El llamado corredor de Filadelfia, que discurre a lo largo de la frontera de Egipto con la Franja de Gaza, es uno de los objetivos más cotizados en la estrategia militar del primer ministro Benjamin Netanyahu. Su control explica, en parte, la ampliación de la ofensiva que Netanyahu ha ordenado al ejército israelí en la ciudad de Rafah, donde 1,4 millones de personas permanecen desplazadas desde el inicio de la invasión israelí de la Franja el pasado octubre, en mitad de la condena internacional por las consecuencias humanitarias y de vidas que puede acarrear.

¿Qué es el corredor de Filadelfia?

Es la franja de tierra de 14 kilómetros de largo que discurre y abarca toda la frontera de la Franja de Gaza con Egipto. También denominada la ruta de Filadelfia o el eje de Salah al Din, es en realidad una zona colchón establecida en virtud del tratado de paz que firmaron en 1979 Egipto e Israel y que supuso el reconocimiento del Estado judío por El Cairo. En virtud de los Acuerdos de Camp David, firmados en 1978, el corredor de Filadelfia es una zona desmilitarizada. El acuerdo supuso el fin de la ocupación israelí del Sinaí y el retorno del territorio al control de Egipto así como la reapertura del estratégico Canal de Suez, la principal fuente de divisa extranjera de la tierra de los faraones.

¿Qué finalidad tiene el corredor?

Su objetivo era detener el flujo de armas y materiales desde Egipto hacia la Franja así como complicar el movimiento de personas entre ambos territorios. No obstante, investigaciones recientes señalan que, en parte, Hamás pudo fabricar su arsenal actual a partir del material militar israelí que dejó sin detonar.  En el corredor se halla enclavado el paso fronterizo de Rafah, la única conexión con el mundo exterior no controlada hasta ahora por Israel y que Tel Aviv aspira también a administrar de facto.

¿Por qué Israel quiere controlarlo?

En los últimos meses el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha expresado en público su interés por llegar a controlar el corredor de Filadelfia. “Debe estar en nuestras manos y debe cerrarse. Está claro que ningún otro arreglo garantizará la desmilitarización que perseguimos”, arguyó el premier, empeñado además en acabar con el gobierno de Hamás y erradicar a una organización que, tras vencer en las elecciones de 2006, controla la Franja. De lograr su objetivo, supondría que Tel Aviv volvería a ocupar de manera permanente zonas de Gaza hasta ahora situadas en territorio palestino. “El control del corredor de Filadelfia corta de hecho la única conexión terrestre de la Franja de Gaza con Egipto, bloqueando potencialmente los movimientos subterráneos entre ambas regiones a través de una red de túneles”, señalan desde Israel.

¿Cuál es el papel de Egipto en el corredor?

Tras la retirada de las tropas israelíes en 2005 y el inicio del bloqueo, Egipto ha estado a cargo del corredor, el único enlace de Gaza con el mundo exterior que no se encontraba hasta ahora en manos israelíes. Desde 2005, Egipto ejerce pleno control sobre el corredor. Si el ejército israelí se adentrara en la zona, se violaría el tratado.

En un primer momento, El Cairo desplegó -con la luz verde israelí- 750 soldados para patrullar el corredor, cuya responsabilidad inicial al otro lado de la frontera recaía en la Autoridad Palestina. Tras la llegada al poder de Gaza de Hamás, ha sido la organización islamista la que ha estado a cargo del lado palestino. El régimen egipcio, primero con Hosni Mubarak y ahora con Abdelfatah al Sisi al frente, ha cooperado con las autoridades isralíes en el sitio de la Franja de Gaza. En los últimos años, en plena campaña contra la insurgencia yihadista en el norte del Sinaí, los militares egipcios han destruido los túneles excavados bajo el corredor y usados como vías de contrabando de materiales y armamento, pero Israel insiste en que no han sido neutralizados.

Si logra hacerse con el control, ¿qué hará Israel?

El plan israelí es desplegar tropas y armamento a lo largo del corredor, confirmando su regreso a la zona dos décadas después de haberla abandonado. Egipto ha rechazado hasta ahora esa posibilidad consciente de que aceptar la estrategia de Israel alimentaría el descontento popular y sería visto como una nueva cesión al gobierno de Netanyahu en un asunto extremadamente sensible que los palestinos denuncian como una expansionismo insaciable y la constatación de que Tel Aviv busca la expulsión de los palestinos de Gaza.

¿Cómo actuará Israel en el norte de Gaza?

Es una de las incógnitas de una operación militar cuyo día después divide a los propios miembros del gabinete israelí, formado por partidos de centro, derecha y ultraderecha. Para algunos, el objetivo es ocupar de modo permanente la Franja, con la creación de nuevos asentamientos israelíes similares a los que ya fueron desmantelados en 2005; mientras que otros apuestan por entregar el control del territorio a la Autoridad Palestina con el compromiso de que las fuerzas de seguridad israelíes tengan capacidad de realizar incursiones y asaltos, como sucede en Cisjordania. Tel Aviv ha abordado la cuestión de crear otro corredor en el norte de la Franja de Gaza, otra zona colchón para supuestamente evitar nuevos ataques de Hamás y otros grupos palestinos contra las ciudades del sur de Israel. Sin embargo, tanto Estados Unidos como la Unión Europea han rechazado cualquier plan que suponga reducir aún más la superficie de Gaza.