Si hay una objetivo que persigue Podemos presentándose en solitario a las elecciones europeas, que destacan por el voto directo en circunscripción única, ese es el de marcar terreno y demostrar frente a Yolanda Díaz que aún dominan el espacio de la izquierda, que el reparto de listas para las generales no representa la fuerza real de los de Ione Belarra y que la mayoría del voto que le ha permitido revalidar la coalición es prestado. De momento, no obstante, de las pocas encuestas publicadas en este inicio de año, ninguna refleja o hace un guiño a la versión de los morados. Tampoco el primer barómetro, de enero, que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado este miércoles. Un estudio que impulsa de nuevo al PSOE por encima del PP, y con mejores resultados en unas hipotéticas generales que el que logró Génova en julio. Un 34% de intención de voto frente al 33,05% que obtuvo la candidatura popular.

El organismo dirigido por José Félix Tezanos refleja estabilidad respecto a la anterior encuesta, con cambios mínimos excepto para el partido de la vicepresidente segunda y ministra de Trabajo. En diciembre, el CIS garantizaba un 72,4% de retención del voto a Díaz, algo que ha caído por la marcha de Podemos al Grupo Mixto y, en definitiva, la ruptura de relaciones políticas manifestada. Las conversaciones entre ambos exsocios son prácticamente inexistentes, según fuentes de la formación morada. Es más, para la negociación del fallido -y criticado por considerarse un recorte [más información aquí]- real decreto para la reforma del subsidio de desempleo, el diálogo se ha reducido a Belarra y el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez-Rey.

En el estudio de enero, Sumar pasa a retener el 52,4% de los votos de julio. El 14,7% pasa a Podemos. Esto da a entender que el músculo morado dentro de la coalición de las generales ha sido de uno de cada diez votos. Si se tienen en cuenta esas pérdidas, sumadas las cifras de ambos actores individualmente, se obtienen 67,1 puntos. El 5,3% restante, que no ha ido a Podemos, ha engrosado las filas de los indecisos mayoritariamente, pasando de un 9,2% a un 12,7% (-3,5%); y el resto va en un punto para ERC, un 0,5% para 'otros partidos' que no se definen en la encuesta y el restante para votantes nulos o en blanco. Díaz, en cambio recorta los flujos de voto cedidos a Sánchez del 9,3% al 8,9%.

Díaz pierde 443.059 votos de Podemos tras la ruptura de la alianza electoral y el paso de Belarra y los suyos al Grupo Mixto"

¿Cómo se traduce esto a número de votos? Teniendo en cuenta que Sumar fue respaldado por 3.014.006 personas, ese 52,4% que del voto puro del 23-J que resiste serían 1.579.339 electores. A Podemos transitarían 443.059 personas, y otras 382.779 se muestran indecisas. De repetirse unas generales y de apostar nuevamente por las siglas, el porcentaje se elevaría a 65,1%. Ahora bien, como en todos los barómetros del CIS, al margen de pérdidas hay ganancias para los distintos partidos. Sumar, en su caso particular, no compensa las salidas. En total, con los porcentajes que arrastra de los abstencionistas, los nuevos votantes que participarían ahora, y fugados partidos de corte progresista como el PSOE o PACMA, o independentista de izquierdas como ERC, BNG o EH Bildu, recuperaría unos 526.000 votos aproximadamente y tirando por lo bajo sin contar porcentajes como el 13,1% que Tezanos le da proveniente de 'otros partidos' indeterminados. De concurrir hoy, Sumar superaría ligeramente los 2,1 millones de votos, un millón menos que hace seis meses. Podemos, con un 2,7% de intención de voto quedaría fuera de la Cámara Baja.

El CIS, el único que refleja un escenario sin Podemos

El lunes, el instituto 40dB, para el Grupo Prisas, daba a conocer su barómetro de enero pero sin distinguir entre magentas y morados. La explicación del organismo: "el partido de Belarra (...) no ha explicitado que vayan a presentarse en el futuro como una marca independiente en lugar de la coalición". Pero lo cierto es que la ruptura de relaciones aleja ese escenario. En privado, se condiciona la participación a que haya primarias que definan las candidaturas, y aunque en Sumar están abiertos a un proceso democrático, el liderazgo de Díaz es indiscutible para ellos y sus socios. El propio Pablo Iglesias, que fuera de Podemos sigue marcando en gran parte el rumbo desde Canal Red y sus derivados, daba por descontado que no habría más alianzas.

Los datos que ofrece el organismo, en todo caso, son cercanos a los del CIS. En conjunto Sumar retendría un 76,9% en comparación con el 72,4% estimado por Tezanos en diciembre. En general todos los partidos superan la previsión de permanencia hecha por la entidad pública. La diferencia es Díaz recibe porcentajes algo más elevados de transferencia. Si se aplican las fugas que detecta el CIS, el afianzamiento del voto magenta de las últimas generales se situaría en un 56,9%. Estos datos, pese a todo, son solo contemplaciones sin base. Habrá que esperar a ver si 40dB rectifica de cara al barómetro de febrero.

Destacar que en el plano gallego, las bases de Galicia en Común [integró a Podemos, IU y a Anova] que resisten en Podemos sí son cercanas a las que el CIS refleja en su estudio. De las mediciones autonómicas privadas existentes, el propio 40dB da el 17,1% de permanencia en Podemos ahora en solitario. El resto transita a Sumar y el BNG [la cuota nacionalista de Anova, que se ha reconciliado con el Bloque] en tercios. Lo mismo refleja en su sondeo SigmaDos para El Mundo, que aumenta la resistencia al 17,7%.

El PSOE, el único que mejora la retención de voto

Otro de los aspectos destacables de este CIS, en comparación con el anterior, es que el PSOE vuelve a superar la barrera de los 70 puntos en lo que a retención de electores se refiere. El PP se deja seis décimas (81,6%) y Vox dos puntos y medio (67,4%).

Durante el último año al PSOE le ha costado sobrepasar por sucesivas polémicas como, por ejemplo, la ley del 'sí es sí' que llevó al PSOE a su reforma y al enfrentamiento con Irene Montero e Igualdad. De diciembre a enero, los socialistas retienen del 69,9% al 72,3% de los 7.760.970 votantes conseguidos. En todo caso, la cifra sigue siendo la segunda más baja desde las generales. En septiembre era del 87,7%, bajó en octubre al 78,8%, y al 75,8% un mes más tarde. A lo largo del año pasado se han producido picos en este aspecto para los socialistas. La media previa al 23-J fue de unos 64 puntos.