Lo aprobará apenas unas semanas antes de abandonar el cargo y doce años después de haberlo ocupado por primera vez. Iñigo Urkullu heredó un plan similar de su antecesor, Patxi López y ahora legará el suyo a su sucesor. El plan de promoción del euskera ahora en vigor se remonta a 2012 y en unos días el Consejo de Gobierno aprobará el nuevo marco estratégico que Urkullu dejará a su sucesor y que incluye iniciativas para mejorar la penetración del euskera en nuevos ámbitos. La vigencia del proyecto de impulso al euskera que ultima ya su Gobierno se prolongará hasta 2034.

El plan para la “revitalización y el empoderamiento” del euskera (AROA) supone una renovación del Plan de Acción para la Promoción del Euskera aprobado por el Ejecutivo López hace más de diez años y se fija como objetivo “crear un ecosistema más euskaldun” en la sociedad vasca. El reto que se marca es que la utilización de la lengua vasca se impulse mucho más en ámbitos como el digital, el deportivo, el laboral, las nuevas tecnologías o incluso entre los consumidores.

Los responsables de las políticas lingüísticas del Ejecutivo vasco reconocen que, si bien el impulso del euskera en los últimos años ha sido significativo -con inversiones institucionales anuales que han rondado los 160 millones de euros-, el avance se detecta fundamentalmente en ámbitos como el educativo pero sigue siendo aún muy insuficiente en otros espacios. Por eso la estrategia se ha diseñado a lo largo de los dos últimos años y se marca como objetivo “ganar nuevos espacios para el euskera”.

Las relaciones sociolaborales es uno entornos en los que se pretende promover con mayor intensidad. Precisamente ayer el Ejecutivo presentó el congreso Languages Lanean. Retos de la gestión lingüística en la actividad económica que se desarrollará los días 18 y 19 de este mes en Bilbao. En él medio centenar de expertos expondrán la importancia de la gestión lingüística en el entorno laboral y mostrarán buenas prácticas en gestión lingüística avanzada en el ámbito socioeconómico. Desde que se pusieron en marcha estas certificaciones apenas algo más de medio millar de empresas las han obtenido.

Fomentar el euskera "con flexibilidad"

Urkullu celebró ayer su última reunión con Consejo Asesor del Euskera ante el que planteó los grandes retos que se deben abordar, como la promoción y desarrollo hacia la normalización del euskera. Subrayó que aún hay “mucho que hacer para profundizar en los derechos lingüísticos de la ciudadanía”. Aseguró que antes de abandonar el Gobierno pretende “fijar el rumbo” del impulso lingüístico en el que se trabaja de cara a la próxima década. Un camino en el que llamó a trabajar “con flexibilidad” pero sin perder de vista el objetivo final de la normalización en la sociedad y la revitalización de la lengua.

En los últimos años se han activado parte de los planes que se recogen en el marco estratégico AROA, como el plan de promoción del euskera en el deporte, impulsar la gratuidad en el aprendizaje del euskera entre adultos, el plan de “tecnologías de la lengua” o el plan de impulso a la actividad en euskera en el mundo de la empresa, en el que también se incluye la certificación lingüística a empresas e instituciones.

El marco AROA que ahora se ultima y que se ha desarrollado en el seno del Consejo Asesor del Euskera con la participación de distintos organismos y entidades, se estructura en siete ejes estratégicos y catorce retos. Para alcanzarlos se establecen 31 líneas de trabajo y 85 iniciativas. Los ejes que se proponen trabajar los próximos diez años abarcan aspectos como la gobernanza de las instituciones en sus políticas de euskera o acciones que incidan sobre las actitudes y motivaciones en torno al euskera. También se plantea la necesidad de cambios en el reconocimiento de las competencias y conocimientos de la lengua, medidas para fomentar su uso e interacción, además de desarrollos en el campo de la innovación e investigación sobre el euskera, o la comunicación y difusión de la lengua.

El 31% de la población, vascoparlante

Se trata de un marco que se quiere proponer a todos los organismos e instituciones para que cada uno en su contexto sociolingüístico lo aplique con el reto de extender la presencia el euskera en la sociedad, en cada uno de sus ámbitos.

Pese a que el conocimiento de la lengua ha aumentado de modo significativo en los últimos años, tras inversiones millonarias en su promoción, el uso del euskera en el País vasco continúa registrando niveles muy inferiores a los de su conocimiento. Es precisamente el uso el principal ‘talón de Aquiles’ en la promoción del euskera que desde hace un tiempo se procura reconducir mediante una modulación de las políticas públicas de promoción y exigencia lingüística. Pese a que la escolarización en el ‘modelo D’, íntegramente en euskera, es mayoritario desde hace muchos años en Euskadi –con más del 70% del alumnado- la presencia del euskera en niveles educativos superiores o en el mundo de la empresa decae de manera muy significativa.

Según la VII Encuesta Sociolingüística del Gobierno vasco el número de personas mayores de 16 años que es capaz de hablar euskera alcanza las 680.629 personas, lo que equivale a alrededor del 31% de la población en Euskadi. Se trata de 261.000 personas más que en 1991.

El plan que ayer presentó Urkullu al Consejo Asesor de Euskera llega horas después de que se conociera que una nueva sentencia de la Justicia cuestiona el grado de exigencia lingüística en la Administración vasca. El juzgado Contenciosos Administrativo número 3 de San Sebastián anuló ayer la convocatoria para dos plazas de la policía municipal de San Sebastián recurridas por un particular por exigir el nivel B2 de euskera. La sentencia concluye que no es necesario que todos los trabajadores de la Policía hablen euskera y que basta con que uno de los integrantes de una pareja de agentes lo haga para que se pueda dar por satisfecho el derecho de interlocución en euskera de la ciudadanía.