"Estamos al límite de turistas en Barcelona". Lo reconocía este miércoles el teniente de alcalde de Promoción Económica, Jordi Valls, señalando algunos espacios muy concretos, con la Sagrada Familia, el entorno del Mercado de la Boquería y el Park Güell en primer plano. Los datos avalan la preocupación del consistorio. La Sagrada Familia recibió 4,5 millones de visitantes en 2023, pero el entorno de la basílica acumuló 20 millones de personas. Lo mismo sucede con el entorno de la Boquería, con 20 millones de visitantes anuales, que lo convierten en uno de los espacios públicos más visitados de Europa, dejando al margen Venecia.

Hace apenas una semana, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, apuntaba la posibilidad de limitar la llegada de cruceros, eliminado alguna de las terminales del puerto de la ciudad. "Estamos llegando al límite, es evidente que la ciudad no puede asumir incrementos anuales del 8%", advirtió. Ada Colau firmó el último convenio con el puerto en 2018, cuando llegaron 2,6 millones de cruceristas. En 2023, llegaron 3,6 millones, de los que 1,6 solo hicieron una escala de pocas horas. 

"En mi opinión estamos al límite de turistas en ciertos entornos determinados de Barcelona" abundaba este miércoles Valls, apuntando a la Sagrada Familia y Boquería, pero también otros espacios como el Park Güell, la Barceloneta o el Gótico. Dicho eso, advertía, "la gestión de flujos intentado llevar a gente a otros ámbitos no es fácil".

Gestión del turismo

El tema, añade el teniente de alcalde, es "cómo controlas la demanda, la demanda turística es bastante imparable en estos momentos". Para Valls, "lo único que podemos hacer es gestionar la oferta y dar información real al visitante, al que tenemos que atender", para evitar las acumulaciones de gentes en puntos concretos.

Mapa de las zonas de gran afluencia de turistas que el Ayuntamiento quiere rebajar

"Todas las ciudades estamos intentando gestionar el turismo, como un valor positivo para la ciudad pero que pasada cierta frontera ya no aporta valor". Valls se ha referido a otras ciudades europeas como Ámsterdam, con la que Barcelona "comparte experiencias" para ejemplificar que se trata de un problema global, que el consistorio de Jaume Collboni se dispone a "afrontar" con la delimitación de 16 "espacios de gran afluencia" (EGA) sobre los que se actuará de forma prioritaria.

La prioridad, este año, serán Sagrada Familia, Boquería y Park Güell. Pero el listado del consistorio incluye espacios como los búnkers del Turó de la Rovira, el Camp Nou, la Barceloneta, el barrio Gótico o Paseo de Grácia, entre los EGA turísticos. y el Poble Nou o el Parque del Fórum entre los espacios tensionados por la afluencia de residentes en la ciudad.

Aplicar inteligencia de datos

A corto plazo, las primeras actuaciones, este verano, se centrarán en aumentar las dotaciones de limpieza, refuerzos en seguridad, modificar determinadas líneas de autobuses y paradas de taxis o aumentar la inspección y control de actividades ilegales, como el vuelo de drones en el entorno de la Sagrada Familia.

El Ayuntamiento ha modificado, además, los términos de la campaña de promoción turística de Barcelona, que este año da la bienvenida a los turistas pero también les exige "respeto" por la ciudad y sus vecinos. Una campaña en la que se recogen las normativas municipales y las sanciones por actividades prohibidas como el consumo de alcohol en vía pública.

A medio plazo, el objetivo del Ayuntamiento es recoger datos sobre la afluencia de visitantes a estos entornos para crear sistemas de alertas y app para turistas que adviertan de la masificación en determinados espacios. "Advertir que si vas a la Boquería determinados días a determinadas horas, no vas a tener una buena experiencia como visitante" explicaba Valls a modo de ejemplo.

"Es difícil prohibir" la visita a un determinado espacio, añadía, "pero hacer alarmas con claridad, que no lleven a engaño a la persona que recibe la información es nuestra obligación hacerlo".

El teniente de alcalde asegura que tanto el Gremio de Turismo como el de Hoteles "comparten la de necesidad de la gestión de flujos turísticos". Y reclama que otros actores de la ciudad como el Puerto, los museos y grandes monumentos "nos sigan" con medidas como la venta anticipada de entradas para favorecer esa gestión de flujos.