Se reactiva la guerra entre Emiliano García-Page y Pedro Sánchez. Y en este caso no por unas declaraciones públicas, sino por una futura contienda en los tribunales. El presidente de Castilla-La Mancha adelantó este viernes que va a solicitar al Consejo Consultivo de su comunidad los mecanismos pertinentes para recurrir ante el Tribunal Constitucional la ley de amnistía aprobada este jueves definitivamente por el Congreso de los Diputados y aún no publicada en el BOE para su entrada en vigor.

García-Page lo anunció durante el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha celebrado este viernes en Toledo. Esto significa que el jefe del Ejecutivo castellanomanchego se alinea con los barones del PP, encabezados por la madrileña Isabel Díaz Ayuso, que confirmaron ayer que impugnarán la norma ante el TC. El líder regional no avisó con antelación a Ferraz ni a la Moncloa de su pretensión de acudir al tribunal de garantías, tal y como confirmaron fuentes de su entorno: "Es una decisión exclusiva del Gobierno. Para esta cuestión, no hay nada que consultar con ellos". Los puentes con Madrid llevan meses rotos. La comunicación es nula.

Page insiste en que su discrepancia "no es solo constitucional", sino "de fondo", coherente con la posición mantenida estos meses

El barón castellanomanchego sostuvo que su solicitud al Consejo Consultivo la hace "con el deseo y la confianza" dé a su Ejecutivo "vía libre" para defender la región ante el TC. El informe ante ese órgano —el equivalente autonómico al Consejo de Estado— es preceptivo según la ley. García-Page argumentó que la amnistía es "una agresión al concepto de igualdad".

El dirigente alegó que su discrepancia "no es constitucional solo", sino "de fondo", y que es conocida, coherente con lo que ha venido defendiendo en todos estos meses. Durante su discurso, refutó la tesis del presidente Sánchez de que en política, "el perdón es más poderoso que el rencor". Y tampoco cree que sea un triunfo, como esgrime Junts.

"Unos se pelean por si [la amnistía] ha sido perdón, otros por si es una victoria. Victoria no. Pero también tengo que decir que el perdón no se contrata. Se da o no se da, pero no se hace a cambio de nada y menos a cambio de un chantaje. Por eso tengo muy claro que mi discrepancia es una discrepancia que seguirá adelante independientemente de la acción de la Justicia", sostuvo.

Rebate la tesis de Sánchez de que "el perdón es más poderoso que el rencor": "El perdón no se contrata. Se da o no se da, pero no se hace a cambio de nada y menos de un chantaje"

García-Page explicó que como presidente autonómico tiene la "obligación" de "velar claramente por si cualquier norma", aprobada por otras comunidades, por el Gobierno o por Congreso y Senado, "si cualquier disposición afecta a los intereses de esta región" y particularmente a sus "intereses directos" y a sus competencias. "Por eso tengan claro que para mí eso está por encima de cualquier otra circunstancia", remachó.

La oposición de Page a la amnistía es total, y desde el principio, postura que comparte con su compañero de partido Javier Lambán, expresidente de Aragón y actualmente senador. El dirigente castellanomanchego es el barón más alejado de Ferraz y de Sánchez y siempre alega que pone por delante los intereses de su tierra. Pero también ha insistido en que respeta la disciplina de partido y por eso no ordenó a sus diputados y senadores en Madrid que votasen en contra de la amnistía. Hace unos días, Page aseguró que habría sido "más radical" que Lambán, que se ausentó en la votación de la amnistía el pasado 14 de mayo para no traicionar sus principios, indisciplina por la que la dirección del Grupo Socialista en el Senado le abrió expediente para multarle con 600 euros.

Defiende que como presidente regional tiene la "obligación" de defender los intereses de su tierra: "Ojalá lo pudiera hacer todo el mundo en este país, cumplir con lo que promete"

"Por si alguien puede tener alguna duda sobre si me importa más mi organización política o cualquier otro tipo de interés electoral —concluyó Page este viernes—, yo he jurado defender los intereses de esta tierra y para mí ese juramento no es protocolario. Ojalá lo pudiera hacer todo el mundo en este país, cumplir con lo que promete. Es la esencia de la convivencia y la convivencia es lo contrario de cualquier tipo de chantaje". Era una clara crítica a Sánchez, que antes de las generales tanto él mismo como su cúpula en el PSOE y en el Ejecutivo negaron la posibilidad de la amnistía, que tuvo que aceptar tras abrirse las urnas y para conseguir la investidura a cambio de los siete votos de Junts.

Page, por tanto, reabre las hostilidades con Ferraz, volviendo a marcar una posición propia y verbalizándola en plena campaña de las elecciones europeas. Alineándose con los barones del PP. La mirada se dirige hacia la dirección federal, pero hasta ahora el cuartel general de los socialistas ha evitado el choque. Salvo cuando en enero el presidente castellanomanchego afirmó que el PSOE se situaba ya en el "extrarradio" de la Constitución. Entonces sí salió a contestarle. Pero ahora prima para Ferraz el contexto de campaña y su pugna con el PP.