Israel ha prohibido al Consulado de España en Jerusalén prestar servicios consulares a los palestinos en Cisjordania. Es la respuesta del país ante el reconocimiento español del Estado palestino, junto con Irlanda y Noruega. También protesta por lo que califica de "declaraciones antisemitas odiosas e incitadoras" de altos cargos españoles, después de que la vicepresidenta Yolanda Díaz llamase a la libertad de Palestina con la frase "desde el río hasta el mar" en un reciente vídeo. Israel advierte de que será implacable: "No toleraremos que se dañe la soberanía y la seguridad de Israel. Dañaremos a quien nos dañe", ha asegurado en una nota el ministro de Exteriores, Israel Katz.

La guerra entre Israel y el movimiento palestino Hamás tiene en alerta desde octubre a las empresas con intereses en la zona, pero ahora -y más de 35.000 muertos después- es cuando la situación podría recrudecerse desde el lado institucional. Las represalias que Israel podría tomar todavía no se adivinan, no obstante, instituciones como el Club de Exportadores e Inversores Españoles considera que la crisis diplomática con Israel puede derivar en crisis comercial, como ha ocurrido con Argelia desde que en 2022 España reconoció la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental. Mientras que en 2020 las empresas nacionales exportaron a Argelia mercancías por valor de casi 2.000 millones de euros, en 2023 apenas superaron los 331 millones.

Según datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, España exportó en 2023 a Israel productos por 1.907 millones de euros, e importó de allí 974 millones. Durante el primer trimestre de este año, el país ha exportado a Israel un total de 388 millones de euros, el 0,4% del total enviado al exterior. Esa cifra supone casi un 40% menos que en el mismo periodo del año anterior, mientras que lo importado desde allí llega a 266 millones, apenas un 4% menos. Por tanto, la balanza comercial arroja un superávit de 124 millones de euros, casi un tercio menos que hace un año.

Este desplome de los negocios con Israel se produce tan solo un año después de que España alcanzase sus mejores cifras comerciales con el país que linda con Palestina: en 2022, España exportó bienes por valor de casi 2.160 millones de euros, más del doble que hace diez años y más del triple que hace veinte. Se trata de una cifra histórica.

El daño podría ser peor, puesto que los principales destinos de las exportaciones españolas son otros -sobre todo, Francia (16% del total), Alemania (11%), Italia (8,7%), Portugal (8,1%), Reino Unido (6,4%) o Estados Unidos (4,6%)-, pero aún así miles de empresas se verán afectadas si se produce un recrudecimiento de las relaciones diplomáticas y, en consecuencia, de las comerciales.

Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, el número de empresas españolas que exportaron productos a Israel en 2021 fue de 2.558, estable desde 2019, mientras que el número de compañías israelíes que exportaron a España ese mismo año fue de 907.

El país que preside Benjamín Netanyahu es el segundo mayor mercado para España en Oriente Medio, bastante por delante de otros países de la zona. Se ve superado por poco por Arabia Saudí y es seguido de cerca por Emiratos Árabes Unidos. En la última década se han duplicado las exportaciones gracias al empuje y tirón de los proyectos de infraestructuras y de las actividades de promoción en nuevos sectores.

Según los datos de 2021, lo que más exportó España a Israel son automóviles (17,89%), productos cerámicos (9,34%), maquinaria y aparatos mecánicos (6,83%), materiales plásticos (6,81%) y prendas de vestir (6,16%). Por su parte, lo más importado es la maquinaria y aparatos mecánicos (11,96%), plásticos (11,8%), productos químicos (11,73%), aparatos y material eléctrico (10,2%) y material óptico y médico (8,12%).

Las empresas afincadas en Israel

Entre otras cosas, las empresas españolas han buscado hasta ahora oportunidades de negocio principalmente en proyectos de infraestructuras ferroviarias y de metro, energías renovables, ingenierías, equipamiento médico, tecnologías para ciudades inteligentes, proyectos de aguas, nuevas tecnologías agrícolas y tratamiento de residuos sólidos.

Según datos de la base de datos Informa, con datos publicados el pasado diciembre, hay 28 empresas españolas con filiales en Israel, y de ellas dependen otras 32 filiales ubicadas en el país que podrían verse afectadas por el conflicto. CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) es la empresa española con más participaciones en Israel, con tres filiales. El constructor vasco de ferrocarriles con sede en Beasain participa en dos proyectos con una constructora israelí Saphir para implementar un tren ligero en Tel Aviv y desarrollar dos líneas en Jerusalén.

Le siguen Amadeus y Rioglass Solar Holding. El grupo Naturgy cuenta también con tres filiales, lo mismo que el grupo Siemens. Por otro lado, la intermediación financiera es el sector más representado en el país por parte de empresas españolas, seguido de los servicios empresariales y la construcción y el inmobiliario. Tras el estallido del conflicto en la Franja de Gaza, firmas como Inditex -la dueña de Zara- decidieron cerrar sus 84 establecimientos franquiciados.

Servicios y turismo

Al margen de los productos, las exportaciones de servicios están creciendo de manera notable. En el caso concreto de las exportaciones de servicios a España, Israel exportó a España 160 millones de euros, sobre todo en alta tecnología, transporte, informática, software e I+D.

Sin considerar el turismo, España exportó a Israel unos 360 millones de euros en servicios, lo que supone un incremento de más del 100% frente a 2014. Destaca el peso de servicios de consultoría, informática, transporte y ciertos servicios empresariales.

Desde Exteriores destacan que los intercambios en el sector turístico entre España e Israel tienen relativa entidad, con 360.000 visitantes israelíes cada año, frente a los 60.000 españoles que visitaban el país hasta la llegada de la pandemia.

Como consecuencia de la iniciativa europea de open skies, "existen varios vuelos diarios entre los dos países y se trata de un turismo de nivel alto con estancias relativamente prolongadas", destaca un informe de Exteriores. "Además, nuestro país es punto de tránsito importante de viajeros de Israel sobre todo con destino a Iberoamérica", añade.