Salvador Illa guarda escrupuloso silencio desde que el pasado domingo se impuso en las elecciones catalanas con 42 diputados. Sabe que las negociaciones para la formación del próximo gobierno catalán no serán fáciles, y ha impuesto prudencia entre sus filas, con la número dos de la candidatura, Alicia Romero, como portavoz oficiosa. Pero este miércoles ha roto su silencio para dirigir una carta a la militancia en la que agradece el apoyo recibido, destaca el peso de las "políticas de Pedro Sánchez" en la victoria socialista y promete una legislatura "sin bloques" para enterrar el procés.

Paralelamente, Romero avanzaba en declaraciones a TVE que la prioridad del PSC será un gobierno en solitario, con apoyos externos de otros grupos. Sería "mucho mejor" poder gobernar en solitario, pero ha advertido que son "realistas" y que saben que "esto es difícil". Tampoco renuncian a la presidencia del Parlament, ha advertido Romero, en contra de lo que se ha especulado. Pero ha reconocido que "uno sabe que cuando empieza a negociar también debe ceder, vamos a ver cuáles son las condiciones que ponen todos los grupos".

"Para llegar a una investidura necesitamos apoyos. Vamos a buscar esos apoyos y veremos cuáles son las intenciones de los partidos a los que pedimos apoyo. A partir de ahí veremos cómo se configura el gobierno, si en solitario del PSC o con la suma de otros partidos", concluía Romero.

Ronda de contactos

La número dos de Illa ha confirmado que el PSC ha empezado la ronda de contactos con los partidos políticos para explorar futuros pactos. Unas llamadas en las que no incluyen a Vox ni a Aliança Catalana. "Desde ayer estamos haciendo las primeras llamadas y tomas de contacto con los diferentes partidos para poder organizar ya estas primeras reuniones para contrastar y compartir sensaciones y voluntades y a partir de aquí, negociar", ha explicado.

Romero no ocultaba, sin embargo, que esas negociaciones se verán condicionadas por dos factores. En un primer momento, por la necesidad de dar tiempo a los partidos para "digerir los resultados" que en el caso de uno de sus socios potenciales, ERC, han sido muy malos. Por otro lado, la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo, que arranca el próximo jueves, puede contaminar las negociaciones.

"Habrá que negociar como se pueda, con discreción, pero hay que avanzar" apuntaba la socialista. "Esperemos que no influya demasiado y que podamos separar la gobernabilidad de Cataluña y unas elecciones europeas que son muy trascendentes", ha señalado.

Tardà defiende el apoyo de ERC al PSC

En este contexto, el ex portavoz de Esquerra en el Congreso, Joan Tardà, ha abogado este miércoles porque los republicanos faciliten la investidura de Illa y hagan una "oposición constructiva". Tardà ha pedido a la dirección del partido que actúe "con el cerebro y no con las tripas" y ha apostado por facilitar la investidura del socialista y evitar así una repetición electoral. ERC perdió 13 escaños el pasado domingo, un castigo en las urnas que condicionará cualquier decisión de la ejecutiva republicana.

En declaraciones a La 2 y Ràdio 4, Tardà ha avisado de que si ERC permitiera una segunda convocatoria electoral "sería para cortarse las venas". El veterano dirigente ha recetado a su partido "autoestima y no ser sectarios ni dogmáticos. Lo tiramos hacia delante todas las izquierdas o difícilmente saldremos de esta".

Apenas unas horas después el actual consejero de Interior -y ex dirigente del PSC- Joan Ignasi Elena, ha corregido a Tardà para advertir que ERC no está para apoyar a Illa. En una entrevista a Catalunya Ràdio, Elena ha explicado que es conocida la apuesta de Tardà, "como militante del partido", favorable a este tipo de pactos con los socialistas. Pero le ha recordado que la posición de ERC "ha quedado muy clara" tras su batacazo electoral: abrir un periodo de reflexión interna y quedarse en la oposición como "alternativa".

Por este motivo, ha subrayado que los republicanos no están "ahora" en la hipótesis planteada por Tardà de facilitar la investidura de Illa, si bien ha precisado que ERC no es un "bloqueo". Los republicanos insisten en que, tras su derrota el 12M, es responsabilidad de PSC y Junts encontrar una salida a ese eventual bloqueo.