El Parlamento Europeo dio luz verde a una nueva normativa para garantizar el abastecimiento de minerales críticos hace menos de un mes. Los socios europeos son conscientes de la dependencia que el Viejo Continente tiene de China y, aunque la ley supone un paso hacia reducirla, los expertos en minería consideran que Europa ha estado dormida, mientras el gigante asiático lleva décadas invirtiendo para tener estas materias primas y Estados Unidos ha impulsado la competitividad de sus empresas de forma salvaje.

La semana pasada se celebró en Riad un foro internacional sobre este asunto, el Future Minerals Forum, donde además de Arabia Saudí, estuvieron representados países del Golfo, africanos y latinoamericanos con trayectoria en la minería y también algunos líderes europeos. No obstante, como contó este periódico, de entre las grandes potencias comunitarias, únicamente el ministro italiano expresó su punto de vista ante los presentes.

"No veo a muchos europeos (en el sector), con la excepción de los franceses, pero no sabría decirte por qué Europa no está más presente en la exploración y las cadenas de suministro de los minerales críticos", se pregunta Frank Giustra, director ejecutivo de Fiore Group of Companies, un grupo empresarial que invierte en recursos naturales. Giustra afirma que pese a la presencia de líderes europeos en el congreso, "ni Italia, ni España están jugando papeles decisivos".

Amanda Van Dyke es la responsable de un fondo que invierte en empresas que se dedican a la minería de forma sostenible, el ARCH Sustainable Resources Strategy y ha asesorado a la Comisión Europea en la elaboración de la norma. "La ley se ha cerrado de forma increíblemente rápida y deja clara la necesidad de asegurar el abastecimiento. Sin embargo, durante años, los bancos de inversión europeos y las empresas han fallado en la producción de estas materias primas, porque si las necesitas, es fundamental que financies su producción", resume en una conversación con este periódico.

"China lleva 20 años invirtiendo en minerales críticos y, por eso, construyen prácticamente todas las baterías del mundo", resume Van Dyke. "Lo que ha hecho Europa y también Estados Unidos es darse cuenta de la necesidad que tienen y lo han puesto en su legislación, pero no han incentivado de la misma forma a sus industrias y a los inversores, porque tienen prejuicios con respecto a la minería", explica.

No han incentivado de la misma forma a sus industrias y a los inversores"

Amanda Van Dyke, responsable de ARCH Sustainable Resources Strategy.

El impacto que tradicionalmente ha tenido la minería en los territorios ha lastrado la inversión en la misma, según los expertos. Brian Menell, consejero delegado de TechMet, otra empresa que invierte en explotaciones mineras, coincide con Van Dyke y asegura que "la minería ha avanzado y se puede hacer de forma limpia y respetuosa con el medioambiente".

"China se ha asegurado muchos contratos para garantizar su abastecimiento, y eso no significa que no hay más para el resto, sino que quizá tienes que ir a sitios a los que Europa, tradicionalmente, no ha querido recurrir, como África y Latinoamérica", explica. "No tienen otra opción", añade la inversora.

Europa, "víctima de la transición energética"

Menell cifra en cinco años el retraso que sufre la industria europea en conseguir el suministro necesario para cumplir con los objetivos de la transición energética. "No puedes invertir 90.000 millones en convertir tu flota en eléctrica y tener que cambiar la estrategia por no lograr las materias primas necesarias", pone como ejemplo, en relación a la industria automovilística, de gran peso en la Unión Europea.

"Europa necesita acelerar su regulación pero también el apoyo económico, no solo para proyectos en Europa, que hay algunos, sino para garantizar las cadenas globales de suministro", opina Menell. De lo contrario, las consecuencias para la industria europea pueden ser "catastróficas", resume.

"La normativa europea muestra avances en la buena dirección, pero Europa puede convertirse en una víctima de la transición energética si no garantiza su acceso a minerales críticos", comenta con pesimismo.

Van Dyke añade que conseguir permisos para exploración de minerales en Europa lleva entre 5 y 10 años, lo que retrasa el acceso a estas materias primas. "Están interesados en tener estos minerales, pero no los quieren en su patio", critica. En este sentido, considera que quizá la legislación en Estados Unidos es "peor" o "menos avanzada" que la Europea, pero ha habido "más inversión".

Con todo, tanto Van Dyke como Menell destacan la presencia de minerales en España y en otros países europeos: desde el grafito hasta el estaño, están presentes en nuestras fronteras. "Ha habido mucho rechazo de la gente", insiste la responsable del ARCH Sustainable Resources Strategy.

Los minerales más críticos

La lista de minerales críticos es extensa y los expertos creen que no se puede elevar uno por encima del resto en las inversiones estratégicas que la Unión Europea y el resto de países tienen que acometer.

"Tanto el litio como el grafito se necesitan en grandes cantidades para las baterías y, en gran medida, no se pueden sustituir", explica Amanda Van Dyke. "Creo que también debemos preocuparnos por el abastecimiento del cobre", añade.

El empresario canadiense Frank Giustra añade a la lista el "cobalto, el níquel y el manganeso, y por una razón diferente, el oro". Según Giustra, "todos los bancos centrales del mundo están luchando por poseer oro y vender dólares por oro".

"El litio, el níquel, el cobalto, el estaño, el tungsteno, el vanadio y el hierro", sería la lista definitiva de los minerales críticos para Menell. Según el experto, son necesarios para la fabricación de baterías y para el almacenamiento de la energía eléctrica producida a través de energía eólica y solar.