Carles Puigdemont cree que puede ganar las elecciones el próximo domingo. Las últimas encuestas muestran un crecimiento sostenido de JxCat en la recta final de la campaña y saben que, gracias a la sobrevaloración de Girona y Lleida, los socialistas necesitan una ventaja sustancial en las urnas para imponerse en el Parlament. Ya lo aprendió Pasqual Maragall en 1999, cuando venció a Jordi Pujol pero se quedó a las puertas de la Generalitat.

Por eso el líder de Junts ha cerrado este viernes su campaña con un eufórico: "Señores de Madrid, ¡prepárense porque ya vamos!". Una euforia sustentada en las 3.500 personas que Junts ha congregado este viernes en Elna (Francia). Casi tantas como las reunidas por Pedro Sánchez y Salvador Illa en el Pabellón de la Vall de Hebrón de Barcelona, el mismo escenario en el que los socialistas cerraron la campaña de las generales de 2023, con inesperado resultado en Cataluña que permitió al PSOE salvar los muebles y volver a ocupar la Moncloa.

La campaña catalana solo ha servido para despejar una duda: Illa y Puigdemont son los únicos aspirantes a la victoria. ERC ha quedado descolgada del triple empate con el que se saldaron las elecciones autonómicas de 2021, que permitieron a Pere Aragonès hacerse con la presidencia de la Generalitat. Los republicanos han cerrado campaña en Tarragona, donde creen que se juegan los apoyos vitales para aguantar el envite, pero todos los sondeos los dejan lejos de sus dos directos rivales.

Puigdemont, lo que España no quiere

"Señores de Madrid, preparaos porque ya venimos. No podréis evitar que volvamos, y no nos tendremos que volver a marchar" ha anunciado Puigdemont, que además ha puesto fecha a su retorno. "Catalanes, ¡la hora de volver ya ha llegado, y es este domingo!", ha exclamado Puigdemont justo al final de su mitin, con el que ha cerrado la campaña electoral.

Puigdemont ha cerrado su campaña presentándose ante el electorado independentista como la opción "que no quiere España" como gran argumento para aglutinar bajo sus siglas a todo el voto independentista. Recuperando la épica de sus discursos más encendidos, el ex president ha asegurado que "por más hombres de negro" que envíe el Estado para controlar las instituciones catalanas, "por más gobernadores civiles" -como define a Illa en sus intervenciones- que pongan al frente de la Generalitat, no podrán evitar el retorno.

Un mensaje que Junts ha traducido también en su último anuncio de campaña, en el que iguala a Sánchez con Alberto Núñez Feijóo, "ayusers, cayetanos" y todas las instituciones del Estado, especialmente "el Rey Borbón". "Volveremos porque no queremos tener que irnos nunca más para proteger nuestras instituciones de vuestra represión" ha asegurado Puigdemont.

Exhibición de fuerza en Barcelona

El PSC ha respondido a la euforia independentista desbordando el pabellón escogido para cerrar sus últimas campañas. Con 3.500 personas en el interior y otras 500 siguiendo el mitin por pantallas, Illa y Sánchez han reclamado el voto de los 1,2 millones de catalanes que en 2023 evitaron la debacle socialista en las generales. Una victoria fundamentada en el voto anti-PP que se congregó entonces en el PSC, y que este viernes ha vuelto a reclamar Illa.

"Con dos presidentes socialistas, uno en la Moncloa y otro en la Generalitat" se resolverá la "quiebra" provocada por el proceso independentista, ha prometido Sánchez, tras una campaña en la que la amnistía ha desaparecido del debate, amortizada por los independentistas y obviada por los socialistas.

"No busquemos atajos, hay que votar directamente a Illa. Quien quiera avance, convivencia y estabilidad, la de Salvador Illa es la papeleta que tiene que coger el 12M", ha enfatizado el presidente del Gobierno, enfundado en una camiseta con el rostro del candidato socialista.

Desembarco de líderes nacionales

Ha sido la cuarta intervención de Sánchez en la campaña del PSC, en la que ha tenido una presencia abrumadora, pero similar a la de otros líderes nacionales. Alberto Núñez Feijóo también ha multiplicado su presencia en la recta final de la campaña, con la presentación el jueves de la candidatura europea en Barcelona y el cierre de campaña con Alejandro Fernández en Hospitalet de Llobregat. 

Aunque el mayor desembarco ha sido el de Santiago Abascal, que ha dedicado la última semana ha recorrer Cataluña junto a Ignacio Garriga, y volverá el domingo para pasar la noche electoral en Barcelona. Abascal ha sido el gran protagonista del mitin final de Vox, de nuevo en la Plaza Artós, donde los verdes han multiplicado el público congregado en el mismo punto por la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Una demostración de fuerza de los verdes, convencidos de que han frenado el sorpasso del PP en esta comunidad. Vox tiene en el Parlament saliente 11 escaños, por 3 de los populares. De hecho, la líder nacional que menos ha intervenido en la campaña catalana ha sido la de Sumar, Yolanda Díaz que este viernes ha compartido escenario con la candidata de los Comunes, Jéssica Albiach, en Cornellà.