La tierra no tembló en el PSOE. O, al menos, no lo hizo por el momento. Al anuncio de Emiliano García-Page de un posible recurso de inconstitucionalidad contra la ley de amnistía, siguiendo la estela de los barones del PP, su partido, el PSOE, le respondió con indiferencia. No hubo declaraciones públicas de dirigentes que le dieran la réplica. Ni de líderes autonómicos, ni de ministros. Solo se podía oír el silencio. Y en Ferraz y en la Moncloa se limitaban a expresar su respeto a la decisión del presidente de Castilla-La Mancha. Sin más observaciones. Para, a continuación, repetir que el objetivo de todo el partido, y del propio jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, es uno: intentar ganar las europeas del 9 de junio.

Page no avisó con antelación a su partido del explosivo contenido de su discurso en el Día de Castilla-La Mancha, este 31 de mayo en Toledo. En ese acto solemne, el presidente regional avanzó que su Gobierno solicitará la próxima semana al Consejo Consultivo autonómico un informe para defenderse en el Tribunal Constitucional de la ley de amnistía, la que considera "una agresión al concepto de igualdad".

Page no avisó antes a su partido porque el anuncio es una decisión "exclusiva" de Gobierno, defienden en su equipo, y la comunicación tampoco fluye de Madrid a Toledo

Reclamará ese documento preceptivo "con el deseo y la confianza" de que el órgano consultivo de su Ejecutivo —como lo es el Consejo de Estado respecto al Gobierno central— le dé "vía libre" para poder acudir al tribunal de garantías. "Ese sería mi deseo y entiendo que tiene que ser el deseo de la inmensa mayoría", expresó el barón socialista, quien subrayó que mantiene no solo una discrepancia constitucional respecto a la medida de gracia, sino "de fondo". A su juicio, el perdón, a cuya propiedad sanadora se refiere Sánchez en sus intervenciones tras las elecciones catalanas que ganó Salvador Illa, "no se contrata". "El perdón se da o no se da, pero no se hace a cambio de nada y menos a cambio de un chantaje", avisó. El dirigente socialista se unía así a los barones del PP que, capitaneados por la madrileña Isabel Díaz Ayuso, habían anunciado el mismo jueves, cuando se aprobaba definitivamente la amnistía en el Congreso, que interpondrían ese recurso ante el TC.

No hubo comunicación previa porque la relación entre Ferraz y García-Page no existe. Desde hace meses. En el equipo del presidente regional explican que no se avisó con antelación porque la presentación de un recurso ante el TC es una materia "exclusiva" que tiene como jefe del Gobierno, y que por tanto nada tiene que ver con el partido. Tampoco hay diálogo en el sentido inverso, de Madrid a Toledo, recuerdan.

Emiliano puede hacer lo que quiera. Estas europeas decidirán si gobierna la derecha con la ultraderecha o no. Nosotros no vamos a decir nada", señalan en la cúpula federal

"Está en su derecho" de formalizar su impugnación ante el Constitucional, replican lacónicamente desde Ferraz. "Estamos en campaña y no tenemos nada que decir. Emiliano puede hacer lo que quiera. Estas europeas decidirán si gobierna la derecha con la ultraderecha o no. Nosotros no vamos a decir nada. Nosotros, a la campaña", sentencian desde el cuartel general de los socialistas.

"Es un poco 'heavy'"

Las respuestas de distintos miembros de la cúpula consultados son semejantes. "Nosotros, a lo nuestro. No vamos a responder nada sobre su decisión", "nos da igual", apuntan dos de sus integrantes. En los territorios, muchos responsables contestan con el silencio. Otros relatan que en chats internos se ha comentado la noticia, pero "de pasada". "Alguno pone 'vaya tela' o cosas así. Pero poco más", indica un barón autonómico, que reconoce que "es un poco heavy" que un presidente regional como Page, el único de los tres que tiene el PSOE con mayoría absoluta, vaya al choque contra Sánchez de esa manera, con un recurso ante el Constitucional, anunciado en el ecuador de la campaña de las europeas. "Damos por amortizada la amnistía y le damos por amortizado a él. La gente está enfadada con él pero ya no sorprende", opina un responsable autonómico de otra federación.

