Mientras el próximo lehendakari, Imanol Pradales, esté tomando posesión de su nueva responsabilidad ante el Arbol de Gernika, la izquierda abertzale estará debatiendo su estrategia soberanista a 89 kilómetros de allí. La formación principal de la coalición EH Bildu, Sortu, celebrará los días 21 y 22 de este mes en Salvatierra/Agurain (Alava) su séptima Conferencia Nacional. La cita tiene lugar después de haber culminado un exitoso año electoral tanto en Euskadi como en Navarra el que ha registrado los mejores resultados de su historia. Antes de iniciar el periodo estival el partido que lidera Arkaitz Rodríguez quiere dejar cerrado el plan de trabajo para el inicio del próximo curso político y en el que sitúa la necesidad de “dar un salto en el camino de nuestra soberanía nacional” como una de sus prioridades.

La dirección de Sortu, en la que participan además de Rodríguez, los ex jefes de ETA, David Pla, como responsable de Orientación Estratégica, y Elena Beloki, como responsable de la estrategia internacional, ha determinado que el propósito es establecer un plan para “acumular la mayor fuerza posible” que le permita avanzar en el camino de la soberanía en el País Vasco para alcanzar un nuevo “estatus político”. La fórmula debe establecer un “paso firme” para seguir avanzando en el proceso de “liberación nacional y social”, señala el partido ‘nodriza’ de EH Bildu. Consideran que la estrategia de los últimos diez años –el partido fue legalizado en 2012- ha demostrado la eficacia de su acción y que ahora debe abordar el “nuevo ciclo” del que la izquierda abertzale viene hablando desde hace meses.

Por ello, la Conferencia Nacional debe “actualizar el plan político” para ponerlo en marcha los próximos meses, además de lograr que se renueve “el compromiso del movimiento de liberación nacional” algo relegado en los últimos años. Se busca continuar con la acumulación de fuerzas “para la independencia”.

En las pasadas elecciones autonómicas la izquierda abertzale concurrió con el ‘nuevo estatus político’ como uno de sus argumentos de campaña, tras años ignorándolo. Tras el 21-A la coalición del candidato Pello Otxandiano viene insistiendo en la necesidad de retomar la apuesta soberanista y hacerlo apoyados en una inmensa mayoría de formaciones abertzales en la Cámara vasca que sólo con Bildu y PNV representan el 72% del Parlamento. De cara al pleno de investidura del próximo día 20 EH Bildu no ha desvelado aún si presentará candidato a la lehendakaritza, como en legislaturas anteriores. Un acto en el que tradicionalmente la izquierda abertzale ha aprovechado para presentarse como alternativa al PNV y desarrollar su proyecto político.  

"No podemos dejar pasar esta oportunidad"

Sortu quiere aprovechar el actual contexto político en Euskadi y a nivel nacional, como socio del Gobierno de Sánchez, para abrir el camino de la soberanía para Euskadi. Tras la aprobación de la ley de amnistía y el inicio del periodo parlamentario en el País Vasco, “no podemos dejar pasar esta oportunidad”, aseguraba EH Bildu en su programa electoral. Una oportunidad que el propio Otegi ha reiterado para situar “la cuestión territorial” en el centro del debate político nacional y autonómico en esta legislatura. Centralidad que por el momento no se ha producido pero que Sortu confía en que pueda aflorar a partir del próximo curso.

El punto de partida para ese “salto” soberanista lo fija en el acuerdo de bases que Bildu firmó con el PNV y Podemos en 2018 y que entonces calificó de “histórico”. Sin embargo, aquel compromiso para negociar un nuevo encaje territorial de Euskadi en el Estado no fue después secundado por el PNV al elaborar su propuesta articulada de estatuto. Lo hizo junto con el apoyo –con enmiendas- de PSE y Podemos.

Ahora la reactivación de este proceso en la Cámara vasca se plantea para el inicio del próximo curso político. Bildu quiere volver a abrir ese debate y para ello establecerá la ‘hoja de ruta’ en su Conferencia Nacional de dentro de tres semanas. Un proceso que plantea no sólo para el País vasco sino para Navarra y, en menor medida, el País Vasco francés, los siete territorios que conforman ‘Euskal Herria’. El objetivo es lograr un amplio acuerdo que sea ratificado con una consulta habilitante en “territorio vasco” antes de abrir cualquier negociación con el Estado: “Nuestra propuesta es actuar como Pueblo y no como partido”, aseguraba en su programa electoral para los próximo cuatro años.

El derecho a decidir

A corto plazo la propuesta es abrir ese debate fundamentalmente en las instituciones vascas y navarras hasta lograr un reconocimiento nacional, la materialización “jurídico-política del derecho a decidir” en lo relativo al futuro del pueblo vasco. El modelo que por el momento plantea EH Bildu y que se debatirá en su Conferencia Nacional pasa por acordar una relación confederal con el Estado en igualdad de condiciones. Se busca una bilateralildad que se desarrolle “sin ninguna subordinación al Tribunal Constitucional, al Congreso y a los tribunales españoles y sin ninguna injerencia por parte de los mismos”.

Uno de los debates que también planteará a su militancia será la necesidad de reubicar y actualizar conceptos como la soberanía, la protección –seguridad, vigilancia- y el control que consideran que han ganado presencia en el debate político actual. Más aún, subrayan que son los que la extrema derecha habría sabido conjugar para construir su crecimiento en España y Europa.

En materia de soberanía Sortu plantea que el pueblo vasco es un “pueblo fragmentado” entre Euskadi y el País Vasco francés que requiere de una “mirada a nivel de Euskal Herria”. El debate planteado para los dos días del Conferencia Nacional también entrará en el modelo socioeconómico que reclamará el futuro próximo y sobre el que está cimentando su crecimiento la corriente crítica surgida de la izquierda abertzale, con el discurso social, feminista y económico como sus ejes políticos.