No hubo sorpresa en la segunda semifinal de la Supercopa de España. El FC Barcelona defenderá título ante el Real Madrid después de imponerse sin grandes alardes a un Osasuna que, pese a no ser protagonista con el balón, tuvo sus opciones, especialmente en la primera parte.

El Barcelona llegaba con prácticamente la obligación de ganar, más aún después de la victoria del Real Madrid frente al Atlético. Osasuna, finalista de Copa del Rey en 2023, se plantó en Arabia Saudí con el único deber de soñar.

El equipo navarro demostró ser muy consciente de sus fortalezas y, gracias a una peinada de Budimir que aprovechó Arnáiz para superar a Araújo y Christensen, a punto estuvo de poner el 0-1 con un balón muerto en el área que el ariete croata no llegó a rematar.

Los chicos de Arrasate se plantaron muy bien sobre el campo, ocuparon los espacios a la perfección y asfixiaron el juego entre líneas de un Barcelona que se limitó a trasladar el esférico de lado a lado sin profundidad.

Pasaban los minutos y Osasuna, que apenas contaba con un 20% de posesión, no sufría. El Barcelona carecía de fluidez en sus circulaciones y el ritmo se hacía más espeso con el correr del reloj.

El conjunto culé dominaba con comodidad, pero era incapaz de estresar a Osasuna, que cada vez que podía cargaba el área contraria con muchos jugadores. Lewandowski gozó de la ocasión más clara del Barcelona en la primera mitad en un córner que el polaco no acertó a rematar entre los tres palos.

Osasuna se hizo fuerte y mostró más peligro que el Barcelona en los 45 minutos iniciales. Budimir, que ofreció alternativas y soluciones durante todo el choque, maniobró para sortear a Araújo y, solo una meritoria mano de Iñaki Peña, pudo evitar el gol.

El descanso cambió ligeramente la inercia del encuentro; sin embargo, el ritmo era más bien bajo. Lamine Yamal, que entró en el minuto 42 por lesión de Raphinha, dio mayor verticalidad a un Barcelona que aunque seguía atascado, retomó el partido con más fluidez.

De Jong hizo notar su poderío y talento en el centro del campo y el Barcelona ganó metros. Osasuna se arrinconaba junto a su portería y los de Xavi amenazaban más tras el descanso.

Una anticipación de Christensen que los futbolistas de Osasuna reclamaron como falta fue clave, ya que Gündogan aprovechó el balón del danés para habilitar a un Lewandowski hasta el momento fallón. La hora del gol sonó en el polaco, que orientó su control para definir junto al palo. Imposible para Herrera y 1-0 a los 58 minutos.

El gol tranquilizó al Barcelona, que mejoró con los cambios. Sin la responsabilidad de tener que ir sí o sí a por el tanto, el Barcelona disfrutó de un escenario favorable en una noche que parecía que se podía complicar.

Osasuna apuró sus opciones, pisó campo culé pero no generó oportunidades importantes. Pedri y Joao Félix, que salieron en la segunda parte, disfrutaron de los espacios que dejaba atrás Osasuna y, sobre la bocina, el portugués levantó a la grada con un caño y una asistencia que Yamal mandó a la red.

La victoria por 2-0 del Barcelona deja otro clásico más en Arabia Saudí, la reedición de la final de la Supercopa de España 2023. El domingo, a partir de las 20.00 horas, Real Madrid-FC Barcelona.