En el partido se siente la desafección hacia el barón castellanomanchego. "A Page se le ignora igual que a Lambán y a Felipe [González]", añaden fuentes gubernamentales

En el partido hace mucho que se siente desafección hacia el barón castellanomanchego. Él es, junto con el senador Javier Lambán, expresidente de Aragón pero aún secretario autonómico del PSOE, el barón regional más distanciado de Ferraz, pero no cuenta con el apoyo de sus compañeros de otras federaciones. Sánchez tiene un control inequívoco del partido, las bases y los cuadros responden claramente a su figura, porque es él el que atesora la mayor fuente de poder, el que aguantó la Moncloa —amnistía mediante— tras la debacle de las autonómicas y municipales del 28-M, y ganando incluso un millón de votos más respecto a 2019. Cuando Page dijo en enero que el PSOE se situaba ya en el "extrarradio" de la Constitución, la cúpula federal sí saltó contra él y decidió que ya no intentaría más acercamientos. El jefe de la Junta no encontró la solidaridad de ningún otro barón, salvo Lambán, y sí una salva de críticas. Cuando Sánchez se tomó cinco días de reflexión, Page sí acudió sin embargo al comité federal celebrado en Madrid y se alineó con el presidente. También este viernes, cuando fue atacado por el líder de Vox en redes sociales.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (i), y el expresidente del Gobierno Felipe González (d), durante la presentación del libro ‘Una emoción política: memorias de un servicio a Aragón y España’, del expresidente de Aragón Javier Lambán, en el auditorio del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, el pasado 22 de mayo de 2024, en Madrid. | EUROPA PRESS / GUSTAVO VALIENTE

Esta vez, Ferraz y los territorios han evitado la confrontación. "A Page se le ignora igual que a Lambán y a Felipe [González]", añaden fuentes gubernamentales. También el expresidente del Gobierno se despachó contra Sánchez y contra José Luis Rodríguez Zapatero en El hormiguero el pasado 23 de mayo, en la noche de arranque de la campaña de las europeas, y nadie salió a replicarle. En la cúpula advertían de que ya sus palabras no herían a la dirección ni tenían mayor impacto, porque la militancia está muy alejada de él.

En la Moncloa indican que las palabras de Page "ni sorprenden a nadie ni ofenden a nadie" y no han provocado ningún "cataclismo". Y recuerdan que la amnistía fue validada en las urnas el 12-M

"El anuncio de Page ha pasado sin pena ni gloria —señalan a su vez en la Moncloa—. La cabeza del presidente Sánchez está en las europeas, no en Emiliano. La amnistía se ha demostrado buena para la convivencia y el resultado en las elecciones catalanas del 12 de mayo lo demuestra. Quien se equivoca es él". Otro alto cargo del equipo del jefe del Ejecutivo en la Moncloa coincide: "Las palabras de Emiliano ni sorprenden a nadie ni ofenden a nadie. Ni hay terremotos, ni cataclismos. Ni creemos que pueda afectar a la campaña. Él no entiende el sentir del partido. La amnistía está ya amortizada y creo que a favor".

"Responder con el desdén"

Bajo esa indiferencia, en realidad, según advierte un veterano dirigente, late un malestar claro, pero "se prefiere responder con desdén", precisamente para "no retroalimentar" la polémica y evitar que engorde en plena campaña. "Pero no me cabe la menor duda de que el disgusto y el enfado del presidente son mayúsculos —agrega este responsable que conoce bien a Sánchez—. Es una deslealtad colosal inimaginable en el seno de un partido, y carece de cualquier precedente. Además, es gratuito y pura propaganda política, como en el caso de Ayuso, porque el recurso es inadmisible por el TC. No está en entredicho la competencia autonómica". Para este cargo, como para otros cuadros consultados, el presidente castellanomanchego comprometía también la posición de sus diputados y senadores que sí han votado a favor de la amnistía, porque él siempre defendió que debían respetar la disciplina de partido. Tampoco ha gustado que anunciara la impugnación en el ecuador de la campaña.

