Más de 100.000 expedientes están a la espera de que la Seguridad Social les asigne una cita para reconocer cuál es su situación médica. La cifra es la más alta de los últimos cuatro años, según los datos de la primera semana de febrero, a los que ha tenido acceso El Independiente. De hecho, la cifra se triplica con respecto a la que había en marzo de 2022, cuando 30.946 españoles estaban en esta situación.

Detrás de esos 104.203 casos hay muchas situaciones. Desde trabajadores que llevan más de 12 meses con una incapacidad temporal a madres que han solicitado la prestación por riesgos durante el embarazo y la lactancia. Los médicos inspectores de la Seguridad Social también tienen que revisar el acceso al seguro escolar o las prestaciones de orfandad.

El colectivo de médicos lleva varias jornadas de huelga convocadas, por parte de UGT, para reclamar más recursos, que las evaluaciones las vuelva a hacer un órgano multidisciplinar y también la independencia del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).

Como publicó este periódico, antes del 18 de mayo del pasado año, si un trabajador estaba durante más de 12 meses en situación de incapacidad temporal, un equipo de valoración de incapacidades (EVI) evaluaba si esa persona podía o no volver a su puesto de trabajo. Pero desde esa fecha, es un médico inspector de la Seguridad Social quien toma la decisión y no un equipo de cinco personas, que conforman un EVI. 

El Ministerio de Seguridad Social justificó, en su momento, un ahorro económico al adelantar el reconocimiento de las altas médicas. También esperaban un “ahorro en jornadas de trabajo de los funcionarios de las Direcciones Provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS)”. Sin embargo, el ahorro no se cuantificó y los tiempos no se están acortando en la gestión administrativa, sino lo contrario.

“No se están resolviendo tantos casos como antes, no hay tantas altas como había”, comenta una médico de la inspección de la Seguridad Social. La misma fuente asegura que el cambio perjudica a los ciudadanos, puesto que se pierden garantías. “Lo que antes revisaban varios profesionales, ahora tiene que hacerlo un médico. Además, si el paciente reclama, el mismo médico tiene que emitir su valoración sin ver de nuevo el paciente”, insiste.

Las fuentes consultadas indican que el incremento en el número de personas que está a la espera de que un médico de la Seguridad Social resuelva su situación también tiene que ver con las listas de espera del Servicio Nacional de Salud (SNS). El hecho de que haya listas de espera para visitas con especialistas o, incluso, para cirugías, provoca que "las bajas no se traten y se prolonguen necesariamente".

Proyecto piloto

Para agilizar estos reconocimientos médicos, el INSS ha puesto en marcha un proyecto piloto para que los médicos valoren a los pacientes por videoconsulta. No obstante, el ciudadano tiene que desplazarse a la unidad médica, por lo que el desplazamiento se tiene que realizar independientemente de cómo sea la atención que recibe por parte del profesional sanitario.

"Esto no soluciona nada", indica la médico. "Un médico tiene que palpar, ver, diagnosticar con el paciente en la consulta, eso no se puede hacer a través de una videoconferencia", critica.

Según los datos a los que ha accedido este periódico, por el momento, se han resuelto menos de una veintena de casos por videollamada. Los pacientes han aceptado esta forma de diagnóstico, aunque en la documentación consta que se revisarán posibles reclamaciones en aquellos casos en los que la prestación no fue reconocida.

Déficit de plantilla

El déficit de personal de la Seguridad Social que denuncian las organizaciones sindicales también es una realidad en las plantillas médicas. Según la relación de puestos de trabajo, debería haber unos 660 médicos en la inspección de la Seguridad Social, pero solo hay 574, según los últimos datos.

Fuentes sindicales apuntan que aunque se han aprobado ofertas de empleo público, las incorporaciones se han producido en el mismo número que las bajas, por lo que no se están incrementando las plantillas aunque sí ha crecido la carga de trabajo.