Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, ha sido detenido por la Guardia Civil después de aterrizar en el aeropuerto de Barajas tras volver de la República Dominicana. Tras tomarle declaración, el también exdeportista ha quedado en libertad.
La vuelta del exmandatario se produce después de que el lunes, ante la posibilidad de que se eliminaran pruebas y se siguieran cometiendo presuntos delitos, agentes de la UCO llevaran a cabo un registro en el alojamiento de Rubiales en Punta Cana por orden de la juez, en el que se incautó el teléfono móvil y una tablet del expresidente de la RFEF.
La magistrada, que ha puesto el foco de la investigación sobre la RFEF en Rubiales y otras seis personas, investiga varias tramas de supuesta corrupción, como la remodelación de La Cartuja, el contrato de la Supercopa con Arabia Saudí o unos negocios de la RFEF en China.
El cerco sobre la etapa de Luis Rubiales al frente de la Real Federación Española de Fútbol se estrecha. La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda afirma que el testimonio de Juan Rubiales, tío del expresidente y ex responable del Gabinete de Presidencia, señala que en torno a las negociaciones para llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí se pudieron incluir comisiones extracontractuales y terrenos en el país árabe para la explotación hotelera.
De acuerdo al auto de la jueza encargada de las detenciones de Rubiales y otros directivos de la RFEF al que ha tenido acceso El Independiente, se indica que "pudo fraguarse el retorno de comisiones extracontractuales hacia Luis Rubiales, de otros cargos directivos y de destacados empleados de la RFEF y colaboradores, habida cuenta del presunto otorgamiento sobre estas mismas personas de unos terrenos en el país árabe cuya gestión se intuía relacionada con la gestión hotelera".
Por el momento, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado una pena de dos años y medio de prisión para el expresidente de la RFEF por los delitos de agresión sexual y coacciones en la causa sobre el beso no consentido que dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la final del Mundial en Sídney, el pasado 20 de agosto.
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hace 9 meses
Lo fundamental para la moralización de la sociedad no es la persecución de esos pequeños delitos económicos, sino de la violación de los derechos personales, el beso no consentido del que nadie parece acordarse ahora. Y el beso es lo importante, lo que debe castigarse de forma ejemplar.