El Ejecutivo y el PSOE buscan disociar las elecciones en Cataluña del pasado 12 de mayo de la gobernabilidad en Madrid. Insisten en que, pase lo que pase —y lo que esperan es que sea investido president Salvador Illa—, la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez está asegurada, porque seguirá el mismo "rumbo" que hasta ahora: diálogo con todas las fuerzas políticas para sacar adelante medidas que entienden son positivas para el país y que están dando sus frutos.

Ese fue el mensaje que trató de apuntalar este martes la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, desde la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros ordinario en la Moncloa, y sus palabras iban en la línea de las de su compañera de partido Esther Peña, portavoz de la ejecutiva federal del PSOE, ayer mismo. En síntesis, la idea es que todo sigue como hasta ahora, nada cambia, aunque preguntada Alegría en varias ocasiones cómo sustentaba ese pronóstico del Ejecutivo, ella insistió en que antes y ahora Sánchez se afanará en hablar con todos, y en que están seguros de la continuidad del Gobierno, hasta el punto de que el presidente pretende agotar legislatura: "Nos quedan más de tres años por delante", señaló.

Cada uno es libre de hacer las manifestaciones que considere oportunas, pero los catalanes ya hablaron este domingo con la máxima claridad"

Pilar Alegría, portavoz del Gobierno

Las urnas del 12-M dejaron como vencedor a Illa, con 42 escaños, por lo que necesita apoyos para ser elegido: alcanzaría la mayoría absoluta del Parlament con los seis diputados de los comunes y los 20 de ERC. Pero los republicanos están todavía lamiéndose las heridas y no quieren entrar en ninguna fórmula ni facilitar la investidura de Illa. Y Carles Puigdemont pide ser él el investido con el respaldo de ERC y la CUP —reconstruyendo la unidad del independentismo, desde hace años inexistente— con la abstención del PSC, opción que la dirección de Illa y Ferraz descartan por completo.

El expresident amagaba este lunes con dejar de apoyar a Sánchez si en la ecuación para la gobernabilidad de Cataluña entrasen PP y Vox. Ahora bien, él mismo aseguró que no amenazaría al presidente si lo que se constituye es un tripartito de izquierdas, justo la opción perseguida por los socialistas, con ERC dentro o fuera del Govern.

Este martes, Puigdemont insistió en su deseo de optar a la investidura, aun siendo segundo en las urnas, contando para ello con la abstención del PSC. "Cada uno es libre de hacer las manifestaciones que considere oportunas, pero los catalanes ya hablaron este domingo con la máxima claridad", contestó en reiteradas ocasiones a los periodistas la portavoz. Sostuvo que las fuerzas políticas catalanas han de hacer una "lectura serena" de los resultados y atender al mensaje "claro" de los ciudadanos, que han pedido "abrir un nuevo tiempo en Cataluña". La titular de Educación rehusó referirse al expresident explícitamente, pero sí dejó claro que "hay cuestiones que no cuelan", que no "las compra nadie". Se refería a su idea de ser investido con los votos del PSC. "Los catalanes han hablado con claridad rotunda", rubricó.

"Respeto" por los plazos

Alegría no quiso entrar a comentar los posibles escenarios poselectorales, con el argumento de que "el Gobierno de Cataluña se va a elegir en Cataluña" y quien primero tiene que trasladar su posición es el partido vencedor, el PSC, y la primera meta volante en el calendario será la constitución del nuevo Parlament, como máximo el 10 de junio, con lo que cabe ser "respetuoso" con esos plazos.

No nos cabe ninguna duda que va a haber un Gobierno en Cataluña que atienda esa petición de los catalanes de abrir una nueva etapa y, sobre todo, de que a esta legislatura le quedan tres años como poco", sentencia la ministra

La portavoz a continuación defendió la política seguida por el Ejecutivo: "Desde la legislatura pasada, el Gobierno ha ido hablando y dialogando con todas las fuerzas y ha permitido que aprobáramos leyes fundamentales, y en esta legislatura vamos a seguir caminando en la misma dirección", reivindicó, para congratularse de los buenos datos de crecimiento de la economía y de empleo o la ampliación de la cartera sanitaria que este mismo martes presentaba a su lado la ministra Mónica García.

Alegría, tanto en respuesta a Puigdemont como al "bulo" y la "noticia falsa o marciana" que este martes publicaba un diario digital —una especulación sobre una posible convocatoria electoral en otoño—, insistió en que la estabilidad del Ejecutivo no está amenazada: "No nos cabe ninguna duda que va a haber un Gobierno en Cataluña que atienda esa petición de los catalanes de abrir una nueva etapa y, sobre todo, de que a esta legislatura le quedan tres años como poco", sostuvo.

Cuando se le preguntó a la ministra por qué estaba tan segura de que la gobernabilidad estaba asegurada pese a las advertencias de Puigdemont, ella insistió en que el Ejecutivo defenderá su "rumbo", porque es "el adecuado", como prueban los "hechos y datos", tales como los más de 21 millones de afiliados a la Seguridad Social que se registraron en abril, la buena marcha del turismo o la condición de España como cuarto país que atrae mayor inversión extranjera. "Y vamos a seguir trabajando en esa dirección y hablaremos, como en la anterior legislatura, con el resto de fuerzas". ¿Pero a qué se aferra el Gobierno? "Va a haber Gobierno en Cataluña. A esta legislatura le quedan más de tres años por delante", zanjó Alegría, sin dar más detalles.

Durante la comparecencia, se preguntó a la portavoz por las palabras de Alberto Núñez Feijóo, que esta misma mañana señalaba ante los suyos que "el procés no ha muerto porque el sanchismo lo necesita para subsistir en Moncloa". Justo lo contrario de lo que decía su candidato en Cataluña, que afirmó que el 12-M implica que el procés "se acabó". "Convendría que primero se aclaren —ironizó primero Alegría—. Quienes han hablado con rotundidad han sido los catalanes, y han lanzado un mensaje claro, de nueva etapa para Cataluña, de convivencia y de diálogo", tras pasar la "mayor crisis política y territorial", provocada, dijo, por un Gobierno del PP que "heredó" Sánchez en 2018. "Los que no supieron dar solución a Cataluña siguen sin tener un proyecto para Cataluña. Para disgusto del señor Feijóo, también le diré que España ni se hunde ni se rompe", sino "todo lo contrario". "España avanza, crece y abre una nueva etapa de diálogo y de reencuentro", defendió.

No se celebrarán más reuniones de las mesas de PSOE con ERC y Junts hasta que no se despeje la gobernabilidad de Cataluña

Fuentes del Ejecutivo añadieron que, hasta que no se despeje la gobernabilidad en Cataluña, no se celebrarán nuevas reuniones de las mesas de diálogo del PSOE con Junts y ERC, tal y como estaba previsto. Tampoco se prevén nuevas citas de la mesa de diálogo Gobierno-Generalitat. Estaba comprometido un encuentro para el primer trimestre de 2024, pero se levantó en cuanto Pere Aragonès pulsó el botón de las elecciones del 12-M. Ahora, todo queda en suspenso en tanto no se resuelva el futuro del Govern.