En el círculo del barón regional relatan que también sufren presión para que fije postura y que él no se podía sustraer habiéndose pronunciado tanto sobre la amnistía. Su capital político, inciden, es la "coherencia"

Fuentes próximas a Page insisten en que él ha actuado siempre con total "coherencia", que su posición sobre la amnistía es "de fondo", como él mismo dijo en su discurso, y que piensa lo mismo que pensaba el PSOE antes de las últimas generales, antes de que Sánchez necesitara por tanto los siete votos de Junts para lograr su reelección. Y subrayan que si él hizo ese anuncio este viernes es porque el Día de Castilla-La Mancha, el 31 de mayo, se celebra "el acto institucional más importante de la región y para él". Por tanto, estaba obligado a hacer un discurso potente, aducen, y no podía "ignorar" el tema más importante de las últimas horas, la aprobación de la amnistía.

"El jueves también estábamos en campaña y decidieron que el Congreso debía validar la ley [tenía que levantar el veto del Senado]. ¿Por qué tenemos que retrasar nuestra opinión hasta después de las europeas? —se preguntan en el entorno de Page—. Aquí también nos aprietan mucho para que hablemos. Esta cuestión de la amnistía nos condiciona a todos y la respuesta ¿cuál es, que nos demos un mus? Nos miraba toda la región. ¿Alguien habría entendido que Emiliano, siendo presidente regional como es, siendo él como es, no hubiera dicho nada? Que nadie se confunda: no es cómodo nadar contracorriente. Pero nosotros tenemos mayoría absoluta aquí por coherencia".

Page no piensa ser la alternativa a Sánchez en el futuro

Desde el círculo de Page avisan de que aunque no hay elecciones autonómicas hasta dentro de tres años, "el debate de la amnistía es ahora" y el presidente regional ha de fijar posición en una comunidad, además, de sociología conservadora. Y recalcan que no anima al dirigente ningún propósito de liderar la alternativa a Sánchez en el futuro. Son conscientes de que las bases están más escoradas a la izquierda que los votantes socialistas y que no respaldarían como sucesor del actual presidente a un responsable percibido más a la derecha del partido. "Lo que hacemos está contraindicado para ganar unas elecciones internas", admiten.

Sánchez augura que ganará "en votos y en escaños" al PP en estas europeas y "el PSOE va a frenar a la derecha y la ultraderecha, como hicimos en España, también en Europa"

Los menos alineados con Page en la federación castellanomanchega reconocen que los cuadros comparten su posicionamiento, pero advierten de que las bases lo comprenden menos. "El gesto de este viernes era absolutamente innecesario por su parte. Pero era previsible que hiciera esto", señala un alto mando que remarca que ahora mismo no está abierto el debate interno y que este se dará, si es el caso, en el siguiente congreso regional ordinario, que se convocará después del cónclave federal, que aún no tiene fecha.

En el Gobierno de Sánchez hay quienes, no obstante, sin compartir la postura sobre la amnistía de Page, entienden que no tenía más salida, que "no tenía más remedio que anunciar el recurso para ser coherente" y que "se debe a la gente que lo votó", porque cada dirigente "tiene que mirar su contexto". "Y lo que puede ser inoportuno para Pedro puede ser oportuno para él", advierte un miembro del Consejo de Ministros.

Sánchez continuó este viernes con la campaña del 9-J en Los Alcázares (Murcia), centrado en su mensaje, en su llamada al voto para "ganar a la derecha y a la ultraderecha". "Porque les vamos a ganar, les vamos a ganar en votos y en escaños y el PSOE va a frenar a la derecha y la ultraderecha, como hicimos en España, también en Europa", arengó el presidente del Gobierno, en el que intervino junto a la candidata de las europeas y vicepresidenta tercera del Ejecutivo, Teresa Ribera; el líder de los socialistas murcianos, Pepe Vélez, y el 17 de la lista del 9-J, Marcos Ros.

El jefe del Ejecutivo quiere calentar el ambiente de remontada, reproduciendo el mensaje que ya le funcionó en las generales. En estas europeas, subrayó, informa EFE, la "internacional ultraderechista se presenta con dos siglas" en España, las de PP y Vox, y "solo las siglas del PSOE les frenarán en las urnas ganándoles". El rumbo de la campaña no se mueve, y para los socialistas las palabras de Page no van a modificarlo, aseguran en la cúpula, ni un milímetro.