El laberíntico circuito de Jeddah ha dejado una clasificación trepidante clasificación con Max Verstappen en lo más alto tal y como era predecible, pero con un más que meritorio Fernando Alonso, cuarto, que rozó ese tercero en discordia que le arrebató Charles Leclerc, segundo, en el último instante.

Con la baja por apendicitis de Carlos Sainz para todo el Gran Premio de Arabia Saudí, todas las esperanzas de la afición española estaban depositadas en una carta. Eso sí, a la de Fernando Alonso y su Aston Martin ultracompetitivo a una vuelta.

Fernando Alonso ha vuelto a colar su Aston Martin en las posiciones de privilegio y se postula como candidato a estar en la pelea por el podio en carrera, pese a que el ritmo de su monoplaza en tandas largas parece menos competitivo que a una vuelta.

Por delante de los que en teoría deben ser sus rivales, Mercedes, McLaren y rozando a Ferrari, Alonso ha confirmado las buenas sensaciones transmitidas en los entrenamientos y partirá cuarto en la carrera del sábado.

Sergio Checho Pérez, ganador el año pasado en Jeddah, apuntaba a la segunda plaza; sin embargo, Leclerc ha clavado una vuelta perfecta para colarse entre los dos Red Bull.

El debutante en Ferrari como sustituto de Sainz, el adolescente -18 años- Oliver Bearman ha rozado la Q3 -y algún que otro muro- y saldrá desde la undécima posición. El compañero de Alonso, Lance Stroll, se ha quedado a ocho décimas del asturiano y comenzará desde la décima plaza.

Los McLaren de Piastri y Norris se ordenarán inmediatamente detrás de Alonso -quinto y sexto-, al igual que los Mercedes de Russell y Hamilton -séptimo y octavo-.