El día 22 de junio el nuevo lehendakari del Gobierno vasco, Imanol Pradales, tomará posesión ante el Arbol de Gernika. Habrán pasado dos meses desde las elecciones autonómicas. Estos días Pradales no sólo ultima su equipo de Gobierno y el acuerdo programático, también las condiciones en las que trabajará. Su futuro despacho se trasladará de la Diputación de Bizkaia en Bilbao a la sede de la presidencia, la lehendakaritza, en Vitoria. Será en ella donde celebrará sus consejos de Gobierno y reuniones con autoridades. Uno de los primeros pasos que está a punto de cerrarse será el del nuevo contrato de limpieza que el Ejecutivo saliente ha licitado para los dos próximos años de mandato y que se adjudicará próximamente.

En la lehendakaritza no habrá ambientadores. Estarán prohibidos. Tampoco estarán permitidas las pastillas o “sustancias perfumadas para urinarios” ni el uso de productos con desinfectantes, como la lejía, que sólo se podrá emplear en los aseos y cocinas de las instalaciones presidenciales. Son sólo algunas de las exigencias que se recogen en la licitación del contrato de limpieza que por un importe de 683.000 euros se ha establecido para unas instalaciones en las que además del propio Gobierno vasco trabajan cerca de 150 funcionarios de la administración autonómicas.   

El edificio se encuentra junto al Palacio de Ajuria Enea, el complejo oficial que hasta la llegada de Urkullu sirvió de residencia oficial de los lehendakaris y que en los últimos años se ha empleado sólo como sede institucional. Lehendakaritza y Ajuria Enea están comunicados por un túnel subterráneo, ideado para facilitar la movilidad del lehendakari entre ambos edificios. Ubicada en el barrio de Mendizorroza, la lehendakaritza está compuesto por un sótano, una planta baja y dos alturas más.

Minimizar el impacto medioambiental

El contrato de limpieza que se aplica busca minimizar el impacto medioambiental en el uso de productos de limpieza, un objetivo que queda plasmado en las especificaciones recogidas para los procedimientos. Los aseos, duchas y servicios sanitarios se limpiarán “escrupulosamente y a fondo” pero empleando siempre productos “bactericidas” y los suelos con detergentes “bactericidas y desinfectantes”. Para los pomos de las puertas de todo el complejo se establece que estará prohibido el uso de productos con amoniaco. Los materiales de limpieza que se empleen deberán contar con la “etiqueta ecológica” de la Unión Europea y todos y cada uno de los productos empleados tendrán que estar “correctamente etiquetados”.

Además de la prohibición de ambientadores y de productos perfumados o el abuso de determinados desinfectantes, se exige que todas las bolsas de basura que se coloquen deben ser recicladas al menos en un 80% y de color negro. Tampoco el jabón de manos que se instale en los baños y aseos no podrá tener ni colorantes ni fragancias ni agentes desinfectantes.

El consumo y necesidad de material de limpieza queda perfectamente detallado. La empresa adjudicataria de este contrato para dos años, ampliable otros dos, deberá suministrar cada mes un total de 1.440 rollos de papel higiénico, 150 bobinas 'secamanos', 43 litros de jabón de manos y 4.300 bolsas de basura.

No basta una "mopa húmeda"

El inmueble, que data de los años 80, tiene una superficie construida de 8.200 metros cuadrados y 4.100 m2 en el exterior del complejo. En su interior cuenta con algunos materiales y muebles de especial valor que se pretenden proteger. Por ello, la limpieza a la que se obliga a la adjudicataria establece que no bastará el simple empleo de “una mopa húmeda” para la limpieza de suelos sino que se exigirá algo “más intenso”. Los suelos de la lehendakaritza deberán ser primero barridos y después fregados “empleando para ello los productos adecuados para cada suelo”. Para la madera y el terrazo bastará un abrillantado; para el mármol o granito la limpieza se deberá realizar con fregado manual y abrillantado y para el resto de superficies bastará con un fregado a mano.

Esta detallada adjudicación incluye cubrir situaciones de urgencia que obligarán a tener un servicio de alerta las 24 horas del día. La empresa de limpieza qdeberá responder a una petición en un plazo máximo de tres horas. Además, las tareas se deberán activar durante casi toda la jornada, desde las 06.00 de la mañana y hasta las 22.00 horas. El equipo que tendrá que prestar el servicio lo compondrán 9 trabajadores.

El contrato detalla incluso las frecuencias de limpieza que se deberán cumplir con cada uno de los elementos. El pavimento de la terraza cada seis meses, el ascensor cada día, las garitas también, las ventanas de la sala de espera cada tres meses, el pavimento y mesas y sillas de los despachos, todos los días.