Raphaël Varane, actual jugador del Manchester United y futbolista clave en una de las etapas más gloriosas de la historia del Real Madrid, ha destacado en una entrevista en L'Equipe su preocupación por las conmociones cerebrales sufridas durante su carrera.

El central francés no solo ha revelado su miedo, sino que ha relacionado directamente alguno de sus peores momentos como profesional con los golpes recibidos.

"En el Manchester United nos recomendaron no hacer más de 10 cabezazos por entrenamiento... Mi hijo de 7 años juega al fútbol y le aconsejo que no dé cabezazos", señala Varane, que subraya la dificultad de, como profesional, aquejar cierta fatiga después de una repetición de golpes en la cabeza: "Muchas veces, como jugadores, no lo entendemos, ni siquiera pensamos en hacer una prueba. Por eso, reconocer una conmoción cerebral y tratarla bien es un verdadero desafío". Es un problema de salud real, incluso puede ser vital. Las cosas van cambiando poco a poco, pero aún podemos avanzar en este ámbito".

La confesión de Varane, ganador de 18 títulos en 10 temporadas con el Real Madrid -entre ellos cuatro Champions y tres Ligas, así como un Mundial con Francia-, centra su relato en dos de sus peores recuerdos sobre un campo de fútbol: "Sí, he tenido varias conmociones cerebrales. Si repasamos tres de los peores partidos de mi carrera, hay al menos dos en los que había sufrido una conmoción cerebral unos días antes: contra Alemania en los cuartos de final del Mundial de 2014 y con el Real Madrid ante el Manchester City en los octavos de final de la Liga de Campeones 2020", reconoció el defensor.

Todos los madridistas recuerdan aquel partido de octavos de final disputado en plena pandemia. Varane, un central caracterizado por su agilidad y buen pie, firmó un doblete de errores que condenaron al Real Madrid. El primero se produjo nada más empezar, cuando perdió un balón al borde del área que significó el primer tanto de los ingleses. Ya en la segunda mitad, Varane erró en una cesión de cabeza a Courtois que sirvió en bandeja el tanto a Gabriel Jesús.

"Lo sentí desde el calentamiento, me dije: despierta. Casi quería darme una bofetada. Durante el partido, mis primeros tres balones fueron técnicamente limpios, pero fue demasiado lento. No podía concentrarme en permanecer en mi partido, era como un espectador. El partido me fue mal y, en retrospectiva, me di cuenta de que estaba relacionado con el shock que había sufrido... Me cuestioné mucho y, finalmente, me di cuenta de que estos errores insólitos no habían caído del cielo", aseveró el galo.

Varane también detalló sus sensaciones tras la conmoción cerebral que sufrió en el Mundial de 2014, frente a Nigeria en octavos de final, partido que terminó "en modo piloto automático". "Si alguien me hubiera hablado en ese momento ni siquiera sé si hubiera podido responder. No recuerdo el partido después de este shock", añade.

El francés reclama mayor información y atención para los jugadores sobre el tema, ya que considera que las conmociones producidas por los repetidos impactos en la cabeza provocan microconmociones cerebrales.