Sucedió en mayo de 2022 en mitad de una cena de gala celebrada con el boato propio de las grandes ceremonias en el Palacio Real. En presencia de los reyes, el emir de Qatar Tamim bin Hamad Al Zani, de visita de Estado en Madrid, anunció una lluvia de 4.720 millones de euros (5.000 millones de dólares) destinada a inversiones en España. Moncloa lo celebró como una inyección de confianza en la "robusta" economía española. 20 meses después, sin embargo, el Gobierno no ha hecho uso del dinero. No hay rastro del prometido maná de los petrodólares.

Múltiples fuentes consultadas por El Independiente admiten que el Gobierno español no solo no ha consumido ese dinero sino que directamente no lo ha usado, a punto de cumplirse dos años de un anuncio que acaparó titulares y que Moncloa exhibió como una apuesta por España en plena recuperación tras la crisis generada por la propagación del coronavirus. “Hoy mismo he dado instrucciones para incrementar las inversiones en 5.000 millones de dólares, que tendrán un valor añadido a nuestras exitosas inversiones ya existentes en España, teniendo en cuenta que Qatar es considerado uno de los mayores inversores árabes en España”, declaró entonces su alteza.

El objetivo no cumplido de doblar la inversión de Qatar

El montante suponía doblar el valor de los activos que Qatar poseía en España, alrededor de 2.700 millones de dólares, pero en estos dos últimos años el portfolio qatarí en nuestro país no ha sufrido variaciones. Las autoridades qataríes optaron por vehicular las nuevas inversiones a través del Ejecutivo español, que debía encargarse de la tarea de movilizar a las empresas españolas interesadas en captar inversión extranjera. Para tal cometido, la Autoridad de Inversiones de Qatar, el fondo soberano del emirato, firmó un acuerdo de colaboración con Cofides (Compañía Española de Financiación del Desarrollo), un organismo de capital público-privado que gestiona fondos del Estado y que debía “identificar oportunidades de inversión”.

Fuentes del fondo soberano qatarí explicaron entonces a este diario que el país árabe -con uno de los mayores PIB per capita del planeta y la tercera mayor reserva de gas natural- estaba especialmente interesado en incrementar sus inversiones en España en sectores que consideraba clave. “Hay un número importante de oportunidades en campos como la agrotecnología, la movilidad, la sostenibilidad, la energías limpias y las fintech. Hemos dado prioridad a esas áreas y creemos que pueden ser también relevantes en el caso de España”, señaló a este diario el jeque Ali Alwaleed Al Zani, máximo responsable de la Agencia de Promoción a la Inversión de Qatar.

20 meses después, fuentes de Cofides se desentienden de cualquier papel en la búsqueda de las empresas españolas susceptibles de recibir la inversión qatarí. Alegan que nunca ha habido un compromiso vinculante de alcanzar determinada cifra de inversión. “Cofides ha puesto en marcha una estrategia integral de relaciones estratégicas con el ecosistema de fondos soberanos a nivel global y ha mantenido diversos encuentros con posibles inversores, entre los que se encuentra QIA, un actor relevante, pero no el único”, deslizan.

"Acuerdo de intenciones"

Interrogadas por este diario, las citadas fuentes del ente reducen a “un acuerdo de intenciones” su colaboración con Qatar y aseguran que la última reunión con representantes del fondo se llevó a cabo a finales del pasado septiembre. “Estamos en una fase previa a acuerdos vinculantes”, alegan. Hasta la fecha no se ha concretado con la QIA ninguna inversión. “Ojalá tuviéramos la varita mágica para hacer que estos fondos se movieran. Es una decisión que no depende de nosotros exclusivamente. Ellos pueden llevar a cabo inversiones de forma autónoma” deslizan fuentes de Cofides, que señalan que cosechar resultados concretos puede llevar años.

Mencionan como contraste los frutos ya tangibles con el sultanato de Omán, con cuyo fondo soberano comparten ya un mecanismo que ha permitido la entrada de capital omaní en compañías españolas. Insisten que, en el caso de Omán, existe un presupuesto asignado.

En la nota de prensa que distribuyó el 18 de mayo de 2022, Moncloa se hace eco del anuncio del emir y lo vincula en el mismo párrafo a un acuerdo de colaboración firmado entre el fondo soberano QIA y la entidad pública financiera española Cofides “para identificar oportunidades de inversión alineadas con el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, que impulsa el Gobierno de España”. En la rúbrica de los acuerdos, participaron entre otros la entonces ministra de Economía y vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño.

El ministro de Finanzas y Economía del Estado de Qatar, Sheikh Ali bin Ahmed Al Kuwari y la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. | EP

No hay capacidad para absorber los fondos europeos

Fuentes del ministerio de Economía consultadas por este diario dicen no estar sorprendidas por el hecho de que no se haya usado la oferta de inversión qatarí. Ni siquiera, subrayan, hay capacidad de absorber todos los fondos europeos Next Generation asignados a España. Hasta la fecha, España ha recibido en tres pagos transferencias de la UE por valor de 37.000 millones de euros. “No se da abasto. Nos llevaremos una sorpresa cuando sepamos el porcentaje de uso de los fondos”, advierten las citadas fuentes.

Otro de los organismos gubernamentales españoles del ramo, el ICEX
-la entidad pública empresarial que promueve la internacionalización de las empresas españolas-
ha asegurado a El Independiente “no haber participado en estas inversiones”. La Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ni siquiera ha respondido a las reiteradas peticiones de información cursadas por este diario a lo largo de las últimas dos semanas.

La visita de Estado del emir de Qatar fue celebrada a bombo y platillo por el Ejecutivo. “La visita de Estado de Qatar supondrá un antes y un después en las relaciones no solo económicas, sino también políticas, entre España y Qatar", proclamó entonces Sánchez. Cerca de dos años después, los lazos políticos son muy sólidos pero la relación económica se halla estancada, con los 5.000 millones de dólares como principal prueba de la parálisis.