Las elecciones del 12M dieron paso a la decimoquinta legislatura catalana que arrancará con la constitución del nuevo Parlament. La legislación fija un máximo de veinte días hábiles para convocar el pleno de constitución del Parlament, lo que sitúa el plazo máximo en el 10 de junio, al día siguiente de las elecciones europeas.

Será el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, como president en funciones, quien convoque el pleno, vía decreto del Govern, y la portavoz del Govern, Patricia Plaja, advirtió este martes que Aragonès no tiene una decisión tomada sobre la convocatoria de ese primer pleno. Es la última bala del republicano para jugar con el calendario, aunque es poco probable que ERC quiera avanzar la cita, porque eso añadiría presión sobre los pactos para elegir a los siete miembros de la Mesa del Parlament en plena campaña electoral.

El presidente del Parlament se escoge en una única votación, por mayoría simple. En una votación posterior se eligen a los dos vicepresidentes de la cámara, y en una tercera votación, los cuatro secretarios. Los partidos suelen pactar apoyos cruzados para garantizarse los asientos en el gobierno de la cámara, en el que por primera vez debería haber mayoría no independentista, vistos los resultados.

Ronda de consultas e investidura

Una vez elegido, el presidente del Parlament debe iniciar una ronda de contactos con todos los partidos con representación parlamentaria, para proponer un candidato a la investidura. Debe hacerlo en diez días hábiles, lo que llevaría a celebrar el primer pleno de investidura el 25 de junio. Los últimos debates de investidura se han celebrado en una única sesión parlamentaria, pero la votación podría posponerse al día siguiente, si así lo acuerda la Mesa del Parlament.

El candidato necesita la mayoría absoluta del Pleno -68 diputados- para ser investido president. Si no la consigue, puede someterse a una segunda votación, dos días después, en la que sería suficiente con una mayoría simple, más síes que noes. Aquí entrarían en juego las abstenciones.

A partir de esa votación, el 25 o 26 de junio, el Parlament tiene un plazo de dos meses para investir al próximo presidente catalán. El presidente de la cámara realizará tantas rondas de consultas como considere necesarias, y puede proponer a otros candidatos. Si el 25 de agosto no se ha elegido president, se produciría la convocatoria automática de elecciones, en un plazo de 47 días.