Fue un encargo de la familia Lieser en 1917, querían un retrato y en aquel momento en Austria no existía rival para Gustav Klimt. La joven morena que aparece en el lienzo acudió siete veces a su estudio y el pintor realizó 25 estudios preliminares de lo que quería hacer antes de ponerse a hacerlo. Se lo dio en 1918, tras su muerte y sin terminar, y desde 1925 nadie conocía su paradero.
La pasada semana la casa de subastas Im Kinsky lanzó la noticia. El Retrato de la señorita Lieser había aparecido en una colección privada y se iba a subastar el próximo 24 de abril con un precio de salida entre los 30 y 50 millones de euros, aunque esperaban alcanzar una cifra aún mayor.
La prensa especializada miraba anonadada el cuadro y más aún cuando la casa de subastas austriaca aseguró que el actual propietario, que quiere mantenerse en el anonimato, era la tercera generación de una misma familia en heredar este Klimt desde 1960. Nada se decía de cómo había llegado hasta ellos ni de su ubicación durante las décadas que pasaron desde que lo fotografiaron en 1925 para una exposición que estaba organizando Otto Kallir-Nirenstein y 1960 cuando lo recibió la familia del actual vendedor. "Lo único seguro es que lo adquirió un antecesor legal del patrocinador en la década de 1960 y pasó al propietario actual después de tres sucesiones", apuntan.
Lo que sí se sabe es que la venta está acordada entre los herederos de Lieser y el actual propietario. "Se subastará en nombre de los propietarios actuales (propiedad privada austriaca) y de los sucesores legales de Adolf y Henriette Lieser sobre la base de un acuerdo conforme a los Principios de Washington", alegan, dando por hecho un acuerdo gracias al cual el cuadro se quedaría fuera de un posible conflicto jurídico por una posible expropiación de los nazis durante la II Guerra Mundial. Algo que se lleva pensando mucho tiempo porque aunque Adolf Lieser murió en 1919, su cuñada Henriette Lieser lo hizo en 1943 en un campo de concentración.
Lo que tampoco está claro es quién es esa chica. Durante años se ha mantenido la teoría impulsada por la historiadora del arte Alice Strobel que aseguraba que era la hija de Adolf, Margarethe, pero ahora la casa de subasta austriaca genera dudas y asegura que se podría tratar de alguna de sus sobrinas, hijas de su hermano y de Henriette Lieser.
Ambas jóvenes son muy conocidas en Austria. La mayor, Helene, fue la primera mujer en el país en obtener un doctorado en ciencias políticas y la pequeña Annie fue una reconocida bailarina expresionista. Desde la casa de subastas explican que este cambio de opinión se debe a que la dirección que aparece en la única fotografía del cuadro es la de Henriette y no la de Adolf: el palacio de Argentinierstrasse 20, en Viena. También que sus rasgos físicos hacen pensar que fue Helene la retratada.
Sobre la obra hablan del apogeo del pintor. "Si bien Klimt representa el rostro con trazos precisos, de forma sensible y naturalista, otras partes del cuadro reflejan las pinceladas libres y abiertas de su estilo tardío. Los fuertes tonos complementarios determinan la composición cromática. La intensidad cromática del cuadro y el giro hacia una pincelada suelta y abierta muestran a Klimt en el apogeo de su obra tardía", explican.
También que el cuadro no llegó a terminarse y el pintor no llegó a firmarlo. "El pintor falleció el 6 de febrero de 1918 a consecuencia de un derrame cerebral, el cuadro estaba en su estudio, todavía inacabado en algunas pequeñas partes. Tras la muerte de Klimt, el cuadro pasó a manos de la persona que se lo había encargado", añaden sobre el que podría ser uno de sus últimos trabajos.
El propietario actual, del que aseguran es un coleccionista privado y en cuya familia llevaba este Klimt, sin que nadie supiera de su localización, más de 60 años, no ha querido decir su nombre. Ahora, con el precio de salida y a la espera de que este sea aún mayor, saben que será adquirido por un comprador internacional por lo que han organizado una serie de eventos en ciudades como Londres, Hong Kong, Suiza y Tokio para presentar el lienzo. Todas ellas se harán en en las sedes del banco privado LGT.
El récord de Klimt
El pasado mes de junio Gustav Klimt batió el récord para una obra de arte europea al vender por 98 millones de euros su cuadro Dama con abanico, Además, tal y como informaba EFE, se trataba de "el segundo precio más alto jamás alcanzado en una subasta por un retrato de cualquier época". La compradora fue Patti Wong, fundadora de Patti Wong & Associates, que lo adquirió en nombre de un coleccionista de Hong Kong.
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