La traición de Truman Capote que humilló a las mujeres más poderosas de Nueva York

Ryan Murphy vuelve a la carga tras la primera temporada de Feud, que se estrenó allá por 2017. Tras varios proyectos que no llegaron a buen puerto, esta vez quien captura el interés del famoso productor ejecutivo es Truman Capote. Y, con él, las mujeres a las que traicionó para elevar su fama y legado como cronista de la lujosa élite neoyorkina de los 60 y 70. Las llamaba sus "cisnes", y eran algunas de las más famosas personalidades del momento.

Este martes se estrena Feud: Capote vs The Swans en HBO Max. Una ficción inspirada en el libro de Laurence Leamer, bestseller donde se recuerda cómo el escritor se hizo amigo de mujeres de quien él mismo escribió "quizás no son de familia rica pero nacieron para serlo".

Una traición que le apartó de la alta sociedad

Eran Barbara Paley, conocida como Babe; Slim Keith, C.Z. Guest, Ann Woodward y Lee Radziwill (hermana de Jackie Kennedy), entre otras. Durante años compartió secretos con ellas, escuchó sus confidencias y se integró en sus vidas. Todo para traicionarlas en una popular revista.

El escritor pensaba que Plegarias atendidas sería su gran éxito después de que, tras Desayuno en Tiffany's y A sangre fría, se quedara sin ideas. Pero no consiguió terminarlo nunca, porque decidió publicar los primeros capítulos en la revista Esquire ya raiz de ello fue totalmente apartado de la sociedad que le había servido como inspiración.

Desveló los secretos de las damas a las que había acompañado. Lo hizo con seudónimos. Sin embargo, la fina capa de ficción con la pretendía anonimizar las historias no fue suficiente. Ridiculizó sus vidas y descubrió sus secretos, convirtiéndose en una persona non grata. Aunque Capote siempre aseguró que no era consciente del efecto que iba a tener en su vida la publicación de La Côte Basque, 1965, ese primer extracto del libro, en noviembre de 1975.

En él se exponían detalles que humillaban a las mujeres, como la aventura de Bill Paley, esposo de Babe, con otra mujer; también insinuaba que Ann Woodward había asesinado a su marido. Por suerte esta última no pudo vivir para verlo, porque un mes antes se quitó la vida. El rumor es que sabía lo que se iba a publicar y no quiso enfrentarse a las consecuencias.

¿Quiénes eran los cisnes de Capote?

Slim Keith nació como Mary Raye Gross, pero ese nombre no encajaba en la jet set estadounidense, de la que pronto se volvió icono de moda en los 5o y 60. Primero se casó con el director de cine estadounidense Howard Hawks. La leyenda dice que fue ella quien le enseñó a su marido una foto de Lauren Bacall en una revista, consiguiendo que la descubrieran como actriz. Después contrajo matrimonio con el productor Leland Hayward, también estadounidense, y finalmente con el aristócrata y banquero británico Kenneth Keith. En la serie de Ryan Murphy la interpreta Diane Lane.

Calista Flockhart se mete en el papel de la hermana menor de Jackie Kennedy, Lee Radziwill. Tras su matrimonio con un príncipe polaco-lituano llamado Stanislaw Albretch Radziwill, su vida transcurría entre la capital británica y Nueva York. Por supuesto, con su estilo, su belleza y sus amistades se convirtió en una de las mujeres más populares del momento, todo ello trabajando de manera ocasional en cine y publicidad. Ella también se casó en tres ocasiones e incluso se prometió una cuarta, pero la boda, como la del torero Juan Ortega, se canceló poco antes de pasar por el altar.

C.Z. Guest era otro de los iconos de moda de las revistas en los 50 y 60, pero además era actriz, autora y diseñadora. Dalí y Warhol llegaron a retratarla. Estaba casada con Winston Frederick Churchill Guest, primo del primer ministro británico, y también relacionado con algunas de las mayores personalidades de la época. Tanto es así que Ernest Hemingway fue el padrino de su boda. En Feud es Chloë Sevigny quien le da vida.

Babe Paley, otra de las socialites de la época, era de las pocas que había nacido en una buena familia. En la serie la interpreta Naomi Watts. Su padre era un conocido neurocirujano que daba clase en las mejores universidades de la Ivy League, y tuvo la suerte de participar en tradiciones de la alta sociedad como el baile de debutantes de Boston. Trabajó como editora de moda para Vogue y se casó dos veces, primero con William Paley y después con Stanley Mortimer Jr.

También participa Demi Moore como Ann Woodward. Una popular personalidad, modelo y actriz de radio que se casó con el heredero William Woodward Jr. Pero solo 12 años después de su boda, el marido fue asesinado con un arma de fuego, un incidente que fue considerado no intencionado pero que la persiguió para siempre.

Y finalmente, Molly Ringwald en el papel de Joanne Carson, exmujer del presentador y cómico Johnny Carson, y gran amiga de Capote. De hecho, el escritor murió en sus brazos en 1984 tras 22 años de amistad.

La muerte de Truman Capote

Truman Capote, que había vivido una infancia convulsa, adoptó el apellido del segundo marido de su madre cuando quiso convertirse en escritor. Se trataba de José García Capote, un coronel canario trasladado en Cuba que fue después condenado por desfalco. Hasta su muerte, siempre fue conocido por ser pretencioso y aspirar a formar parte de la alta sociedad. Aseguraba conocer a famosos y tener relaciones cercanas con grandes personalidades, pero no siempre era cierto.

También era conocido porque, a pesar de la época, era abiertamente gay. Gran parte de su vida la compartió con el también escritor Jack Dunphy, que narró después la seriedad de las adicciones que terminaron con su vida.

Su abuso del alcohol y de las sustancias ya formaba parte de su vida cuando se publicó aquel extracto de su libro en Esquire. Sin embargo, verse apartado de aquel selecto grupo terminaría por sumergirle en un mundo de excesos, llegando a pasar por varios centros de rehabilitación y haciendo entrevistas en estado deplorable. "Llegado el momento me mataré… sin yo desearlo", aseguró en una conversación televisada con Stanley Siegel.

Se refería, en una escalofriante premonición, a cómo era incapaz de frenar los terribles hábitos que, en efecto, acabaron con su vida.