Tal y como estaba previsto, la final de Eurovisión 2024 tuvo lugar este sábado 11 de mayo en Malmö, Suecia, y en España se pudo seguir a través de La 1 y RTVE Play. Se trató de una de las galas más tensas de la historia del certamen. A las críticas y los cuestionamietos habituales por la participación de Israel se sumó, en las horas previas al inicio de la gala, la expulsión de Joost Klein, representante de Países Bajos abiertamente crítico con Israel, por una "una violación de las reglas del festival", lo que dejó a la gala sin su actuación número 5.

Esto, sumado a los conflictos entre los propios periodistas allí presentes por el mismo motivo o los señalamientos a la UER (Unión Europea de Radiodifusión, entidad organizadora del concurso) por lo que muchos han calificado como "censura" al silenciar los abucheos a Martin Österdahl, productor del programa y a Eden Golan, la representante israelí, coparon gran parte de la conversación en las redes sociales, con menos humor del habitual en la que prototípicamente se conoce como la mejor noche del año en Twitter.

Además de usuarios anónimos, la políticas Mónica García, Ione Belarra y Yolanda Díaz, artistas como María José Llergó, actores como Juan Diego Botto o incluso Inés Hernand, relacionada con el festival al ser uno de los rostros más conocidos del Benidorm Fest, compartieron comentarios críticos con Israel.

Pese a las normas, Iolanda, la representante de Portugal, lució un vestido diseñado por una creadora palestina y llevó en sus uñas el patrón del kufiya, bufanda tradicional que se usa en muchas partes del Medio Oriente y que se viste habitualmente en apoyo con Palestina.

Pese al ruido de las redes y tal y como se esperaba, ni por parte de las presentadoras suecas ni por la de los comentaristas españoles, Tony Aguilar y Julia Varela, hubo prácticamente alusiones al conflicto. Respecto a las actuaciones, una de las más comentadas fue la de Grecia, interpretada por Marina Satti, conocida como la Rosalía de Atenas.

La Motomami de Atenas

Se trata de una fan declarada de Rosalía y, aunque no se hubiese definido así ella misma, esto se habría intuido por todas las referencias a la misma que hubo en su actuación por el baile —bastante similar a la coreografía de la Motomami en el videoclip Con altura—, la manera de cantar o incluso la estética, algo que protagonizó los memes durante varios minutos:

No fue la única inspiración fácilmente identificable. La puesta en escena de Dizzy, la canción con la que Olly Alexander representó a Reino Unido, pareció todo un homenaje a la escena de Bodas Reales (1951) en la que Fred Astaire baila por el techo y la pared mientras canta You're All The World To Me.

Una de las canciones que más animó al público allí presente y a las redes fue la de Zorra, de Nebulossa. Mark Dasousa y Mery Bas ofrecieron uno de sus mejores números hasta la fecha, pisando el Malmö Arena con fuerza y alegría; pero también cediendo el micrófono al público allí presente, que se desgañitó al gritar los Zorra del estribillo.

Otros momentos que no pasaron inadvertidos fueron el striptease de Finlandia, la juventud de la representante de Chipre, que por poco se queda fuera del concurso; o la oscura puesta en escena de Irlanda, uno de los números más irreverentes, genuinos y premiados de la noche. Aquí van algunas de las publicaciones más divertidas de la noche sobre las candidaturas:

Tras las actuaciones llegaron los homenajes a ABBA y un ambicioso show de Loreen, ganadora de Eurovisión 2012 y 2023. Y justo después comenzó el anuncio de los votos de cada país, con Suiza arrasando al llevarse los 12 puntos de prácticamente todos los países y erigiéndose como propuesta indiscutiblemente ganadora, siendo la primera vez que gana el festival una persona no binaria gracias a Nemo. Además, protagonizó una cómica anécdota final al romper el trofeo de Eurovisión 2024 a los minutos de recibirlo: