Carles Puigdemont no se da por derrotado. El líder de Junts ha comparecido este lunes para anunciar que se presentará a la investidura y que ha iniciado los contactos con ERC y reclamar a los republicanos su apoyo para un Govern independentista que permita "recoser el independentismo". Puigdemont no está dispuesto a dar ni un minuto de margen a Esquerra para plantearse la reedición de un tripartito. Aprendiendo de la experiencia de Artur Mas, que vio como PSC y ERC pactaban el gobierno de coalición a sus espaldas en una semana, el de Junts ha decidido salir al ataque desde el primer minuto para marcar la decisión de los republicanos.

"Si hablamos de gobiernos coherentes, el de Salvador Illa descansaría sobre una suma de 48 diputados, y el nuestro sobre una mayoría de 59" ha argumentado Puigdemont para concluir que un gobierno liderado por el socialista "abocaría a una situación igual a la de Barcelona". Puigdemont no ha querido dar ni una opción a la posibilidad de un pacto PSC-ERC.

"Tengo más opciones de ser investido en segunda vuelta" sostiene Puigdemont, sumando sus 35 diputados a los 20 de ERC e incluso los 4 de la CUP para concluir que él puede tener "entre 55 y 59 votos, mientras las opciones de Illa, teniendo en cuenta su compromiso de no pactar con la ultra derecha y no beneficiarse de la abstención de Vox pasan por el PP".

Presión a ERC

En este contexto, Puigdemont ha argumentado que su formación puede liderar "una mayoría más coherente y más amplia que el PSC" y ha anunciado que ya ha mantenido los primeros contactos con la secretaria general de ERC, Marta Rovira. Unos contactos encaminados a "dotar a Cataluña de un Govern que funcione y que siga plantando cara en Madrid" y que permitan "ahorrar repetición electoral" que en opinión de Puigdemont va en contra de los intereses "del país". Aunque según el líder de Junts una "segunda vuelta" iría en favor de Junts porque "nos ayudaría a superar las dificultades que hemos tenido por no estar en Cataluña".

El primer paso será la elección del presidente y la Mesa del Parlament, claves para decidir quién se presenta a la investidura. En la pasada legislatura, Laura Borràs impidió que Illa pudiera someterse a un debate de investidura, pese a haber ganado las elecciones. Y Puigdemont ha asegurado este lunes que ya han iniciado los contactos para "hacer valer la mayoría relativa independentista" en la elección de la Mesa del Parlament.

Puigdemont ha dado por sentado en todo momento que la única opción de Illa para ser president es obtener el apoyo, por activa o pasiva, de PP y Vox. No se plantea la posibilidad de un tripartito porque, a su juicio, es más fácil recoser los lazos en el bloque independentista que una alianza de socialistas y republicanos,

Retroceso independentista

"Entiendo la situación de ERC y en particular la de Pere Aragonés" ha apuntado, "pero no podemos cerrar la puerta a oportunidades que son ciertas". Así, el líder de Junts ha explicado que pese a esos contactos preliminares "quiero dejar pasar unos días, ahora es prematuro pensar cual a de ser la plataforma negociadora con ERC". Ha reconocido que "tenemos que rehacer muchos puentes y esto exige generosidad de todos, yo el primero".

El líder de Junts ha reconocido además la caída de apoyos del bloque independentista, pero argumenta que las encuestas siguen mostrando "una mayoría de catalanes a favor del referéndum y de la independencia". El problema, para Puigdemont, es que los partidos soberanistas no han sido capaces de "sacarlos de casa" en una campaña "muy españolizada".