículo 544, dice así: "para castigar con una pena de prisión de cinco a diez años e inhabilitación absoluta por tiempo de seis a doce años a "la autoridad o funcionario público, diputado, senador o miembro de una asamblea legislativa de una Comunidad Autónoma que, fuera de los cauces legales de reforma constitucional, promoviendo la inobservancia de las leyes o con incumplimiento de resoluciones judiciales, en perjuicio de forma manifiesta de los principios de unidad e indivisibilidad de la nación española, declare la independencia de una parte del territorio nacional o su integración en otro Estado o realice actos dirigidos a que sea efectuada dicha declaración o que la propicien".

Ea, ya está. Más clara, el agua.

Hace muy bien el PP en plantarle cara al PSOE y a sus vicarios aunque no tenga los votos suficientes para desmontar todo ese tinglado bochornoso

Con esta iniciativa legislativa que obtendrá apenas los votos de Vox y quizá ni eso, el Partido Popular se pone delante del toro porque sabe que no le va a coger, que es un gesto inútil. Pero es una manera de poner colorado a cualquier otro miembro del Gobierno o de los partidos que le apoyen para saber si alguno tiene o no tiene cuajo para votar negativamente esta ley que va a salir del Congreso echando chispas porque la Cámara Alta está de obras.

Miguel Téllez calificó bien la ley que va a salir porque dijo que era una ley de impunidad, que es lo que en realidad es. Es la impunidad de todos los que se arropan en torno a un líder que no ha ganado las elecciones y a quien las cuentas no le salen más que agrupando en torno a sí a todos los que le rodean.

Entre los cuales está Yolanda Díaz, a la que se le han ido los cinco diputados de Podemos; los de Junts, que tiene como botín no sólo el indulto sino también la amnistía para tut hom y el referéndum de autodeterminación que ya reclama el gallito de ERC Pere Aragonés para cada vez más pronto cuando le dan cuerda -y lo veremos-, a Merche Aizpurúa vestida de azul como un angelito pero que se ha llevado por delante la alcaldía de Pamplona más una salida de presos a la calle que está por llegar y un Aitor Esteban que ahí está calladito pero que seguro que tiene algo en el buche. Y tantos más, que le andan rondando por ahí.

Pues por eso tenemos una ley de amnistía que nunca creímos que tendríamos en democracia. Y por eso hace muy bien el PP en plantarle cara al PSOE y a sus vicarios aunque no tenga los votos suficientes para desmontar todo ese tinglado bochornoso del que estamos asistiendo únicamente a sus primeros compases.