PSC y ERC cerraron este lunes un acuerdo de mínimos para obtener el apoyo de los republicanos a los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona para 2024. Las primeras cuentas del socialista Jaume Collboni, que en diciembre vio como todos los partidos del pleno votaban en contra del primer trámite de sus presupuestos para impedir la tramitación y recordarle, así, su soledad de 10 regidores en un Ayuntamiento de 41.

Unas horas antes los Comunes se habían comprometido también con los socialistas para votar a favor de las cuentas, que inician su trámite este martes en la Comisión Extraordinaria de Economía convocada por Colboni a tal efecto. A cambio, la formación de Ada Colau ha pedido que se forme un gobierno de coalición en un máximo de treinta días. También los republicanos han sellado el acuerdo con la esperanza de llegar a un acuerdo de coalición en el gobierno local, que conformaría así un nuevo tripartito.

"ERC no ha sido un impedimento para que la ciudad funcione, ni lo es ahora ni lo será en un futuro", aseguró el portavoz republicano Jordi Castellana, tras firmar el acuerdo con el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls. Pero el pacto en Barcelona tiene visos de ir mucho más allá del Ayuntamiento.

Presupuestos catalanes

Podría augurar un pacto inminente al otro lado de la Plaza Sant Jaume, en el Palau de la Generalitat, donde Pere Aragonès confía también en cerrar las últimas cuentas de la legislatura. Y facilitar la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, aunque en ese caso socialistas y morados necesitarán también del concurso de Junts, junto al resto de los partidos que conforman la mayoría en el Congreso.

De hecho, la consejera de Economía, Natàlia Mas, anunciaba este lunes que confía en cerrar el acuerdo de presupuestos de 2024 "en cuestión de días". En una entrevista en Catalunya Ràdio de este lunes, la consejera aseguró que las negociaciones "con algunos grupos están muy avanzadas" y reiteró que las cuentas hace mucho que "están preparadas".

Avances que confirmaba poco después el líder del PSC, Salvador Illa, después de reclamar apenas 24 horas antes que se cumplan los acuerdos del año pasado, cuando PSC y Comunes aprobaron las primeras cuentas de Aragonès en solitario. Illa reconoció que hay "conversaciones intensas" con el ejecutivo durante los últimos días, aunque insistió en que para el PSC aún hay asuntos pendientes.

Promesas incumplidas

El socialista recordó el proyecto hotelero del Hard Rock en Tarragona, uno de los proyectos exigidos por el PSC para aprobar las cuentas de 2023, junto a la ampliación del Aeropuerto de El Prat y la construcción del Cuarto Cinturón en el Vallés. Está "en juego la credibilidad" del Govern y del mismo president, advirtió Illa. "Que se cumplan los acuerdos es muy relevante", añadía el mismo día que Gobierno y Generalitat ponían la primera piedra del futuro traspaso de Rodalies, fruto del pacto de investidura de Pedro Sánchez.

En el caso de los tres grandes acuerdos anunciados por PSC y ERC hace un año, sin embargo, ninguno de los proyectos se ha desencallado. Y en el caso del Hard Rock, el único impedimento es el informe de Medio Ambiente que la Generalitat lleva meses demorando. Pero desde Esquerra no ocultan que confían en un pacto a tres bandas para sacar adelante los presupuestos del Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno.

Una percepción que comparten en Junts. El portavoz del partido, Josep Rius, reclamaba este lunes a socialistas y republicanos que "dejen de hacer teatro" sobre la negociación presupuestario. Rius hacía este comentario después de que su partido se reuniera el pasado jueves con representantes del Departamento de Economía para negociar las cuentas. Una reunión que duró apenas 20 minutos, denuncian los junteros para expresar su poca confianza en que Esquerra quiera pactar con ellos los últimos presupuestos de la legislatura.